Elisabeth de Bélgica ya tiene 22 años y, como es habitual, el Palacio de Laeken distribuye nuevos retratos de la heredera en los que se puede ver la evolución de una adolescente que se ha convertido en la mujer llamada a reinar que es. Sonriendo a la cámara con una actitud desenfadada y moderna dentro de la institucionalidad de su papel, la Princesa afianza su estilo contemporáneo pero con un punto de sofisticación como ya se ha podido apreciar en otras fotografías oficiales de la heredera.
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En las imágenes, firmadas por el fotógrafo Bas Bogaerts, vemos a la hija de Felipe y Matilde de Bélgica con un pantalón negro de traje que ha combinado con una blusa a tono en la que la mezcla de tejidos, la transparencia y la pedrería con motivos florales son los protagonistas. Apuesta así por la vanguardia con una original pieza que genera la ilusión óptica de superposición al mezclar el terciopelo del cuerpo, con escote en V y tirante fino, con el tul de la parte superior del diseño. La melena suelta y maquillaje natural muy favorecedor completan el look.
Es una Princesa de su tiempo y así lo transmite en estos nuevos retratos oficiales, pero también ha sabido lucir una tiara llegada la ocasión. La última vez en la que se ajustó impecablemente al protocolo de gala fue en el cumpleaños de Christian de Dinamarca el pasado 15 de octubre. Fue su debut en solitario en un evento de estas características y apostó para ello por la discreta tiara Wolfers con un vestido palabra de honor color champagne y guantes largos al más puro estilo años 50. La primera vez que la vimos con tiara fue cuando Ingrid de Noruega celebró su mayoría de edad. Entonces se decantó por una pieza más regia y llamativa, la que le regalaron sus padres por su 18º cumpleaños.
El último año Elisabeth de Bélgica ha dado importantes pasos como heredera, en especial en lo que se refiere a su presencia internacional. Además de la fiesta del príncipe danés, también ha acudido a importantísimas citas en el extranjero como la recepción en el Palacio de Buckingham previa a la coronación de Carlos III o la boda de Hussein de Jordania en Amán. Un significativo paso al frente de la que será la primera reina de los belgas por derecho propio -no como consorte- ya que la ley sálica no se abolió en el país hasta 1991.
Elisabeth, con cuatro años más que la princesa Leonor, es de alguna forma un espejo en el que puede mirarse la heredera española y no sería la primera vez que lo hace. Cuando decidió solicitar su ingresó en el UWC Atlantic College de Gales, lo hizo tras conocer la experiencia de su homóloga belga, que ahora estudia Historia y Política en la universidad británica de Oxford después de una sólida formación militar, similar a la que acaba de iniciar la princesa de Asturias, aunque algo más breve.
Además, hace un mes la hija del rey de los belgas juró la Constitución de su país, a los 21 años, un histórico acto que Leonor protagonizará en apenas una semana, cuando alcance la mayoría de edad. En el caso de la princesa Elizabeth, el juramento se realizó en una solemne ceremonia militar junto a sus compañeros del Ejército, en lugar de en el parlamento nacional, y estuvo arropada por sus padres y sus hermanos, Gabriel, Emmanuel y Eléonore.
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