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Elisabeth de Bélgica ha sorprendido a todos en su último acto. La heredera al trono ha acompañado a su padre, el rey Felipe, en su visita a las instalaciones del cuerpo de bomberos de Bruselas. 

Luciendo una chaqueta ignífuga y unas botas altas, la princesa ha aprovechado sus vacaciones de Pascua para retomar sus actos oficiales. Cabe recordar que, actualmente, se encuentra residiendo en Reino Unido, donde está estudiando el bachillerato internacional en el prestigioso UWC Atlantic College de Gales. 

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Durante el recorrido, la Princesa ha presenciado varias demostraciones por parte de los profesionales de la escuela de entrenamiento y ha podido ser protagonista de algunas de ellas. Como se observa en la imagen, Elisabeth cogía la manguera y, a pesar de la presión y la fuerza, enfocaba correctamente donde le indicaban mientras sonreía a los asistentes. 

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Además, la hija de Matilde y Felipe de Bélgica ha comprobado en su propia piel los sistemas de formación que se aplican en la escuela, así como algunas de las situaciones de riesgo en las que es necesaria la intervención de los bomberos, como es el caso de personas que tras sufrir un accidente quedan atrapadas en el interior de un vehículo.

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Al finalizar la visita, la Princesa, que en todo momento se mostró muy emocionada y alegre, recibió un polo del cuerpo de bomberos.

Tal y como anunció hace unos días la Casa Real belga, la Princesa no recibirá a partir de octubre -cuando cumpla los 18 años- la dotación que le corresponde como Heredera al trono. Sus padres han decidido que su hija termine primero sus estudios con total tranquilidad y, solo después, comience a recibir la asignación estatal, que conlleva un repertorio de actividades, la contratación de empleados y un control parlamentario de gastos.

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Este centro de formación, conocido como Escuela del fuego, es el lugar en el que los aspirantes a bomberos se preparan de manera exhaustiva.

Una vez finalizado el acto, el rey Felipe y su hija posaron con el equipo de bomberos y autoridades. 

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