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De Kate Middleton a Mette-Marit: cómo la enfermedad afecta a la vida de las princesas

Kate Middleton, Mette-Marit de Noruega o Masako de Japón, entre otras, han tenido que hacer frente a un diagnóstico médico que les ha cambiado la vida


16 de marzo de 2025 - 8:21 CET

No son pocas las princesas que han tenido que enfrentarse a un problema de salud en la historia de la realeza. Las enfermedades trastocan la vida personal y laboral de cualquiera, pero ¿Cómo irrumpe un diagnóstico médico cuando recae en un miembro de una Casa Real? Así es como las dolencias afectan a estos destacados miembros de la realeza internacional y que ha limitado su vida pública y su agenda oficial. 

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 Los príncipes de Gales © Getty Images

El año más difícil de Kate Middleton

En marzo de 2024, Kate Middleton reveló que padecía cáncer, una noticia que el palacio de Kensington y la propia princesa, de 43 años, comunicaban tras varios meses de intensas especulaciones. La Princesa de Gales prefirió vivir en privado los primeros meses de su enfermedad, tiempo que tomó para afrontarla y ayudar a sus hijos a adaptarse a la nueva situación. La enfermedad la tuvo apartada de sus funciones públicas durante gran parte de lo que fue para ella un año difícil. "Ahora necesitamos algo de tiempo, espacio y privacidad mientras termino mi tratamiento. Mi trabajo siempre me ha llenado de alegría y estoy deseando volver cuando pueda, pero por ahora debo centrarme en recuperarme por completo", declaró en su comunicado. En ese momento, el príncipe Guillermo asumió un papel fundamental como pilar de apoyo para su familia, priorizando el bienestar de Kate y reduciendo su agenda pública para estar más presente en casa, demostrando la dedicación a su familia. 

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Durante los casi nueve meses que duró la recuperación de la princesa, la vimos en apenas dos ocasiones. La primera fue en junio, durante el desfile conocido como Trooping the Colour, saludando desde el balcón del Palacio de Buckingham. La segunda vez fue en julio, cuando recibió una ovación de pie en Wimbledon en la final de individuales masculinos.

En enero de 2025, la princesa de Gales anunció que su enfermedad estaba en remisión, lo que le permitiría retomar sus funciones públicas gradualmente. Como ya les contamos, su primer acto oficial tras el cáncer fue en una visita a la localidad galesa de Pontypridd, coincidiendo con la festividad de San David, demostrando así que su compromiso con la monarquía inglesa está dentro de sus prioridades, aunque son sus médicos los que están marcando su calendario de actividades.

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Los problemas de salud de Mette-Marit de Noruega

Pero Kate Middleton no es la única princesa que ha tenido que hacer frente a una enfermedad. En octubre del 2018, el Palacio Real de Noruega confirmó que la princesa heredera Mette-Marit, que tiene ahora 51 años, fue diagnosticada con fibrosis pulmonar crónica, una dolencia que se produce cuando el tejido pulmonar se daña y cicatriza. Tras darse a conocer su diagnóstico, Mette-Marit habló públicamente de su padecimiento: “Durante varios años, he tenido problemas de salud de forma regular, y ahora sabemos más sobre cuáles son. Aunque tal diagnóstico limita mi vida a veces, me alegro de que la enfermedad haya sido descubierta tan temprano. Mi objetivo es seguir trabajando y participar en el programa oficial tanto como sea posible”, dijo cuando su lucha se hizo pública. 

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Lo cierto es que desde el diagnóstico, la agenda oficial de la princesa, que es madre de tres hijos -Marius, de 28 años y de una relación anterior, Ingrid Alexandra, de 21, y Sverre Magnus, de 20 años-  se ha visto limitada debido a su salud, y no son pocas las ocasiones en las que no ha podido cumplir con su agenda oficial, suspendiendo sus apariciones públicas. Además de la fibrosis pulmonar, no hay que olvidar que suma otra enfermedad que le había sido detectada un año antes y que confirmó la Casa Real Noruega: el síndrome de los Cristales, conocido en España como Vértigo posicional paroxístico benigno, que provoca mareos y vértigos. 

