,type=downsize)
Queda menos de una semana para la llegada de la Navidad, pero la Familia Real belga ya ha dado por inaugurada esta festividad. Lo ha hecho con un bonito posado realizado como cada año en el Salón del Trono del Palacio Real de Bruselas -esta no es su residencia, ellos viven en el Castillo Real de Laeken-, engalanado para la ocasión con un impresionante abeto navideño cubierto de luces y un pesebre de tamaño XL. Con estas tradicionales decoraciones como telón de fondo, Felipe y Matilde de los belgas junto a sus cuatro hijos, los príncipes Elisabeth (19 años), Gabriel (17 años), Emmanuel (15 años) y Eleonore (12 años), se han fotografiado para desear unas felices fiestas a todo el país, que se prepara, al igual que el resto del mundo, para unos días atípicos marcados por las restricciones derivadas de la pandemia.
© Cordon Press-Felipe de Bélgica cumple 60 años: ¿conoces sus aficiones más singulares?
-'Arrepentimiento histórico': Felipe de Bélgica envía una carta sin precedentes
En este christmas navideño que ha permitido ver nuevamente a los Reyes y sus cuatro hijos -la última vez que acudieron a un acto los seis juntos fue este verano en las celebraciones del Día Nacional-, Felipe de los belgas y sus hijos, Emmanuel y Gabriel, lucen trajes oscuros que combinan con corbatas de diferentes tonalidades. Por su parte, la Reina ha apostado por la sobriedad con un vestido de terciopelo oscuro mientras que Elisabeth, la heredera al trono, ha lucido un vestido largo abotonado y de manga corta en tonos tierra y blanco. La pequeña de la casa, Eleonore, lleva un sencillo vestido rojo que se quitó después de posar ante la cámara. Y es que esta iamgen esconde un secreto. Tras ser realizada, la Familia Real disfrutó de la grabación del concierto navideño en el que los pequeños de la casa participaron activamente -pulsa aquí si quieres ver la fotogalería completa de esta cita musical que se emitirá el próximo 20 de diciembre en la televisión de Bélgica-.
© Cordon PressUn año repleto de cambios
Estamos a punto de dejar atrás un año que ha estado lleno de novedades para la Casa Real belga. Posiblemente la más destacada es que dirán adiós a 2020 siendo uno más en la familia. Cabe recordar que después de una larga batalla judicial que se remonta a 2013, Delphine Boël, ahora apellidada Sajonia-Coburgo, ha sido reconocida hija del rey Alberto. El Tribunal de Apelación de Bruselas dictaminó que la artista debía ser tratada como Alteza Real y recibir el título de princesa. Tras esto tuvo dos significativos encuentros: el primero de ellos con su hermano, el rey Felipe, y días después con su padre y la reina Paola. De esta manera, y según un comunicado oficial de la Corona, "se ha abierto un nuevo capítulo, lleno de emociones, tranquilidad, comprensión e, igualmente, esperanza".
Otro de los momentos más destacados del año para la Familia Real belga es el importante paso que ha dado la heredera al trono. La princesa Elisabeth ha cobrado un enorme protagonismo en los últimos meses y todas sus apariciones públicas despiertan una enorme expectación. Además, en septiembre ingresaba la Real Academia Militar, siendo la primera primera mujer en la Casa Real en recibir formación castrense, un derecho hasta ahora reservado para los varones de la familia. Días después, la princesa recibía la boina azul que podrá usar hasta finales de julio, cuando finalizará la 'mili'. Hasta entonces seguirá una férrea disciplina en la que a las seis en punto suena el despertador. Durante los fines de semana le permiten volver a casa y reencontrarse con sus padres y hermanos, pero no podrá ser antes del viernes por la tarde y el domingo tiene que regresar.
