Ha comenzado una nueva era en la Familia Real de Marruecos con la mayoría de edad de Lalla Khadija. En los últimos meses, su presencia institucional se había intensificado tras varios años de completo hermetismo en los que estaba volcada en su formación académica, y esa actividad pública parece que va a seguir in crescendo ahora que ha entrado oficialmente en la vida adulta. La hija de Mohamed VI cumplió 18 años el 28 de febrero y solo tres días más tarde ha acudido a un acto. Una salida que giraba en torno a la solidaridad y a la que ha acudido junto a su hermano, el príncipe heredero Moulay Hassan.
Lalla Khadija y Moulay Hassan de Marruecos se han desplazado este lunes hasta el barrio de Bouregreg, ubicado en el distrito de Youssoufia de Rabat, para presidir un importante acto: el lanzamiento de la operación nacional Ramadán 1446, impulsada por la Fundación Mohammed V en favor de la solidaridad con motivo del mes sagrado del Ramadán, que este 2025 se extiende desde el 28 de febrero al 30 de marzo.
El heredero al trono y la Princesa han hecho entrega de 20 cestas de comida a representantes de las familias beneficiarias de esta operación y también se han hecho una foto con los voluntarios, cuya labor es clave para garantizar el buen funcionamiento de Ramadán 1446. Dispuestos a ayudar, son miles los ciudadanos que se han movilizado para colaborar con los trabajadores sociales en las labores de distribución, que se extienden por todo el país.
Se trata de una iniciativa con la que se espera ayudar a un millón de hogares, lo que se traduce en prácticamente 5 millones de personas en todo el país. Desde MapNews indican que se han destinado 330 millones de dirhams (unos 32 millones de euros) a este movimiento que distrubuirá 34.280 toneladas de productos como harina, leche, arroz, aceite, azúcar, puré de tomate, fideos, lentejas y té, entre los que más lo necesitan. Se espera que esta acción beneficie especialmente a colectivos como las viudas, las personas mayores y las personas con discapacidad.
La princesa Lalla Khadija ha apostado por un look monocromático en el que ha aunado tradición y modernidad: una chilaba azul celeste con bolso de mano a juego. El pelo lo llevaba recogido en una coleta baja y como joyas, unos discretos pendientes de botón. Ha demostrado una vez más tener un estilo exquisito que la ha convertido en un nuevo símbolo de elegancia en la corte real.
También posee una educación refinada, como su hermano, quien tiene una gran presencia institucional y sustituye a su padre en muchas ceremonias. Todo apunta a que el príncipe Moulay Hassan va a tener en su hermana a un apoyo fundamental, un activo muy preciado en la Corona alauí, al igual que ocurre en otras Casas Reales. La hija del monarca domina a la perfección el protocolo y habla árabe, francés, inglés y español además de una gran curiosidad por las artes y la cultura. Es estudiante del Colegio Real de Rabat, una institución docente creada en 1942 que se encuentra dentro del recinto de Palacio y que se creó con el objetivo de enseñar a los miembros de la dinastía alauí.