Aunque ahora es el epicentro de la juventud de la monarquía británica, para muchos el Palacio de Kensington es y será siempre sinónimo de Diana de Gales. El príncipe Carlos y su primera esposa construyeron aquí su hogar y fue donde ella (que se refería a su casa como “KP”) continuó residiendo con los príncipes Guillermo y Harry después del divorcio y hasta su muerte en 1997. Es por este motivo porque son los terrenos, jardines y puertas del Palacio de Kensington los que eligen muchos británicos para rendir homenajes espontáneos y personales a la Princesa de Gales.
Como el recuerdo de Diana está tan presente en este lugar, los príncipes Guillermo y Harry eligieron que fuera aquí donde se plantara un jardín con flores blancas en su memoria, un proyecto que se dio a conocer en el otoño de 2016 y que se inauguró con motivo del 20º aniversario de su fallecimiento. El Jardín Blanco de Diana está abierto al público cada día y es visitado por británicos y turistas gracias a su atractiva y céntrica ubicación en los jardines de Kensington. Este significativo lugar fue el elegido por el príncipe Harry para comunicar su compromiso oficial con Meghan Markle.
Cuatro meses después de anunciar su compromiso oficial y de que se comunicara que su boda quedaba fijada para el próximo 12 de octubre en el Castillo de Windsor, Eugenia de York y Jack Brooksbank daban un paso más en su relación. La pareja, protagonista de un largo noviazgo que comenzó en Suiza en el año 2010, se iba a vivir junta a uno de los vecindarios más exclusivos y enigmáticos de Londres… ¡El Palacio de Kensington!
Fue durante la pasada primavera, mientras los ojos estaban puestos en la boda de los duques de Sussex y en el nacimiento del tercer hijo de los duques de Cambridge, cuando la Princesa y su prometido comenzaban a vivir juntos en el Ivy Cottage, una vivienda de tres habitaciones en los terrenos del Palacio de Kensington.
Ivy Cottage cuenta con tres habitaciones mientras que Nottingham Cottage, la residencia de los duques de Sussex, se ha dicho que tiene dos. Ninguna se puede comparar por tanto con la de sus vecinos, los duques de Cambridge, que situada en el interior del propio Palacio de Kensington cuenta con 21 habitaciones para ellos, sus tres hijos y la parte más cercana de su personal.
Esta “urbanización” solo apta para “royals” y situada en uno de los lugares con el metro cuadrado más caro del Reino Unido se ha rejuvenecido considerablemente tras la llegada de los duques de Cambridge y sus hijos, que durante un tiempo vivieron en Anmer Hall en Norfolk, la casa de estilo georgiano que la Reina les regaló por su boda; la llegada por todo lo alto de Meghan; y la discreta mudanza de Eugenia de York y Jack Brooksbank.
Antes de instalarse en el Ivy Cottage, la princesa Eugenia vivía en el cercano Palacio de St. James con su hermana mayor, la princesa Beatriz. Previamente hay que recordar que la hija pequeña del príncipe Andrés y Sarah Ferguson estuvo viviendo en Nueva York, mientras trabajaba para la firma de subastas Paddle8. Además Eugenia y Beatriz están muy ligadas al Royal Lodge, la residencia oficial de príncipe Andrés en Windsor y el escenario que los medios británicos señalan para las fiestas post-boda.