Durante siglos, las monarquías han estado marcadas por tradiciones estrictas y un enfoque en el deber dinástico. En el pasado, los matrimonios de conveniencia eran comunes, uniéndose casas reales para garantizar alianzas políticas o económicas, dejando a un lado los sentimientos personales. Sin embargo, las cosas han cambiado con el tiempo. Hoy en día, el amor o la búsqueda de una vida más libre han llevado a varios miembros de la realeza a tomar la decisión de alejarse de sus derechos y deberes reales.
Aunque pasos atrás recientes, como el del príncipe Harry y Meghan Markle, han acaparado titulares a nivel global, no son un caso aislado. A lo largo de la historia, muchos 'royals' han decidido alejarse de la Corona, enfrentándose a las normas establecidas. Desde Asia hasta Europa, son muchas las historias donde alguna de las partes han dejado sus obligaciones institucionales para vivir una vida más cercana el resto de mortales.
Los duques de Sussex, la ruptura moderna más sonada
No cabe duda de que la decisión de los duques de Sussex de alejarse de la Familia Real británica es, sin duda, una de las más mediáticas de la historia reciente. El matrimonio tuvo que enfrentarse un ambiente, que ellos consideraban, hostil, tanto dentro de la institución como en los medios británicos, que a menudo criticaban a Meghan. Harry mencionó que esta situación le recordaba lo que vivió su madre, la princesa Diana, y no quería que su familia pasara por lo mismo.
Así que en 2020, la pareja anunció su intención de abandonar sus roles como miembros activos de la realeza, buscando independencia económica y un estilo de vida más privado, aunque sus pasos posteriores, con megaproducciones audiovisuales en marcha, han puesto en entredicho este deseo de discreción. La reina Isabel II, tras ciertas negociaciones, aceptó su decisión, marcando un antes y un después en la historia de la Casa Windsor. En la actualidad, el matrimonio vive en Montecito (California), junto a sus dos pequeños: el príncipe Archie y la princesa Lilibet.
El triunfo del amor por delante de la Corona
Sin duda, el príncipe Harry y Meghan Markle no son los únicos que han antepuesto el amor a la Corona. En Japón, por ejemplo, la estricta Ley de la Casa Imperial obliga a las mujeres a perder su estatus real al casarse con hombres fuera de la realeza. Dos mujeres, curiosamente tía y sobrina, sufrieron las consecuencias de esta norma. Hablamos de la princesa Sayako, hija del emperador Akihito, quien renunció a sus privilegios en 2005 tras casarse con el funcionario Yoshiki Kuroda. Y, más recientemente, la princesa Mako tomó una decisión similar al unirse en matrimonio con Kei Komuro, en 2021. Pese a las críticas mediáticas y sociales, la princesa rechazó la compensación económica otorgada a quienes abandonan la familia imperial y se mudó con su esposo a Nueva York.
En Europa, también hay ejemplos similares. En 1975, la historia de amor entre la princesa Cristina de los Países Bajos y el exiliado cubano Jorge Pérez y Guillermo hizo tambalear la monarquía holandesa. Era la hija menor de la reina Juliana de los Países Bajos y del príncipe Bernardo de Lippe-Biesterfeld y, por tanto, hermana de la reina Beatriz de los Países Bajos. Y, aunque su historia de amor terminó en divorcio en 1996, ella tuvo que renunciar a sus derechos sucesorios cuando se casaron.
Años después, el príncipe Juan Friso, hermano del actual rey Guillermo, vivió una situación similar a la de su tía. Eligió a Mabel Wisse como su esposa, pese a la desaprobación del Parlamento, lo que le costó su lugar en la línea sucesoria. No obstante, hasta su muerte en 2013, a consecuencia de una accidente de esquí en la estación austriaca de Lech, mantuvo el condado de Orange-Nassau.
'Obligados' a hacerse un lado en sus obligaciones reales
La búsqueda de una vida fuera del escrutinio público también han llevado a algunos miembros reales a desvincularse de la monarquía. Otros, en cambio, se han visto desvinculados de forma ‘drástica’ por culpa de decisiones ajenas a sus deseos. En Noruega, el caso de la princesa Marta Luisa es controvertido. Renunció a sus funciones oficiales en 2022 para centrarse en su vida personal y profesional, especialmente tras iniciar su relación con el chamán Durek Verrett. Y, es que, mientras estuvo casada con el escritor noruego Ari Behn, siguió trabajando para la Corona. Pero todo cambió cuando conoció a Verrett, con quien terminó casándose en agosto de 2024.
Así que en noviembre de 2022, tomó la decisión de abandonar sus funciones oficiales como miembro de la Familia Real Noruega. Hacía unos años que se había comprometido a no utilizar su título de princesa, aunque no siempre lo ha cumplido.
Mientras que en Suecia, hace unos años, el rey Carlos Gustavo anunció importantes cambios en la Casa Real. Esta decisión supuso que parte de sus nietos ya no forman parte de la misma. Es decir, que los cuatro hijos del príncipe Carlos Felipe y la princesa Sofía, así como los tres de la princesa Magdalena y Chris O’Neill ya no tienen tratamiento de Altezas Reales, aunque sí mantienen sus títulos ducales que les concedió su abuelo.
Además, hay que recordar que hermana pequeña de la princesa Victoria, ya optó por una vida más independiente y alejada de la primera línea monárquica tras casarse con Chris O’Neill, un empresario estadounidense rechazó el título de príncipe. En la actualidad, la princesa Magdalena y su familia ha regresado a vivir a Estocolmo, después de varios años residiendo en Estados Unidos. Se mudaron en 2024 y actualmente residen en un apartamento en los Establos Reales de Estocolmo.
En Dinamarca, ha sucedido algo parecido a lo de sus vecinos suecos, pero con el príncipe Joaquín. En la actualidad, el hermano del rey Federico X reside en EE.UU. con su actual esposa Marie y los hijos de la pareja, pero no se tomó nada bien la decisión de su madre. Él ya tenía dos, fruto de su primer matrimonio con Alexandra Manley. La reina Margarita, antes de abdicar, retiró a los cuatro hijos de su segundo vástago los títulos de príncipes. Así que, a partir del 1 de enero de 2023, Nicolás, Félix, Henrik y Athena de Dinamarca solo podrán usar sus títulos de Conde y Condesa de Monpezat. De manera que, la familia del príncipe Joaquín ha tenido que adaptarse a su nueva realidad, aunque en su caso ha sido impuesta.
En Reino Unido, hay dos casos muy significativos y por motivos bien distintos. El más reciente es el del príncipe Andrés, quien fue apartado de la vida pública en 2022, tras su implicación en el Caso Epstein. La reina Isabel II le retiró sus títulos militares y patrocinios reales, una decisión que, aunque tomada por la institución, subrayó la importancia de mantener la integridad de la Corona por encima de todo.