Una segunda vida real para Sarah Ferguson

El príncipe Andrés y Sarah Ferguson se casaron en 1986, se separaron en 1992 y firmaron el divorcio en 1996. Esta imagen fue tomada durante su luna de miel en las Azores. 

Sarah Ferguson (en esta imagen con los Windsor durante el bautizo de la princesa Eugenia) perdió su título de Alteza Real tras el divorcio, el de duquesa de York lo conserva a menos que se vuelva a casar

Llegar a una Familia Real implica un proceso por el que muchas han pasado. Lo vivió Diana de Gales, Sofía de Wessex, la duquesa de Cambridge y la recién llegada duquesa de Sussex. Lo que es poco común es que se transcurran por ese camino en dos ocasiones.