Los otros protagonistas de la boda real

De la tensa separación al idílico divorcio, así terminó el matrimonio de los duques de York

Del príncipe Andrés y de Sarah Ferguson se dijo que eran 'una pareja real atípica' y lo cierto es que en su historia ha habido algunos hechos insólitos

by Sira Acosta

“¡Os aseguro que no cambiaré!”. Dicen que el día de su boda, Sarah Ferguson, envuelta en la alegría del momento, gritó esa frase a sus amigos desde el carruaje nupcial. Toda una declaración de intenciones minutos después de haber dado el “sí, quiero” al príncipe Andrés. Seis años después se anunciaba su separación. Entonces muchos opinaron que nunca fueron “un pareja real típica” y otros veían en ese deseo de Sarah de no cambiar la raíz del problema. ¿Cómo terminó el matrimonio de los duques de York?

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El 23 de julio de 1986 el segundo hijo de la Reina de Inglaterra y el duque de Edimburgo se casaba con Sarah Ferguson, a la que había conocido durante su infancia pero con la que mantuvo un corto noviazgo. Ella mostró su carácter espontáneo desde el primer día y esto, que al principio conquistó a muchos, años más tarde le pasaría factura. En agosto de 1988 nació la princesa Beatriz y dos años más tarde completaron la famila con la llegada de la princesa Eugenia. Los primeros años del matrimonio estuvieron marcados por las obligaciones del Duque con la Marina, por lo que el matrimonio estuvo separado algunos periodos de tiempo.  

Los duques de York vivieron años felices. En 1991 compartieron su alegría con HELLO! y ¡HOLA! y abren las puertas de su casa de Castlewood para un reportaje familiar. ‘Casarme con Sarah ha sido la mejor decisión de mi vida’, dijo entonces el el príncipe Andrés durante una entrevista con imágenes de lo más cotidianas. La Duquesa de dejó fotografiar cambiando los pañales a sus pequeñas y el Príncipe chapoteó con sus hijas en la piscina. Un año después la pareja se separaba y un portavoz del Palacio de Buckingham calificó este reportaje de “demasiado íntimo".

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Una polémica sin precedentes en la Casa Real

Exactamente el día que se cumplían seis años de su compromiso matrimonial se anuncia la separación de los duques de York. Daily Mail publica la noticia 24 horas antes del comunicado oficial y esto provoca que se acuse a Sarah de filtrar la noticia; el medio británico lo niega. El comunicado causa sorpresa aunque los rumores de problemas en pareja llevaban tiempo circulando. Como detonante se apunta a las fotografías de Sarah con el multimillonario tejano Steve Wyatt, se dice que el duque de Edimburgo pidió determinación a su hijo y los medios publican que la Duquesa llevaba tiempo soportando un trato hostil por su resistencia a adaptarse a las normas de la Corona. 

En medio de una gran expectación, y con el comunicado oficial pidiendo que se “evite cualquier intromisión en las vidas del duque, de la duquesa y de sus hijas”, se produce una tensa e insólita polémica en la Casa Real. El corresponsal diplomático de la BBC, Paul Reynolds, revela una conversación con el secretario de prensa de la Reina, Mr. Charles Anson. El periodista de la BBC asegura que “los cuchillos se han sacado contra Fergie”. “Pocas veces he oído al personal de palacio hablar en esos términos sobre alguien”, aseguró Reynolds y contó que a Sarah la consideran “incapaz para desenvolverse en actos públicos como miembro de la Familia Real”. Estas palabras del ayudante de la Reina arremetiendo contra Sarah Ferguson, en lo que se calificó como un "ataque sin precedentes", provocaron el escándalo. Finalmente Mr. Charles Anson pidió disculpas públicas tanto a la duquesa de York como a la Reina; ambas las aceptaron. 

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Sucede lo que nadie espera

En ese clima de máxima tensión, el príncipe Andrés y su mujer sorprenden a todos pasando juntos todo el fin de semana que siguió a la noticia de su separación. El viernes cenaron juntos a un conocido restaurante, el sábado fueron a una fiesta que ofreció Elton John y el domingo, después de una mañana en familia, pasaron la tarde con la Reina, con Diana y con los príncipes Guillermo y Harry. Había sido el cumpleaños de le pequeña Eugenia de Yor y eso era lo primero.

Andrés y Sarah sentaron así las bases de lo que sería su relación en el futuro: una excelente amistad que ha mantenido a la familia York unida en todo momento. “Mis padres son la mejor pareja de divorciados”, ha llegado a decir la princesa Eugenia sobre la idílica relación de los duques; mientras que el Príncipe en el año 2000 afirmó durante una entrevista con Tatler que nunca había descartado una segunda boda con la madre de sus hijas.

