Delphine de Bélgica (55) vuelve a estar de nuevo salpicada por la polémica. En una carta enviada por su abogado al primer ministro belga, la Princesa se queja del trato desigual que tiene en comparación con sus hermanos, los príncipes Astrid (61) y Laurent (60), hermanos del rey Felipe (63) de los belgas e hijos los cuatro del antiguo monarca, Alberto II. Sus quejas vienen porque no ha sido invitada a eventos de la Familia Real, a pesar de que en 2020 la Justicia determinó, tras una dura batalla legal, que Delphine era fruto de una relación extramatrimonial del rey Alberto, se la reconocía como tal y, por tanto, se la daba derecho a llevar el apellido de su padre y el título de princesa de Bélgica.
El abogado de la también artista, Marc Uyttendale, escribió una carta al primer ministro de su país, Alexander de Croo, que se filtró a HLN y VTM Nieuws en la que expresaba que: “Mi cliente lleva meses preocupada por su papel en los actos oficiales. Le llama la atención que solo esté invitada a algunos, como el 21 de julio [Día de la Fiesta Nacional] y al homenaje a los miembros fallecidos de la Familia Real. Pero incluso en esos compromisos la tratan de manera diferente que a sus hermanos los príncipes Laurent y Astrid”.
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Esta queja se ha producido casi un mes después de que se celebrara el Día del Rey, que tiene lugar cada 15 de noviembre. Los príncipes Laurent y Astrid sí estuvieron presentes, pero la princesa Delphine, según su versión, no recibió ninguna invitación. La norma dicta que solo estén presentes los miembros activos de la Familia Real, es decir los que reciben una asignación. Ella rechazó este sueldo, pero considera injusto que no esté convocada a ciertas citas oficiales.
Delphine de Bélgica se habría acercado dos veces al gabinete de su hermano el rey Felipe para expresar sus preocupaciones, según informa el diario Het Laatsete Nieuws, pero de allí la remitieron al primer ministro, porque según ellos se trataba de una decisión del gobierno federal. El representante legal de la Princesa ha recordado al mandatario que el Tribunal de Apelación de Bruselas decidió en 2020 que Delphine debía tener “las mismas condiciones” que los demás hijos del rey Alberto II. “Siempre se ha tenido cuidado de no generar polémica, pero la situación se ha vuelto insostenible y la coloca en una encrucijada. O dice la verdad y daña la imagen de la monarquía, algo que no quiere en absoluto, o permanece en silencio y siente que sus actos públicos son escasos”. Por su parte, el primer ministro De Croo dijo que: “Hemos recibido la carta del abogado de la princesa Delphine y estamos preparando una respuesta”.
El hecho de que esta reclamación haya salido a la luz también ha provocado una polémica en el país. Al parecer, la carta se filtró a la prensa sin que la Princesa lo supiera. “Delphine lamenta esto porque nunca fue su intención provocar ninguna controversia”, dijo su letrado quien a la vez consideró necesario “aclarar una situación embarazosa en la que recibe un trato diferente. Le dijeron que esto se justificaba por el hecho de que no recibe ningún subsidio del erario público, algo que nunca pidió. Pero según ella, no hay ninguna razón por la que no deba ser considerada un miembro de pleno derecho de la Familia Real”, concluye.
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La historia de Delphine Boël salió a la luz en 1999, cuando se publicó una biografía no autorizada de Paola de Bélgica. En 2013, la belga, ayudada por su madre -que mantenía haber tenido una relación con el entonces Rey durante varios años- reclamó una prueba de ADN a Felipe y Astrid de Bélgica. Paralelamente, Jacques Boël, se sometió a una prueba genética para constatar que, efectivamente y tal como reclamaba la artista, él no era el padre biológico. Comenzó un largo litigio en los tribunales que acabó hace tres años cuando se demostró era hija de Alberto II y Sybille de Sélys Longchamps lo que implicaba que sería princesa, que sería tratada en igualdad de condiciones que sus hermanos y que podría llevar el apellido Sajonia-Coburgo. En el docuemtal Delphine. La princesa secreta, la hija extramatrimonial de Alberto II cuenta en primera persona cómo ella conoció al entonces monarca desde niña, con el que tenía una relación muy cercana, aunque desconocía que era su padre sino un amigo de la familia. Ya de más mayor fue cuando supo toda la verdad.