Mónaco ha vuelto a desplegar su elegancia para celebrar la 69ª edición del icónico Baile de la Rosa, el evento benéfico más esperado y, al mismo tiempo, el más glamuroso y emblemático del año. Presidida por la princesa Carolina de Mónaco, esta noche mágica tuvo lugar, una vez más, en la deslumbrante Salle des Étoiles del Sporting de Montecarlo, reuniendo a la familia real monegasca, miembros de la alta sociedad, celebridades internacionales y figuras destacadas del arte, la moda y el entretenimiento.
España, presente en la gran noche monegasca
Como cada año, España estuvo representada en esta velada única. En esta ocasión, la prestigiosa coreógrafa y bailarina Blanca Li aportó su talento al evento, dejando su sello en una noche inolvidable para el Principado. Con una trayectoria que abarca la danza contemporánea, el flamenco y el hip-hop, y colaboraciones con figuras como Beyoncé, Daft Punk y el Ballet de la Ópera de París, su participación fue uno de los momentos más especiales del espectáculo.
Un viaje sensorial al Caribe
Bajo el tema "El Baile de la Rosa al Atardecer", el diseñador Christian Louboutin, director artístico por cuarto año consecutivo, creó una atmósfera espectacular que transportó a los asistentes a un exótico bosque caribeño. La Salle des Étoiles fue completamente transformada con una exuberante decoración floral en tonos vibrantes, evocando un auténtico paraíso tropical.
El Monaco Sunset Bar, diseñado como un idílico café junto al mar, ofreció a los invitados una experiencia inmersiva, donde disfrutaron de cócteles al ritmo de la música caribeña y el reguetón, con la sensación de la arena bajo sus pies mientras contemplaban una puesta de sol de ensueño.
Los Grimaldi, protagonistas de la velada
Como cada año, la familia Grimaldi fue el centro de todas las miradas. La princesa Carolina, radiante y elegante, deslumbró con un vestido blanco de hombro asimétrico adornado con delicados detalles florales en plata. A su lado, el príncipe Alberto hizo su entrada acompañado por la princesa Charlene, quien sorprendió con un diseño asimétrico semitransparente de encaje turquesa, una fusión entre túnica y vestido de gran originalidad de Dolce & Gabbana.
El Caribe fue el gran protagonista de la noche, reflejado en una paleta cromática vibrante que se hizo notar en los estilismos de las invitadas. Alejandra de Hannover deslumbró con un voluminoso diseño de tul rosa chicle con hombros descubiertos y delicadas rosas en la cintura, mientras su pareja, el alemán Ben-Sylvester Strautmann, se aseguraba de que luciera impecable en las fotografías, ajustando con mimo la falda de su vestido de Giambattista Valli.
Beatrice Borromeo, quien acudió sola sorprendiendo la ausencia de su marido, Pierre Casiraghi, apostó por la sofisticación con un vestido de gasa roja drapeada y plisada de Christian Dior, aunque lo que realmente acaparó miradas fue su elaborado peinado: una trenza a modo de tiara, rematada con una coleta. Por su parte, Tatiana Santo Domingo optó por un tono coral con un sutil aire étnico, en un diseño confeccionado en jacquard de mezcla de lino tejido con claveles. La pieza, adornada con detalles de cuentas, un lazo extragrande y paneles asimétricos, se complementó con un impecable moño bajo pulido. Su marido, Andrea Casiraghi, decidió no arriesgar y aposto por el cásico esmoquin negro, el mismo color que escogió su hermana. Y es que Carlota, en contraste con la explosión de colores, eligió un vestido negro de corte princesa, que definía su silueta con un corsé enjoyado creado por Chanel. Su apuesta por una estética más neutra y sofisticada se completó con un desenfadado moño.
Un espectáculo inolvidable
El programa artístico del evento fue, como siempre, deslumbrante. Blanca Li, una de las coreógrafas más influyentes del mundo, aportó su creatividad al espectáculo, enriqueciendo la velada con su innovadora visión de la danza.
Además, el público vibró con la música de Ebony Steel Band, el legendario grupo británico, y con el colectivo guadalupeño Kozéika Panam, que contagió la energía del Caribe con su propuesta musical. También destacó la participación del grupo de carnaval Ethnick'97, que celebró 25 años de tradición, y la DJ parisina Carla Genus, encargada de hacer bailar a los invitados hasta el amanecer.
La noche culminó con la actuación estelar de Earth, Wind & Fire Experience by Al McKay. El guitarrista original de la icónica banda, acompañado de artistas legendarios, hizo revivir grandes éxitos como September y Boogie Wonderland, cerrando la velada con un espectáculo vibrante.
Reinventado el Baile de la Rosa
El Baile de la Rosa 2025 presentó una atmósfera completamente distinta a la de su edición anterior, cuando el evento rindió un electrizante homenaje a la música disco de los años 70. En aquella ocasión, la sala se transformó en un escenario brillante con bolas de espejos y luces fucsia, con actuaciones de estrellas como Gloria Gaynor, Shangela y Chad Michaels, transportando a los asistentes a la era dorada de Studio 54.
El 2024 también fue testigo de un momento muy especial: el regreso de la princesa Charlène de Mónaco al Baile de la Rosa después de más de una década de ausencia. Su reaparición, con un deslumbrante vestido plateado, simbolizó su plena reintegración en la vida pública del Principado.
Una tradición de lujo y glamour
Iniciada en los años 50 por la princesa Grace de Mónaco, la tradición del Baile de la Rosa sigue siendo uno de los eventos más exclusivos del Principado. A lo largo de los años, diseñadores de renombre como el desaparecido Karl Lagerfeld y, en la actualidad, Christian Louboutin, han trabajado junto a la princesa Carolina para crear escenarios únicos que capturan la esencia de cada edición.
Tras el homenaje a la música disco en 2024, este año la gala adoptó un enfoque más abstracto y tropical, rindiendo tributo a la cultura caribeña con una propuesta fresca y vibrante que sorprendió a los asistentes.
Más que un evento, una causa benéfica
Más allá del lujo y el esplendor, el Baile de la Rosa mantiene su compromiso con la solidaridad. Como cada año, los fondos recaudados se destinarán a la Fundación Princesa Grace, que apoya a niños en situación de vulnerabilidad y financia programas humanitarios.
El Baile de la Rosa 2025 ha vuelto a demostrar que es mucho más que un evento social: es un símbolo de glamour, tradición y filantropía. Mientras la música sigue sonando y los invitados se entregan al baile, ya comienza la cuenta regresiva para la próxima edición, que, sin duda, volverá a sorprender y maravillar al mundo.
Presencia española en la historia del Baile de la Rosa
El evento ha contado a lo largo de su historia con la participación de destacadas personalidades españolas. En 2008, el director Pedro Almodóvar fue el invitado de honor en una edición dedicada a la Movida Madrileña, donde estuvo acompañado por la actriz Rossy de Palma, Bibiana Fernández, Alaska y Mario Vaquerizo. Otros nombres destacados han sido la cantante Isabel Pantoja, que deslumbró en 2023, y la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada, quien en 2024 continuó la tradición de representación española en la gala.
Además, la cantaora Carmen Linares, galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2022, emocionó a los asistentes con su interpretación, recibiendo una ovación de la familia Grimaldi. Por su parte, Luz Casal conmovió con su emblemático Piensa en mí, tema principal de Tacones lejanos, uno de los grandes filmes de Almodóvar. Otras personalidades españolas que han asistido al Baile de la Rosa incluyen a Borja Thyssen y Blanca Cuesta, Fernando Fernández Tapias y Nuria González, así como la modelo y empresaria Mar Flores.