Ya hay sentencia en el caso de Delphine Böel, la mujer belga que ha llevado a los tribunales al rey Alberto de Bélgica asegurando ser hija suya. La Corte de Apelación de Bruselas se ha pronunciado este mismo jueves y lo ha hecho de una forma nada favorable para el monarca. El tribunal ha apoyado las pretensiones de Böel y ha obligado al soberano a realizarse las pertinentes pruebas de ADN para comprobar si efectivamente existe vínculo de sangre entre ambos. En el caso de negarse, Alberto de Bélgica tendrá que abonar diariamente la cantidad de 5.000 euros.
Del fallo judicial se desprende que el rey Alberto de Bélgica "debe informar al perito judicial en la primera convocatoria después de esta sentencia, a fin de realizar el gravamen necesario para ejecutar lo requerido en la sentencia de la presente sala sobre lo juzgado el pasado 25 de octubre de 2018. Si el rey Alberto II no lo hace, se le condena al pago, a la señora Delphine Böel, de una multa de 5.000 euros diarios por cada jornada de retraso a partir del día después de la primera convocatoria. Esto ya no tendrá validez el día en el que se tomen las muestras necesarias en su persona"
Por el momento, y según Alain Berenboom, letrado del padre de Felipe de Bélgica, esta medida no puede ejecutarse mientras haya un recurso pendiente, y es precisamente lo que defienden, tal y como recoge la agencia belga. La intención del soberano y de sus abogados es paralizar este proceso y no verse abocado, por tanto, a la realización del examen genético, algo que Delphine Böel lleva solicitando desde hace ya varios años. Por su parte, uno de los asesores de la mujer belga, Marc Uyttendaele, se ha mostrado muy satisfecho con el fallo judicial y ha calificado el mismo de "solución serena". "El tribunal escuchó nuestro mensaje de que no es necesario esperar más para recopilar las muestras de ADN, dada la edad del rey Alberto (84)", ha manifestado, antes de calificar la multa de "irrelevante".
La sentencia conocida este jueves hace referencia al fallo del tribunal del pasado mes de octubre. En aquel momento, el Tribunal de Apelación de Bruselas instó al rey Alberto de Bélgica a hacerse las pruebas genéticas tras concluir que Jacques Böel, padre legal de Delphine, no era el biológico. En aquel momento, se le dio al monarca un plazo de tres meses para que se sometiera al test de ADN, pero no lo hizo. Incluso su abogado negó que su cliente hubiera sido convocado para tal fin.
La primera demanda presentada por Delphine Böel contra el que ella considera su padre biológico se remonta al año 2013, tras la abdicación de Alberto de Bélgica y catorce años después de que saliera a la luz su historia como consecuencia de la publicación de una biografía no autorizada de la reina Paola, esposa del soberano. Böel no ha estado sola en todo este proceso, ha contado con la ayuda y el apoyo de su madre, Sybille de Selys Longchamps, que en alguna ocasión ha detallado incluso la relación que supuestamente mantuvo durante varios años con el rey belga.
Alberto de Bélgica es llamado a declarar por el caso de su supuesta hija ilegítima