Delphine Boël quería su lugar en la Casa Real como hija de Alberto II y tras una lucha judicial de años ha conseguido el título de princesa de Bélgica, pero parece que el reconocimiento no ha sido solo sobre el papel. El pasado 15 de octubre se encontraba por primera vez con su hermano, el rey Felipe, y ahora ha conocido a su padre y a su esposa, la reina Paola. Palacio ha informado de este encuentro a través de un comunicado conjunto firmado por los tres en el que aseguran que "se ha abierto un nuevo capítulo, lleno de emociones, tranquilidad, comprensión e, igualmente, esperanza".
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La reacción de Alberto de Bélgica tras el encuentro entre Delphine Boël y el rey Felipe
"Cada uno de nosotros ha podido expresar con serenidad y empatía sus sentimientos y vivencias. Después de las polémicas, las heridas y el sufrimiento vienen tiempos para el perdón, la curación y la reconciliación. Este es el camino, paciente y a veces difícil, que hemos decidido tomar juntos. Estos primeros pasos allanan el camino que a partir de ahora nos corresponde continuar", han escrito en el texto que han hecho público dos días después de la cita, que se produjo el pasado domingo en el castillo de Belvédère.
Junto al comunicado, han difundido una fotografía del esperado momento. En ella, podemos ver a la ya princesa Delphine sentada sobre un sofá junto a su padre que sonríe desde su silla. A su otro lado, se encuentra la reina Paola, que también ha querido ser partícipe de esta nueva etapa que los tres se han comprometido a construir juntos. Todos ellos presentan una actitud muy distendida y relajada en un ambiente acogedor y familiar.
Sus primeros días como princesa
En su primera comparecencia como Alteza Real, Delphine, que no pudo reprimir las lágrimas, insistía en que nunca ha buscado dinero, pero no quería ser considerada como una hermana diferente. Entonces manifestó que no creía que la Familia Real la recibiese, pero estaría encantada de participar en algún evento con ellos. Tan solo diez días después de estas palabras se produjo el primer encuentro con su hermano Felipe de Bélgica, con el que también emitió un comunicado conjunto en el que se comprometían a seguir desarrollando el vínculo que les une en el contexto familiar. En este caso, el texto era más breve y con un lenguaje más institucional que el difundido junto a los reyes Alberto y Paola, en el que emplean un tono más cercano y hacen varias alusiones a las emociones y al sufrimiento vivido.
La historia de Delphine Boël salió a la luz en 1999, cuando se publicó una biografía no autorizada de Paola de Bélgica. En 2013, la belga, ayudada por su madre -que mantenía haber tenido una relación con el entonces rey durante varios años- reclamó una prueba de ADN a Felipe y Astrid de Bélgica. Paralelamente, Jacques Boël se sometió a una prueba genética para constatar que, efectivamente y tal y como reclamaba la artista, él no era el padre biológico. El pasado 27 de enero, el padre de Felipe de los Belgas admitía, a través de un comunicado oficial difundido por su abogado, la paternidad de la artista de 51 años. La primera batalla estaba ganada, pero decidió pelear también por el título y el apellido de su padre. Finalmente, el Tribunal de Apelación de Bruselas ha dictaminado que la belga sea tratada como Alteza Real y reciba el título de princesa. Asimismo, sus hijos, Joséphine y Oscar, de 16 y 12 años, también se convierten en princesa y príncipe, respectivamente y recibiendo el mismo tratamiento que su progenitora.