La Familia Real belga ha anunciado que acogerá a tres familias de refugiados ucranianos en los próximos días, la noticia la ha confirmado Palacio Real belga a través de la RTBF (Radio Télévision Belge Francophone). El rey Felipe y la reina Matilde de Bélgica dan así ejemplo de solidaridad entre la realeza europea en la lucha contra la crisis internacional ocasionada por la invasión Rusa. La pareja de royals ha decidido dar el importante paso de poner a disposición de los ucranianos dos apartamentos vacíos que pertenecen a la Royal Donation, la institución que se encarga de gestionar las propiedades que el rey Leopoldo II de Bélgica donó en 1900 a la nación belga con la condición de que nunca serían vendidas, conservarían su función y permanecerían a disposición de los sucesores del trono belga.
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Ha sido Jan Smets, presidente de Royal Donation, quien ha explicado con detalle la fórmula escogida por los Reyes de Bélgica, que con esta altruista iniciativa, se convierten, una vez más, en ejemplo para su pueblo. En sus declaraciones a la televisión belga, Smets, al frente de la institución desde mayo del año pasado, ha detallado que las tres familias escogidas serán ubicadas en dos de los apartamentos vacíos que se encuentran en los edificios de la Royal Donation. Se trata de edificios utilizados habitualmente para acoger a familias desfavorecidas sin recursos del país, que temporalmente se van a poner a disposición de la grave emergencia internacional que está causando la invasión Rusa: "Unidades de vivienda cuyo propósito original era estar a disposición de agencias sociales para alojar a personas con ingresos básicos, una misión que corresponde bien a lo que deseamos lograr con esta generosa donación. Debido a la actual crisis de refugiados, haremos que estos hogares estén disponibles para esta atención de emergencia", ha explicado el funcionario belga.
Según ha detallado el presidente de la Royal Donation, han comenzado ya los preparativos para que la acogida se haga lo más pronto posible. Si no hay contratiempos, las tres familias elegidas podrán disponer de sus casas el próximos mes de abril, tal y como ha anunciado Smets en sus declaraciones: “Estas viviendas unifamiliares estarán disponibles a partir de principios de abril, tras amueblarlas y hacer algunos pequeños trabajos serán habitadas”
Implicados en dar soluciones desde que empezó la Guerra en Ucrania y llegaron los primeros refugiados al país, El Rey Felipe y la Reina Matilde de Bélgica lo primero que hicieron fue reunirse con los damnificados sobre el terreno. La pareja acompañó el pasado miércoles al Secretario de Estado de Asilo y Migración en su visita a Molenbeek, la antigua casa de los Sebrechts, que ha sido transformada en centro de atención a los refugiados para la emergencia. Allí ya dieron una muestra de su gran solidaridad y cercanía, hablando con varios de los voluntarios que trabajan en el centro y dirigiendo su cariño muy especialmente a los refugiados, escuchando su dramática experiencia. Según las últimas cifras dadas por la HCR (ONU) son más de dos mil los refugiados que intentan llegar a Bélgica cada día, son más de tres millones de ucranianos los que han huido de su países a raíz de la guerra.
No es la primera vez que los monarcas belgas hacen gala de su compromiso social, también abrieron los apartamentos de la institución el verano pasado para acoger a las familias que se habían quedado sin casa tras las inundaciones que asolaron el centro de Europa. Es una actitud que ya se podía ver en sus antecesores, Alberto y Paola de Bélgica, que durante su reinado, en 2009, hicieron lo mismo con las familias afganas que llegaron refugiadas al país. En aquel momento la Familia Real Belga abrió las puertas del Castillo de Ciergnon, situado en la pequeña localidad de Namur, que también forma parte de las propiedades que Leopoldo de Bélgica donó al pueblo belga a principios del siglo XX, preocupado por el casamiento de todas sus hijas con príncipes extranjeros.