No es la primera vez que la actitud del príncipe Laurent de Bélgica deja mucho que desear. El hermano del rey Felipe demostró durante el desfile nacional el pasado domingo que esta celebración le importaba más bien poco. Sus reprochables gestos no tuvieron fin: primero, decidió hablar por teléfono durante unos dos minutos, ante la atenta mirada de los Reyes y de su mujer, que intentó sin éxito llamar su atención. Después, no contento con utilizarlo para entablar una conversación, decidió trastear con él por un tiempo. Tampoco se levantó para saludar a la doctora del rey Alberto II, y se marchó antes de estrechar la mano a los políticos asistentes. Dale al play y no te lo pierdas.