El novio y Sarah Ferguson, los más espontáneos y alegres a su llegada a la capilla de San Jorge
La ex mujer del príncipe Andrés, del que se divorció hace más de dos décadas, se ha reencontrado con la Familia Real en el gran día de Eugenia de York y Jack Brooksbank
Más sonrientes y naturales que nunca. Las llegadas de Jack Brooksbank, y de la que este viernes se convierte en su suegra, Sarah Ferguson, ha puesto la nota espontánea a este día marcado en rojo en el calendario vital de la Familia Real británica. Aunque en un principio estaba previsto que Sarah Ferguson y su hija Beatriz llegaran antes que el novio, el primero en hacerlo ha sido éste. Lo ha hecho acompañado de su best man, papel que ejerce su hermano Thomas. Radiante y saludando por doquier a los ciudadanos apostados a las puertas de la capilla de San Jorge, Jack Brooksbank se ha mostrado muy relajado e incluso ha intercambiado alguna que otra broma a su llegada, quizá para templar los nervios propios de este día.
Nada más saludar al decano de Windsor, el reverendo David Conner, el novio, muy elegante con traje -en el que ha colocado una rosa de York regalo de su suegra- y sus características gafas, y su best man han recorrido el paseíllo hasta el altar sin dejar de saludar e intercambiar risas e impresiones con algunos de los invitados a su paso. Segundos después de su entrada, un nuevo coche paraba a las puertas del templo: en él viajaban Sarah Ferguson y Beatriz de York, que ha ejercido de perfecta dama de honor con su hermana Eugenia, tal y como anunciaba la Casa Real hace apenas 48 horas. La madre de la novia se ha dado un auténtico baño de masas a su llegada y no ha querido entrar a la capilla sin saludar antes de forma efusiva a algunas de las personas que se agolpaban frente a la puerta este. Precisamente en este punto es donde las ha recibido el decano de Windsor y por aquí es por donde han accedido al interior. Posteriormente, han sido escoltadas hasta los sitios desde los que presenciarían toda la ceremonia, un lugar destacado junto al resto de la Familia Real británica.
Y es que lejos quedan ya las tensiones entre y la Familia Real británica. Fueron años de desavenencias, desencuentros y un alejamiento del que ahora parece escribirse un punto y aparte. Este viernes, la reconciliación pública escenificada por la reina Isabel II y su exnuera en junio en el hipódromo real de Ascot se ha refrendado durante la boda real. Prueba de que algo ha cambiado en Buckingham y de que, gracias al feliz acontecimiento, Sarah Ferguson ha conseguido hacerse de nuevo un hueco en la que fuera su familia política.
Los escándalos que separaron a Sarah Ferguson de los Windsor
Si el pasado 19 de mayo, durante la boda de los duques de Sussex, Doria Ragland adquirió un papel protagonista en el 'sí, quiero' de su hija Meghan, en esta ocasión Sarah Ferguson ha acaparado gran parte de las miradas y los flashes en este día, marcado en rojo en el calendario vital de la Familia Real británica. Primero por su espontaneidad y, después, por el color elegido para su estilismo, un verde esperanza que recordaba al que lució durante una de las últimas instantáneas que compartió con el que fuera su suegro, el duque de Edimburgo, hace más de 26 años. La rentrée de Sarah Ferguson en el seno de los Windsor ha traído consigo, además, el gesto que los británicos esperaban desde hacía años. Felipe de Edimburgo y su exnuera han enterrado el hacha de guerra y ambos compartirán plano en las fotografías oficiales de la boda, según reveló recientemente el Daily Mail. "El duque de Edimburgo quiere a su nieta y desea que su gran día sea tan especial como el de sus primos", añadía. Será la primera instantánea en más de dos décadas en la que aparecen juntos.
Los duques de York se casaron en 1986 y se separaron seis años después, aunque no firmaron el divorcio hasta 1996. En su momento se dijo incluso que Sarah Ferguson era la nuera preferida del duque de Edimburgo, aunque años después saldrían a la luz las tensiones entre ambos. En la actualidad, los padres de Eugenia y Beatriz mantienen una excelente relación por el bien de sus hijas. Aunque no acudió al enlace de los duques de Cambridge, Sarah sí estuvo presente en el de los duques de Sussex y lo cierto es que, desde entonces, la presencia de la exmujer del príncipe Andrés en los eventos familiares se ha normalizado de manera progresiva, hasta el punto de convertirse este viernes en una de las grandes protagonistas de la boda de su hija Eugenia.