Son unos enamorados del Camino de Santiago y es por ello que ya se ha convertido en algo habitual ver a Felipe y Matilde de Bélgica visitando a nuestro país como dos peregrinos más. Después de que en 2017 realizaran varias etapas a su paso por Navarra, el año pasado siguieron completando la Ruta Jacobea, concretamente por La Rioja. En una nueva visita a nuestro país, en esta ocasión han elegido las provincias de Burgos y Palencia, donde la expectación ha sido máxima a pesar de ser un viaje privado que no se había comunicado a nivel institucional ni oficial y cuyos detalles desconocían hasta los alcaldes de los pueblos que han atravesado.
Así, tal y como publica la Agencia EFE, el jueves pasado fueron realizando la etapa que transcurre entre las localidades palentinas de Itero de la Vega y Frómista, acompañados por tres de sus cuatro hijos (faltaba la mayor) y un numeroso grupo de amigos. Al principio de la semana realizaron una parte del Camino de Santiago burgalés y descubrieron en Castrojeriz un rico patrimonio y la travesía más larga de la ruta jacobea, ya que el Camino de Santiago cruza esta localidad longitudinalmente a lo largo de más de 1.500 metros.
Como decíamos, el jueves eligieron un tramo de unos 16 kilómetros que transcurre entre Itero de la Vega, el primer pueblo palentino del Camino, y Frómista, la localidad donde se cruzan el camino de la fe y la razón al coincidir el Camino de Santiago y el Canal de Castilla, una obra de ingeniería de la España Ilustrada que llamó la atención de los Reyes belgas. Tal y como puede verse en la imagen, iban muy abrigados y preparados para cualquier adversidad atmosférica.
Durante más de tres horas recorrieron, parte de la estepa castellana que les llevó a atravesar la localidad de Boadilla del Camino y alcanzar la cuádruple esclusa del Canal de Castilla en Frómista, donde llegó primero la reina, acompañada de su hija pequeña, y unos veinte minutos después Felipe con sus hijos varones. Según informa EFE, hubo un momento en el que empezó a llover y el grupo del Rey decidió detenerse para tomar un pequeño almuerzo y admirar uno de los elementos más singulares y destacados del Canal de Castilla, hasta que la lluvia comezó a arreciar y el grupo decició continuar con su camino por tierras palentinas.
De esta forma, la familia real belga ha elegido por tercer año consecutivo recorrer a pie un tramo del Camino de Santiago francés, como hicieron en 2017 cuando optaron por un tramo de Navarra, y en 2018 cuando escogieron las provincias de Álava y Logroño. Si bien en esta ocasión han decidido mantener mayor discreción que en sus otros viajes y alejarse del foco mediático para disfrutar de la ruta jacobea como auténticos peregrinos. "El día anterior hubo mucho revuelo de gente y cuando han pasado también se ha notado su presencia por la seguridad que les acompaña, aunque ellos quieran ser muy discretos", comentó un vecino al Diario Palentino.