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Buenas noticias para la familia Hannover. Ernesto de Hannover ha recibido el alta médica tras permanecer ingresado desde el pasado 3 de abril en la clínica Ruber Internacional de Madrid. El príncipe alemán comenzó a sentirse mal durante la madrugada y decidió acudir a urgencias. Según confirmó su pareja, Claudia Stilianopoulos, fue ingresado en la UCI debido a una dolencia crónica no relacionada con los recientes problemas de cadera que ha sufrido.
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La preocupación por su estado de salud fue inmediata. Al tratarse de un ingreso en cuidados intensivos, no pudo recibir visitas, aunque su círculo más cercano —especialmente Claudia, su hijo Christian de Hannover y su nuera Alessandra de Osma— se mantuvo muy pendiente de su evolución, acudiendo con frecuencia a la clínica para conocer de primera mano el diagnóstico de los médicos.
Afortunadamente, el tratamiento comenzó a dar resultados y, tras varios días de incertidumbre, Ernesto fue trasladado a planta, donde terminó de recuperarse antes de recibir el alta definitiva. Actualmente, se encuentra en su domicilio, donde continúa convaleciente, acompañado por sus seres queridos.
La última vez que se vio públicamente al príncipe fue el pasado 21 de marzo, cuando asistió al 37º cumpleaños de su nuera, mostrando una notable mejoría tras la operación de cadera a la que se sometió en noviembre debido a una caída. A finales de febrero, aún utilizaba un andador durante la celebración de su 71º cumpleaños en Madrid, junto a Claudia y su familia.
Este ingreso no es un episodio aislado en su historial médico. A lo largo de los años, Ernesto de Hannover ha enfrentado varios problemas de salud importantes. En 2005 sufrió una pancreatitis aguda que lo llevó al coma, y en 2011 fue hospitalizado por una infección abdominal. En 2016 se sometió a una operación de urgencia del corazón, y dos años después volvió a ser ingresado en Austria debido a otra dolencia grave.
Desde el verano de 2021, el príncipe reside en España, donde ha encontrado estabilidad junto a Claudia Stilianopoulos, hija de Pitita Ridruejo y del diplomático filipino Mike Stilianopoulos. Ella se ha convertido en su gran apoyo y en la principal razón por la que decidió establecerse en Madrid, una ciudad que también le permite estar más cerca de su hijo Christian y de sus nietos Nicolás, Sofía y, a quienes adora.
Hoy, su entorno más cercano respira aliviado tras su recuperación. Todos confían en que esta mejora sea duradera y que Ernesto de Hannover pueda retomar pronto su rutina diaria, rodeado del cariño de su familia.