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Delphine Böel, la mujer que lleva años reclamando la paternidad del rey Alberto de Bélgica, no iba a quedarse de brazos cruzados después de que hace unos días el monarca, de 84 años, acudiera al Tribunal de Casación para recurrir la sentencia que le instaba a someterse a un test de ADN. Lo que pretendía el padre del rey Felipe de Bélgica era evitar, por el momento, tener que hacerse las pruebas genéticas. Pues bien, Delphine ha movido pieza y, a través de sus abogados, va a solicitar que el rey Alberto tenga que abonar 5.000 euros diarios por cada día que se niegue a realizar las pertinentes pruebas de paternidad.
Alberto de Bélgica se defiende: acude al Tribunal de Casación para evitar hacerse las pruebas de ADN
Según recoge la prensa belga, el próximo jueves está prevista una nueva audiencia en el marco del juicio que inició hace más de cuatro años Delphine Böel para demostrar que el rey Alberto es su padre. Ya entonces existía la intención por parte de la demandante de que el padre de Felipe de Bélgica se sometiera a un test de ADN. De hecho, meses antes, en 2013, sus abogados reclamaron un test genético a los hijos del rey Alberto, Felipe y Astrid, ya que por aquel entonces la condición de monarca de Alberto de Bélgica le impedía ser citado por la Justicia.
El pasado mes de noviembre, el Tribunal de Apelación de Bruselas ordenó al marido de Paola de Bélgica que se realizara el pertinente examen genético, tras concluir que Jacques Böel, padre legal de Delphine, no era el biológico, y por tanto era necesario, "legítimo y suficiente", buscar la paternidad "en otro hombre". Se dio entonces a Alberto de Bélgica un plazo de tres meses para que se sometiera a las pruebas de ADN. No lo hizo. De hecho, su abogado, Alan Berenboom, siempre negó que su cliente hubiera sido convocado para tal efecto. Hace unos días, el monarca apeló en el Tribunal de Casación, la última instancia de su país, para intentar evitar, en la medida de lo posible, tener que pasar por ese trance.
La historia de Delphine Böel salió a la luz en 1999, cuando se difundió una biografía no autorizada de la reina Paola. Su madre, la baronesa Sybille de Selys Longchamps, apoyó todas las demandas de su hija y detalló la relación que supuestamente mantuvo durante varios años con Alberto de Bélgica, desvelando al mismo tiempo que los reyes estuvieron en dos ocasiones al borde del divorcio, una en 1969 y la otra en 1976. Además, hizo públicas unas fotografías de Delphine de joven junto al padre del rey Felipe.
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