Fue el 23 de julio de 2013 cuando Felipe y Matilde de Bélgica protagonizaron sus primeros retratos oficiales como reyes, apenas 24 horas después de haber sido investidos como soberanos de los belgas. Para aquel posado, realizado en los jardines del castillo de Laeken, Matilde de Bélgica eligió un vestido azul cobalto y la diadema de las reinas, aunque en su versión más sencilla. Habría que esperar cinco años para que volviera a lucirla para una fotografía oficial, eso sí, esta vez la tiara del Imperio Belga ha brillado en todo su esplendor con motivo del Día del Rey.
La imagen de Matilde de Bélgica en las nuevas instantáneas hechas públicas este jueves por la Casa Real del país da fe de la evolución que ha tenido la esposa de Felipe de Bélgica como reina. Ha ido creciendo, afianzando su posición de una manera lenta pero segura. De hecho, no fue hace mucho cuando comenzó a usar esta y otras tiaras, que gozan de gran simbolismo e importancia en el seno de la monarquía belga. Esta diadema en concreto es la pieza más relevante del cofre real. Conocida también como la diadema de las Nueve Provincias, se trata de una pieza art déco que fue un regalo del pueblo de Bélgica a la princesa Astrid de Suecia, con motivo de su boda en 1925 con el que se convertiría en Leopoldo III de Bélgica.
Consta de una base de brillantes con greca de la que parten once tallos que sujetan 11 grandes diamantes. Matilde de Bélgica ya la ha lucido en varias ocasiones, como en la cena de honor que ofrecieron con motivo de la visita del rey Abdalah y Rania de Jordania, en mayo de 2016. En aquella ocasión, sin embargo, y al igual que sucedió en el primer posado oficial de los reyes belgas en 2013, Matilde únicamente lució la parte inferior de la tiara, sin los diamantes.
Seis meses después, la esposa de Felipe de Bélgica decidió incorporarlos, esta vez para acudir a la cena de gala que Guillermo y Máxima de los Países Bajos ofrecieron en su honor en el Palacio Real de Ámsterdam. Matilde de los Belgas demostró en esta ocasión, con la versión completa de la diadema, su seguridad y templanza como reina, algo que ha vuelto a dejar claro en este posado oficial que protagoniza junto a su marido, el segundo como reyes. No es la única diferencia con respecto a aquel primer retrato oficial. Para esta sesión de fotos, Matilde de Bélgica ha elegido un largo vestido fucsia, en contraste con el azul cobalto de 2013.