La condesa Luana, que nació durante el reinado de su abuela, Beatriz de los Países Bajos, siempre ha llevado una vida alejada de la corte holandesa en términos oficiales, pero estando muy cerca de la familia real en el plano emocional. Hay que recordar que solo tenía nueve años cuando su padre, el príncipe Friso, el hermano del rey Guillermo Alejandro, fue arrastrado por una avalancha de nieve por la que, tras un largo coma, terminó falleciendo. Luana y su hermana pequeña, Zaria de 7 años, recibieron la protección del reino y de su madre, la princesa Mabel, que buscó la forma de continuar con la vida que ella y su marido habían diseñado en Londres. Ahora la condesa Luana cumple 20 años y lo hace volcada en sus estudios universitarios en el mismo lugar en el que se conocieron los príncipes Guillermo y Kate.
La muerte del príncipe Friso en agosto de 2013 marcó un antes y un después para la toda la Familia Real de los Países Bajos: su madre, la reina Beatriz, terminó abdicando, pero evidentemente fue su mujer, la princesa Mabel, y sus dos hijas, Luana y Zaria, las que se llevaron la peor parte de un proceso que no había sido nada fácil, ya que la muerte de su padre llegó después de estar 18 meses en coma durante los que hubo motivos para la esperanza. La princesa Mabel, que durante ese tiempo se multiplicó y dobló esfuerzos, regresó entonces a su vida como economista y politóloga especializada en política internacional y derechos humanos. Eso sin olvidar que tiene un excelente olfato para las inversiones en bolsa y que se ha convertido en una figura internacional muy influyente por su compromiso con causas sociales, especialmente en la lucha contra el VIH/SIDA y la promoción de los derechos de las mujeres.
Mientras Luana y Zaria fueron creciendo, asentadas en Londres, donde nacieron, pero estando constantemente presente en la vida familiar de los Orange, veranos con la abuela Beatriz y vacaciones de esquí familiares, una tradición que recuperaron dos años después del fallecimiento de Friso, que hay que recordar que nunca fue un príncipe al uso, a él la vida de palacio le interesaba bastante poco, lo suyo era la ingeniería mecánica y aeroespacial y saltar de una universidad a otra destacando, entre otras, en la estadounidense Berkeley o la tecnológica de Delft. Un camino que bien podría seguir su hija, que por lo pronto lleva dos años en una de las universidades más prestigiosas del Reino Unido.
La condesa Luana, cuyas apariciones públicas se miden con cuentagotas, la última vez fue con sus tíos, los reyes Guillermo y Máxima, a la Fórmula 1, estudia Historia e Historia de Arte en la prestigiosa Universidad de St Andrews, la universidad más antigua de Escocia, la tercera más antigua del mundo de habla inglesa y conocida en todo el mundo por ser el lugar en el que se conocieron los actuales príncipes de Gales, Guillermo y Kate.
Una información que curiosamente se dio a conocer, igual que su bachillerato internacional en el británico Sevenoaks School, gracias a una cuenta de fans, ya que de la condesa Luana no se proporciona información de modo oficial, puesto que no forma parte de la línea de sucesión al trono de los Países Bajos. Esto se debe a que su padre, el príncipe Friso, renunció a sus derechos de sucesión al casarse sin el permiso del Parlamento neerlandés, como hemos contado era un hombre al que le interesaba mucho la ingeniería y poco la realeza, así que sus hijas llevan títulos nobiliarios y son familia del rey, pero no forman parte de la institución de un modo oficial.