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Haakon y Mette Marit con sus tres hijos durante el Día Nacional de Noruega del año 2006

A finales de 2023, declaraba que la enfermedad le estaba dando una tregua, lo que le permitía retomar su agenda oficial y, entre otras citas, acudió a la cena por el premio Nobel de La Paz celebrada en Oslo el 10 de diciembre aunque, en ocasiones, temía afrontar ciertos retos por miedo al que dirán. "Se trata de las cosas más absurdas. Me da mucha vergüenza cuando respiro mucho, por ejemplo, en el micrófono y demás, y luego me estreso mucho", revelaba la madre de la princesa Ingrid. 

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Hace unos días, el 6 de marzo de 2025, les contábamos que la casa real noruega emitió un comunicado urgente donde contaba que la enfermedad de la princesa Mette-Marit había avanzado: "La Princesa heredera tiene síntomas y dolencias diarias que afectan su capacidad para desempeñar sus funciones. La Princesa heredera necesita más descanso y su rutina diaria está cambiando más rápidamente que antes. Esto significa que los cambios en su programa oficial pueden ocurrir con mayor frecuencia y en menor tiempo de lo que estamos acostumbrados".

El misterio rodeó la enfermedad de Charlene de Mónaco

Otra princesa que ha tenido que enfrentar un problema de salud de manera pública es Charlene de Mónaco que, en mayo de 2021, se vio obligada a pasar más de seis meses en Sudáfrica, su país natal, tras presentar una infección otorrinolaringológica que la llevó al quirófano en más de una ocasión. A través de un comunicado oficial, la esposa del príncipe Alberto, explicó el porqué de su ausencia en el décimo aniversario de su boda: “Este año será la primera vez que no estaré con mi esposo, en nuestro aniversario en julio, lo cual es difícil y me entristece. Sin embargo, Albert y yo no tuvimos más remedio que seguir las instrucciones del equipo médico a pesar de que es extremadamente difícil. Ha sido un apoyo increíble para mí”. La princesa Charlene compartió que, a pesar de no vivir su recuperación en Mónaco, el amor de su familia a la distancia era su gran fortaleza: “Mis conversaciones diarias con Alberto y mis hijos me ayudan enormemente a mantener el ánimo en alto, pero extraño estar con ellos".

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Charlene de Mónaco

Finalmente, el 8 de noviembre de 2021 regresó a Mónaco, pero cuando todo parecía que volvía a la normalidad,  ingresó en una clínica de Europa por voluntad propia pocos días después. Allí pudo abrazar de nuevo a su marido y sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, que acaban de cumplir diez años, cuando los cuatro se reencontraron en la cínica donde se recuperaba la princesa. Allí permaneció durante cuatro meses, hasta el 12 de marzo de 2022, cuando regresó recuperada de sus problemas de salud. 

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Cinco meses después, Charlene regresó a la vida pública y retomó su agenda oficial, reapareciendo de manera pública en el Campeonato Mundial ABB FIA de Fórmula E en Mónaco. En el verano de 2022, acudió a una audiencia con el Papa Francisco en la gala de la Cruz Roja y la apertura del Palacio Grimaldi al público después de siete años y confesó que “me siento mucho más fuerte físicamente. El camino ha sido largo, difícil y doloroso. No quiero ir muy rápido, pero hoy me siento más tranquila”, manifestó.