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Un tiempo de esperanza... y escándalo

Dadas las buenas relaciones del matrimonio no faltaba quien soñara con una reconciliación. Entonces se dijo que Diana de Gales, que había sido quien propició esta unión invitando a Sarah al Castillo de Windsor, le había aconsejado reconsiderar esa separación. Un consejo que llegaba el mismo año en el que ella misma se separaba del príncipe Carlos y la princesa Ana se divorciaba del capitán Mark Phillips. Estas tres rupturas y el incendio del Castillo de Windsor hicieron que la Reina Isabel calificara 1992 como su “annus horribilis”.

La guinda llegó en agosto de 1992 cuando la prensa publicó unas imágenes de Sarah en la Costa Azul en compañía de su asesor financiero, el norteamericano John Bryan. La noticia de la publicación de las escandalosas fotografías que ponían en evidencia su relación llegó cuando la Duquesa se encontraba con sus hijas pasando las vacaciones en el Castillo de Balmoral con el resto de Windsor, unas vacaciones que en ese momento llegaron a su fin. Fue un portavoz oficial del Palacio de Buckingham el que informó que Sarah y sus hijas habían tomado un avión a Londres.

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Sarah Ferguson: 'He destrozado mi vida'

A pesar de que la prensa británica desmenuzó los detalles de una posible custodia, del reparto de propiedades y demás términos de un posible acuerdo de divorcio, las aguas volvieron a su cauce y en 1993 Sarah Ferguson entonó alto y claro un mea culpa. “Todos cometemos faltas y errores y aprendemos de ellos. Ahora todo lo que puedo decir es ‘lo siento’ y sigo adelante”, admitió en una entrevista en la que reconoció haber "destrozado" su vida. “Andrés es mi mejor amigo y es una gran persona. Por otra parte, somos los padres de dos hijas maravillosas”, afirmó la Duquesa. Tres años después de estas palabras llegaría un divorcio de mutuo acuerdo en el que mantuvieron la custodia compartida de las niñas y ella conservó, mientras no se volviera a casar, el título de duquesa de York pero no el tratamiento de Alteza Real. 

A pesar de que la relación entre ellos ha sido excelente, hasta el punto de que se han comprado propiedades en común y de que comparten residencia oficial, aquí no terminaron los escándalos para los York. Algunos medios británicos fueron críticos con su nivel de vida y durante años las finanzas de Sarah han sido analizadas con un lupa en repetidas ocasiones y en el año 2010 regresó el escándalo. 

La última década

El ya desaparecido News of the World publicó un vídeo en el que la duquesa de York aceptaba un maletín con 32.000 euros, como anticipo de los 575.000 euros que solicitaba a un periodista que se hacía pasar por empresario para conseguirle una cita con su ex, el príncipe Andrés. Sarah Ferguson se defiendió ante Oprah Winfrey y mencionó el alcohol y su precaria situación económica como causantes de esa "seria pérdida de juicio". "Estoy profundamente arrepentida de la situación y de la vergüenza pasada", admite la exnuera de Isabel II. Tres años después el citado medio, parte del conglomerado de Rupert Murdoch, le indemnizó por esas grabaciones ilegales. Este incidente volvió a congelar las relaciones entre Sarah Ferguson y la que había sido su familia política, muestra de ello fue que al año siguiente su nombre no estuvo en la lista de invitados a la boda del príncipe Guillermo con la duquesa de Cambridge.

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Desde entonces algunas cosas han cambiado y lo han hecho de forma muy acelerada tras el anuncio de compromiso de Eugenia de York con Jack Brooksbank. La Casa Real ha tenido varios gestos encaminados a normalizar la situación con la que un día fue una de los suyos. Sarah Ferguson fue invitada a la boda de Harry y Meghan; este verano acudió a las carreras reales de Ascot, momento en el que la vimos practicar su reverencia más esmerada ante la Reina; y también se unió al retiro estival de la soberana en el Castillo de Balmoral, de ese que se marchó de forma precipitada en 1992. Tras este viaje a Escocia algunos medios, como Express o Daily Mail, advirtieron que la duquesa de York se marchó de la residencia real justo antes de que llegara el duque de Edimburgo, que según la prensa citada sigue sin querer encontrarse con ella.

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¿El siguiente capítulo?

Será el más interesante sin duda y ser escribirá el próximo 12 de octubre en el Castillo de Windsor durante la boda de Eugenia de York. Desde la posición hasta el protagonismo que la familia Windsor y el príncipe Andrés concedan a Sarah Ferguson durante las celebraciones nupciales hablarán alto y claro de lo que está ocurriendo en la familia York. Eso sin olvidar la que es una de las grandes incógnitas de la boda... ¿volverán a encontrarse el duque de Edimburgo y 'Fergie'? Esta historia no ha llegado a su fin. 

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