Bélgica se prepara para la que será la boda del año. María Laura de Belgica se casa el 10 de septiembre con William Isvy en la que será la primera boda real en el país desde 2014 cuando se casó precisamente su hermano el príncipe Amadeo. El evento promete reunir a los Saxe Cobourg-Gotha al completo y este viernes Hervé Verhoosel, portavoz de la famillia de la novia, ha confirmado en una rueda de prensa celebrada en la catedral de Bruselas, que será escenario del 'sí, quiero', que la princesa Delphine estará también entre los invitados. Será su debut en un enlace real.
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Una vida discreta y una dura adolescencia, así es María Laura de Bélgica
Delphine de Bélgica, que a principios de 2020 fue reconocida como hija por Alberto II y meses más tarde la Justicia le otorgó el título de princesa, es tía de María Laura y además mantiene una excelente relación con la princesa Astrid, madre de la novia, que apareció por sorpresa junto a su marido Lorenzo, en la rueda de prensa. "Mi esposo y yo estamos muy emocionado por nuestra hija", ha afirmado Astrid que también tuvo elogios para su yerno: "Es como un hijo para nosotros".
Será el príncipe Lorenzo el que acompañe a su hija al altar a partir de las 14.30 de la tarde. Antes, dará el 'sí, quiero' en el ayuntamiento bruselense en una ceremonia civil que durará una media hora y será privada. Solo contará con su círculo más íntimo, en el que se incluye a sus padres, sus abuelos, los reyes Alberto y Paola, y sus tíos, los reyes de los belgas, el príncipe Laurent y su esposa Claire, y también, la princesa Delphine. Los testigos serán las hermanas menores de María Laura de Bélgica y los dos hermanos de William.
Mucho menos discreta será la ceremonia religiosa en la que se esperan alrededor de 500 invitados que entrarán por la puerta principal de la catedral de Saint Michel precedidos por una guardia de honor formada por los cadetes de la policia municipal. El servicio será católico, aunque con disparidad de culto y también sonarán canciones judías ya que la familia del novio profesa esa fe. El vestido de la novia continúa siendo el secreto mejor guardado, pero su portavoz ha asegurado que en su elección ha tenido muy en cuenta al respeto al medio ambiente, una causa con la que está muy comprometida. Tras el enlace, los novios se irán en un coche muy peculiar conducido por William para recibir a los invitados en una recepción privada, seguida de una cena y la fiesta posterior.
María Laura de Bélgica, de 33 años, además de sobrina del actual monarca y nieta del rey Alberto II, ocupa el noveno puesto en la línea de sucesión al trono, aunque siempre ha mantenido un perfil muy discreto. Para unirse en matrimonio, la Princesa ha seguido con la tradición familiar y lo hará en el mismo templo que sus padres, abuelos y bisabuelos. Dada su proximidad a la Corona, tuvo que pedir permiso a su tío el soberano para casarse. El consentimiento fue otorgado el pasado enero.
La hija de los príncipes Astrid y Lorenzo vive en Londres donde trabaja como analista en el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), aunque tal y como ha expresado su madre en rueda de prensa, su ilusión era casarse en Bruselas, la ciudad en la que creció. Estudió mandarín en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad SOAS de la capital británica; y en el Instituto Nacional de Lenguas y Civilizaciones Orientales, en París y vivió año y medio en China. También habla de manera fluida el francés, el alemán y holandés (los idiomas oficiales de Bélgica) así como el inglés. La ceremonia civil será oficiaa en esas cuatro lenguas.
Su futuro marido es hijo de madre británica y padre franco-marroquí. Nació en París, pero vivió la mayor parte de su infancia en Londres. Allí estudió bachillerato en el liceo francés Charles de Gaulle. Se licenció en finanzas en la Universidad McGill de Montreal (Canadá) y comenzó su carrera profesional en la ciudad londinense, en el departamento de fusiones y adquisiciones de un gran banco de inversión estadounidense. En la actualidad trabaja en el sector de gestión de activos.