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Victoria de Suecia acaba con los rumores

El 14 de julio de 2017, la princesa Victoria de Suecia cumplió 40 años, y con motivo de su onomástica, ofreció unas sinceras declaraciones donde repasaba diversos aspectos importantes de su vida. En ellas, habló de sus problemas con la alimentación, reconociendo el trastorno alimenticio contra el que luchó siendo tan solo una adolescente: "Pasé por momentos difíciles. Necesitaba tiempo para resolver las cosas y recuperar mi equilibrio", dijo. La princesa se enfrentó de verdad por primera vez a estos problemas en sus últimos años de la adolescencia. La jefa de prensa de la Casa Real, Elisabeth Tarras-Wahlberg, comunicó entonces: "La familia real decidió anoche confirmar públicamente que la princesa sufre de anorexia para salir al paso de los rumores", después de verla en un baile benéfico, donde despertó la atención por su extrema delgadez.

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Victoria de Suecia en 1997

En sus primeros actos públicos no aguantó la presión como heredera y, finalmente, las sospechas de los medios de comunicación se confirmaron. La princesa suspendió su agenda oficial y pasó una época en Estados Unidos para alejarse de la presión pública y de los compromisos y someterse a tratamiento para recuperarse. Para ello, la heredera del trono de Suecia necesitó terapia y la atención de un nutricionista, al tiempo que hacía una rutina deportiva, sin saber que esto le cambiaría la vida, ya que en el gimnasio conoció a su futuro esposo, el Príncipe Daniel, que era entonces entrenador personal.  

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Masako de Japón, en un segundo plano

En 2004, la Agencia de la Casa Imperial confirmó que la princesa Masako de Japón había sido diagnosticada con un “trastorno de adaptación”, cuando contaba con 42 años. La dolencia de la princesa se empezó a gestar a raíz de su boda en 1993 con el entonces heredero Naruhito, que en 2019 fue entronizado emperador. Bajo los apelativos de la “mariposa rota” o la “princesa triste”, vivía una mujer que había perdido la salud intentando encajar en una monarquía tan exigente. 

© Pool/Tim Graham Picture Library
La princesa Diana de Gales con los herederos al trono japonés, Naruhito y Masako, en febrero de 1995 enTokio

El asfixiante protocolo de la corte nipona y no haber podido dar un hijo varón a su esposo a pesar de someterse a tratamientos de fertilidad no favoreció a su depresión, que se acabó haciendo crónica. Se retiró de la vida pública durante más de una década, limitada como estaba para cumplir sus deberes institucionales. El propio Naruhito reconoció públicamente en alguna ocasión que la fatiga de su esposa se agudiza tras un gran evento o cuando le coinciden varios compromisos, por lo que él nunca ha querido que trabaje demasiado, sino que "trabaje lo que pueda". Masako tuvo que reducir drásticamente su presencia en la agenda de la casa real nipona para mantener la estabilidad emocional, drásticamente perjudicada desde su boda real.

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Masako de Japón posa con su familia en diciembre de 2010

Los problemas de visión de Ariane de Holanda

Por otro lado, Máxima de Holanda, que no acostumbra a revelar detalles de su vida privada, más allá de su faceta como miembro de la Casa Real de los Países Bajos, ha sacado a la luz el problema de salud al que hace frente su hija pequeña, la princesa Ariane de Holanda. La reina se ha sincerado durante la conferencia enmarcada en el Día de Internet Segura, una reunión que estuvo organizada por UNICEF Páises Bajos, MIND Us y la ciudad de Ámsterdam. Este evento donde se hablaba de la importancia del tiempo que invierten los niños y jóvenes en internet y los límites del uso de las redes sociales, donde ha revelado que la princesa Ariane “tiene problemas de visión debido al tiempo que pasa frente a la pantalla”, y que le cuesta enfocar. La benjamina de los reyes Guillermo y Máxima, hermana de la princesa Alexia, se mantiene alejada de la agenda oficial neerlandesa debido a compromisos académicos, mientras sus padres están pendiente de cada paso que da debido a la dolencia que padece. 

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Ariane de Holanda a la izquierda, con su madre y su hermana

La popularidad y exposición que tienen los miembros de la realeza mundial les coloca a veces en una situación de vulnerabilidad cuando la enfermedad llama a su puerta. Un escenario lleno de retos que afrontar en un momento tan difícil para cualquiera.  

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