Así amanece el castillo de Windsor en el gran día de Eugenia de York y Jack Brooksbank
Cinco meses después, la ciudad vuelve a vestirse de gala para acoger otra boda real, en este caso la de la hija del príncipe Andrés y su prometido
Todo está preparado en Windsor. La ciudad, situada a unos 50 kilómetros al oeste de Londres, es de nuevo el escenario elegido para acoger una boda real. Fue hace cinco meses cuando Meghan Markle y el príncipe Harry, hoy duques de Sussex, se dieron el 'sí, quiero' en este singular enclave y este viernes les toca el turno a Eugenia de York y Jack Brooksbank, quienes pondrán, a partir de las once de la mañana (hora local) el broche de oro a una historia de amor que dura ya ocho años. Lo harán bajo el cielo de Windsor, en el condado de Berkshire, que acapara todas las miradas desde primera hora de la mañana.
La previsión metereológica para este gran día a orillas del Támesis es, a escasas horas de que se produzca el esperado enlace, de intervalos nubosos. Y así ha amanecido en Windsor. La humedad ha hecho acto de presencia desde primera hora de la mañana e incluso los vecinos han podido vislumbrar una suerte de arco iris sobre el castillo. Existe la posibilidad de que aparezca la lluvia (hay un 7% de posibilidad de que eso ocurra), pero esta sería en cualquier caso de carácter débil. Se esperan temperaturas suaves, de 16 grados centígrados de media y alguna que otra racha de viento que podría alcanzar los 37 kilómetros por hora. En el caso de que se cumplan los peores pronósticos en cuanto al clima, los novios tienen un plan b para el momento en el que realicen su recorrido nupcial tras la ceremonia religiosa, pues, como ya sucedió el pasado 19 de mayo, se recurriría en ese caso a un carruaje cubierto. Por el momento, el que está previsto es un landó de las Caballerizas Reales con el que saldrán de la capilla de San Jorge para dirigirse posteriormente a High Street, Park Street, The Long Walk y, de nuevo, al Castillo de Windsor. Se trata de la misma ruta que efectuaron en 1999 los condes de Wessex y que en esta ocasión está completamente adornada por los vecinos con carteles y banderines. El ambiente festivo se respira en cada esquina.
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Al igual que en la boda de su primo Harry, Eugenia de York también cuenta en su gran día con un importante despliegue de seguridad que se encarga de proteger el perímetro en el que se van a dar cita los ilustres invitados y, sobre todo, la Familia Real británica. Así, en esta ocasión el montante económico, según las informaciones manejadas por The Mirror, supera los dos millones de euros. No es de extrañar teniendo en cuenta que el dispositivo comprende desde perros rastreadores y efectivos policiales en prácticamente cada esquina de los aledaños de Windsor hasta francotiradores en los tejados y oficiales armados. Desde la noche anterior, las carreteras de acceso a la localidad permanecen cerradas. Este notable gasto será sufragado por los contribuyentes.
Algunos de ellos han comenzado, desde primera hora de la mañana de este viernes, a abarrotar el exterior del Castillo. Hay que recordar que los novios han querido, siguiendo la estela dejada por los duques de Sussex, invitar a representantes civiles de la sociedad del Reino Unido, así como a numerosas celebrities. Según el comunicado que emitió la Casa Real británica hace un mes, se han recibido más de 100.000 solicitudes de personas interesadas en acceder al lugar, de las que se han seleccionado a 1.200, que son los privilegiados que podrán ver, en apenas unas horas, a Eugenia de York y Jack Brooksbank de cerca.