Es el hermano pequeño del rey Felipe de los belgas

Más polémico que nunca, Laurent de Bélgica vuelve a la carga

En una entrevista con un periódico flamenco establece paralelismos entre su enfrentamiento con algunos grupos políticos y el Holocausto y los tiroteos escolares en los Estados Unidos

por hola.com

Nunca ha dejado de estar en el ojo de la polémica. Laurent de Bélgica ocupa durante unos meses un perfil más discreto y de pronto vuelve a irrumpir en la vida pública sin dejar indiferente a nadie. El polémico hermano pequeño del rey Felipe de los belgas ha concedido una entrevista a Het Nieuwsblad en el que, en palabras del citado medio flamenco, “establece paralelismos con su propia situación y la del Holocausto o los tiroteos escolares en los Estados Unidos”.

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Como avanza el propio medio ha sido el propio Príncipe el que llamó a la redacción: “Esto tiene que detenerse ahora”. El hermano del Rey tiene un conflicto abierto con el diputado de N-VA, Peter Buysrogge, al que advierte que denunciará por difamación si no se disculpa públicamente por haberlo acusado de fraude. “No me merezco esto, estoy cansado de ser descrito como una persona malvada después de cincuenta años”, afirma en sus últimas declaraciones.

El diputado de los regionalistas moderados considera que el príncipe Laurent presentó una “declaración de actividad falsa”, informe que tiene que entregar para mantener su dotación económica de 308.000 euros y para demostrar que no se está extralimitándose en sus funciones de representación. El citado político encuentra lagunas en el listado ya que, por ejemplo, no incluye la polémica fiesta en la Embajada China a la que quedó demostrado que el hermano del Rey acudió sin el permiso del Ejecutivo. “Esto genera preguntas sobre lo que aún falta en la lista. Sabemos que Laurent estuvo presente en esa fiesta, nunca lo negó. Por lo tanto, no podemos deducir del informe lo que realmente está haciendo”, afirmó Peter Buysrogge en unas declaraciones que recoge también Het Nieuwsblad.

Nada contento con las palabras del político de Nueva Alianza Flamenca, el Príncipe ha dicho que le demandará por difamación si no se disculpa con “palabras sinceras, claras e inconfundibles”. “Las acusaciones de fraude y falsificación no pueden justificarse de ninguna manera y eso indica una intención particularmente maliciosa”, advierte lanzando la idea de que incluso incluso podría plantearse pedir una compensación económica por ver dañada su imagen. El representante de N-VA no se ha mostrado muy impresionado y afirma que su trabajo es “ejercer el control parlamentario y no dejarse presionar”.

Las palabras más polémicas

En esas mismas declaraciones a Het Nieuwsblad, el príncipe Laurent se considera una minoría castigada por ser “hijo y hermano de Rey”.  “Piensa en todos los niños que cometen asesinatos, piensa en todos los judíos que fueron asesinados, piensa en cada hombre que fue asesinado porque pertenecía a una minoría. Cuando me atacan pienso en los judíos que fueron masacrados, solo porque eran judíos, ¿cómo es posible que en este mundo alguien sea acusado por pertenecer a un grupo o a una familia? Comienza con una intimidación y conduce al odio”, añade. “Hay muchos estudiantes que cometen asesinatos porque se sienten intimidados en las redes sociales”, comenta el príncipe que ve en la acusación del político una estrategia para conseguir votos.

No es la primera vez que Laurent ha verbalizado el agravio que implica pertenecer a la Casa Real y en esa línea ha continuado remontándose a su infancia. “Tuve problemas en la escuela porque era miembro de la Familia Real, pero yo nunca elegí eso”, continúa. “He vivido muchas cosas malas, la gente a veces me acusa por la calle de robar al Estado, porque me pintan tan negativamente sin conocerme”, afirma el hermano del Rey en unas declaraciones que están sacudiendo el país.

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El inicio del conflicto

El conflicto viene de atrás y tiene múltiples aristas, ya que enfrenta directamente a un miembro de la Casa Real con un parlamentario rompiendo así el abecé de las monarquías europeas de no injerencia en la vida política del país al que representan. Aunque su vida ha estado salpicada de controversia, esta última polémica se inició en el año 2015, cuando el Tribunal de Cuentas de Bélgica comenzó a cuestionar sus gastos. Al recibir un salario el Príncipe tiene que entregar justificantes sobre cómo se gasta la dotación real y en esos justificantes, según el diario La Libre, el tribunal encontró gastos que no pertenecen a labores de representación como tickets de supermercado o viajes de esquí.

Cuando se enfrió esta polémica, el 19 de julio de 2016 Laurent de Bélgica acudió a un acto en la embajada China para celebrar el 90 aniversario del Ejército Popular de Liberación y lo hizo sin la autorización necesaria del Presidente del Ejecutivo. El propio Príncipe compartió en sus redes sociales imágenes con los representantes del gigante asiático cortando la tarta. Esto supuso un escándalo en el país y tras varios incidentes similares y diversas advertencias de que este comportamiento le costaría la suspensión o reducción de su dotación anual, el primer ministro de Bélgica, Charles Michel, activó el procedimiento para que se le multara con un 15% por ciento de su sueldo.

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Desde Palacio precisaron que la decisión de exigir una sanción a Laurent se tomó con el visto bueno del rey Felipe de los belgas, sin embargo, representantes del partido liberal (VLD), los regionalistas moderados (NV-A) y las juventudes Cristianodemócratas (CD&V) reclamaron que se reabriera el debate sobre la dotación de los príncipes belgas no herederos y que se analizaran al fondo sus actividades. Ahora algunos medios del país, como el propio Het Nieuwsblad, recogen opiniones de expertos en el tema, como Herman Matthijs, que advierte que el Príncipe está entrando en terrenos resbaladizos ya que el no permanecer al margen de la política le podría costar la suspensión de la dotación por completo. 

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