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El pasado mes de enero, Delphine Boël consiguió lo que llevaba tantos años anhelando: ser reconocida por Alberto de Bélgica como su hija biológica. El abogado del anterior monarca emitía un comunicado oficial por aquel entonces en el que reconocía que habían recibido el resultado de las pruebas de ADN, cuyas conclusiones eran contundentes y no dejaban lugar a dudas. Tiempo después, a principios de octubre -hace un mes y medio para ser exactos-, la artista belga dio otro paso más al lograr que un juez le concediera el título de Princesa y del Alteza Real, algo que compartirá con sus dos hijos, Joséphine y Oscar.
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Desde entonces Delphine Boël no ha parado. Esta semana, de hecho, protagonizaba su primera aparición oficial como princesa de Sajonia-Coburgo. Así, se trasladaba hasta el CHU Saint-Pierre, hospital situado en Bruselas, para presenciar una campaña de vacunación organizada por el centro y que fundamentalmente iba dirigido al personal sanitario. "Es una causa muy importante. Me hace muy feliz resultar útil en momentos complicados de crisis en todos los ámbitos. Estoy muy emocionada de ver la solidaridad y el magnífico trabajo de este equipo en el hospital Saint-Pierre. Me satisface poder estar aquí y ser un apoyo, porque poder lo que marca la diferencia es apoyarnos mutuamente en estos tiempos difíciles", comentaba.
La hija de Alberto de Bélgica y hermana, por tanto, del actual rey Felipe de los Belgas se había ofrecido incluso como voluntaria para ponerse la vacuna de la gripe, pero se trata de un bien escaso que está destinado en principio a personas de riesgo. Delphine Boël, además de ser testigo de este Día de la Vacuna conociendo de primera mano el trabajo del centro médico, recorrió algunas de sus estancias y lo hizo en compañía de su marido, Jim O'Hare, que ha visto aumentada su popularidad con los últimos acontecimientos que rodean a su esposa.
De hecho, tan solo unos días después de convertirse en princesa, la artista belga pudo reunirse con su hermano, con el que emitió incluso un comunicado tras ese primer encuentro entre ambos. Cuando habían pasado un par de semanas, conoció, al fin, a su padre, así como a la reina Paola. La Casa Real informó acerca de esa cita, ocurrida en el castillo de Belvédère, y lo hizo con otro mensaje institucional rubricado por los tres en el que se dejaba claro que se había abierto "un nuevo capítulo lleno de emociones, tranquilidad, comprensión e, igualmente, esperanza".