Delphine de Bélgica ha hecho una nueva reaparición pública en la que no ha pasado desapercibida. Acompañada por su marido, James O’Hare, padre de sus dos hijos Oscar y Joséphine, la Princesa ha posado en la alfombra roja de Cannes que celebra estos días su apartado dedicado a las series. Con gran aplomo y seguridad y luciendo un vistoso vestido creado por ella misma, la artista, de 54 años, ha sido una de las personalidades inmortalizadas durante el cuarto día de este certamen. La quinta edición de Canneseries comenzó el pasado viernes y ha dado la bienvenida a estrellas de la televisión francesas y extranjeras para presentar las últimas ficciones.
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La Princesa es una conocida artista visual y ha querido plasmar algunas de sus creaciones en un vestido multicolor de tipo camisero, con manga larga y con varias palabras que ha completado con un fular al cuello y unas botas negras con plataforma. Sonriente, en compañía de su marido y también sola, la hija del rey Alberto ha demostrado que sabe desenvolverse a las mil maravillas delante de las cámaras.
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Desde que en enero de 2020 fuera reconocida legalmente como hija biológica de Alberto II y por tanto se convirtiera en princesa, Delphine de Bélgica ha tenido un creciente protagonismo público. Hace un mes dio un importante paso institucional al acudir por primera vez a un acto junto a su padre, la reina Paola y otros miembros de la monarquía de su país. El escenario fue la iglesia de Nuestra Señora de Laeken, donde se celebró un servicio religioso en memoria de los miembros de la Familia Real fallecidos. Antes, en noviembre de 2021 sorprendió cuando participó en el concurso de televisiónBailando con las estrellas. Con su participación, quiso, en sus propias palabras “poder llamar aún más la atención sobre la importante labor que realiza Make-A-Wish”, una asociación que ayuda a mejorar las vidas de niños enfermos y las de sus familias.
A las pocas semanas de que un juez la concediera el título de Princesa, Delphine conoció a su hermano, el rey Felipe de Bélgica, actual jefe de Estado, en el Castillo de Laeken en una “reunión cálida”, según un comunicado que emitió la Casa Real y que estaba firmado por el monarca y por su hermana. “Esta extensa y especial conversación nos dio la oportunidad de conoceros. Hablamos de nuestras propias vidas y nuestros intereses comunes. Este vínculo seguirá desarrollándose en un contexto familiar". Después fue el turno de Alberto y Paola de Bélgica, que la recibieron en el castillo de Belvédère donde los tres aseguraron, también a través de una declaración, que “se ha abierto un nuevo capítulo, lleno de emociones, tranquilidad, comprensión e igualmente, esperanza”.
Tras siete años de batalla judicial reclamando su lugar como hija de Alberto de Bélgica, Delphine Boël pasó a apellidarse Sajonia-Coburgo, ser reconocida como Princesa y como hija del exmonarca. Su historia salió a la luz en 1999 cuando se publicó una biografía no autorizada de Paola de Bélgica. En 2013, ayudada por su madre, que aseguraba haber mantenido una relación con el entonces Rey durante varios años, reclamó una prueba de ADN a Felipe y Astrid de Bélgica. Paralelamente, Jacques Boël se sometió a una prueba genética para constatar que, él no era el padre biológico de la artista.