Skip to main contentSkip to footer
joaquin belgica gtres© Getty Images

La otra razón del viaje de Joaquín de Bélgica a Córdoba

Un periódico de Bruselas apunta a que el Príncipe, sobrino del rey Felipe de los belgas, viajó hasta Andalucía para celebrar el cumpleaños de su novia, Victoria Ortiz


Actualizado 11 de junio de 2020 - 15:27 CEST

Varios días después de que se supiera que el príncipe Joaquín de Bélgica, sobrino del rey Felipe de los belgas, dio positivo en coronavirus después de haber asistido a una fiesta en Córdoba, los medios del país siguen publicando informaciones sobre la última polémica que ha salpicado a la monarquía belga. El hijo de la princesa Astrid, que pidió disculpas y admitió no haber respetado las medidas de la cuarentena, podría haber viajado hasta España por otro motivo además de la versión dada de manera oficial, aunque en su comunicado no aclaró por qué se desplazó a nuestro país. La Casa Real informó que el Príncipe se desplazo el 24 de mayo por motivos de trabajo ya que iba a hacer unas prácticas laborales, sin embargo, la fiesta a la que acudió nada tendría que ver con su carrera profesional.

Joaquín de Bélgica© Getty Images
La prensa belga ha dado otra razón para que Joaquín de Bélgica viajara a Córdoba

El hijo de los príncipes Astrid y Lorenz estaba confinado en su casa de Bruselas desde el comienzo de la crisis sanitaria, sin embargo, viajó a Andalucía a finales del pasado mes. Según información recopilada por el diario Le Capitale, que ha llevado a cabo una investigación, “la verdadera razón de este viaje sería dar una sorpresa a su novia Victoria, que celebró su 30 cumpleaños el 25 de mayo”. El aristócrata y la cordobesa mantienen una relación mantienen una relación desde hace seis años. Su historia de amor surgió en 2014 cuando la joven, licenciada en Derecho, cursó una beca en la sede de Bruselas del Parlamento europeo. Desde entonces han mantenido una relación muy discreta de la que apenas hay testimonio gráfico. El año pasado, unas imágenes de la pareja durante unas vacaciones en Botsuana, sirvieron para confirmar que su romance continuaba. Victoria procede de una familia muy conocida en Córdoba. Es hija de Antonio Ortiz y de María Victoria Martínez- Sagrera, un matrimonio que se dedica a la cría ecológica de vacas retintas en una finca de 900 hectáreas en Villafranca de Córdoba. Fue en este lugar, a orillas del Gudalquivir, en el que Victoria desarrolló su pasión por los caballos, llegando incluso a competir en concursos de saltos.

Joaquín de Bélgica© Getty Images
El sobrino de Felipe de Bélgica habría acudido a la fiesta por el 30 cumpleaños de su novia, la cordobesa Victoria Ortiz, según informa Le Capitale

- Victoria Ortiz, la española que podría entrar en la Familia Real belga

Además, el periódico de Bruselas apunta, según ha recogido Paris Match, la ruta que hizo el nieto de los reyes Alberto y Paola para acudir a la fiesta. Joaquín habría tomado dos vuelos. El primero, de Bruselas a Frakfurt y el segundo, de Frankfurt a Madrid. Desde la capital se habría dirigido en AVE a Córdoba.

Joaquín de Bélgica con su familia© Getty Images
El hijo de la princesa Astrid se ha disculpado por sus actos y el Gobierno del país ha dado por cerrado el asunto

Así las cosas y después de que el sobrino del soberano pidiera disculpas por no cumplir las normas, el Gobierno belga también se ha pronunciado sobre el asunto. La primera ministra, Sophie Wilmès, quiso zanjar el asunto al declarar que “es un ciudadano que se disculpó por un comportamiento que lamenta. Dice que asumirá todas las consecuencias y eso es bastante normal. Caso cerrado”. Por su parte, la madre del joven se negó a responder a los periodistas que se congregaron en el último acto público en el que participaron, aunque dejaron caer que su hijo está mejor.

El pasado fin de semana, la Casa Real belga confirmó que el príncipe Joaquín había dado positivo en COVID-19 tras participar en una fiesta familiar en Córdoba. Según la denuncia de la Junta de Andalucía el encuentro se produjo en un domicilio particular y congregó a una treintena de personas, un número que duplicaría el permitido en la fase 2.