Pablo Urdangarin, segundo de los cuatro hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, avanza en su carrera deportiva como jugador profesional de balonmano. Actualmente, juega como lateral en el equipo Fraikin BM Granollers, que compite en la Liga ASOBAL (Asociación de Clubes Españoles de Balonmano) y ha sido en este contexto cuando ha hecho declaraciones para los Deportes de TVE. Pablo Urdangarin habla de las comparaciones con su padre, que formó parte del Dream Team español y ganó, entre otras cosas, seis Copas de Europa y dos medallas olímpicas. Además, el sobrino de Felipe VI, habla sobre como afronta la presión mediática siendo una persona "normal".
'Mi padre me ayuda en temas mentales, mucho más que en temas de balonmano, siempre le llamo antes de los partidos'
"Siempre me ha gustado el siete por mi padre", comienza diciendo Pablo Urdangarin sobre el número que lleva en la camiseta durante su segundo año en el equipo de Granollers, en donde su carrera deportiva ha dado un giro que todavía le acerca más a la trayectoria de su padre, ya que su entrenador, Antonio Rama, le ha reconvertido en lateral, la misma posición que ocupó Iñaki Urdangarin durante sus años como jugador de balonmano. "Yo nunca había jugado de lateral, toda mi vida había sido extremo y ahora estoy bastante metido en lo de pillar peso", cuenta el hijo de la infanta Cristina.
'Soy un tío normal, que caigo bien y que pueden decirme cualquier cosa'
"Que me comparen con mi padre significa que algo estoy haciendo bien, yo creo que soy como la versión mini, una versión un poco más agil, fragil", cuenta Pablo en referencia a su padre, con una mayor envergadura, era un lateral fuerte y defensivo. "Mi padre me ayuda en temas mentales, mucho más que en temas de balonmano, siempre le llamo antes de los partidos".
'Presión mediática he tenido'
"Presión mediática he tenido, si quiero quedar con amigos y está la prensa, lo bloqueo, me olvido de ello y ya está", explica el nieto del rey Juan Carlos y la reina Sofía, que, por otro lado, es conocido por su discreción y por la amabilidad que maneja durante esos encuentros con los medios de comunicación. "Los del vestuario me tratan como uno más. Soy un tío normal, que caigo bien y que pueden decirme cualquier cosa", explica el jugador de balonmano y miembro de la familia del rey.
Hay que recordar que desde que se convirtiera en jugador de balonmano profesional cuenta con el apoyo incondicional de toda su familia, quien siempre que puede acude a apoyarle en sus partidos y son quienes más celebran sus triunfos. Además, desde hace dos años, mantiene una sólida relación con Johanna Zott, una estudiante de Medicina.