Marruecos vive este viernes una fiesta. Lalla Khadija, la hija de Mohamed VI, cumple los 18 años y supone el arranque de su nueva vida como princesa adulta. Se ha convertido en la estrella de la Familia Real alauí y el mundo ha redescubierto a esta enigmática royal. Aunque sigue siendo una gran desconocida y todo en ella está envuelto en un gran hermetismo, este otoño ha adquirido un gran protagonismo por su saber estar, su elegancia innata y las fabulosas joyas que lució en una cena de gala en honor al matrimonio Macron.
Lalla Khadija es la niña de los ojos del rey Mohamed y junto a su hermano mayor, el príncipe heredero Moulay Hassan, de 21 años, se ha convertido en un gran soporte y apoyo para el monarca. Nació el 28 de febrero de 2007 y su llegada al mundo se vivió con gran alegría y una gran celebración. Su padre emitió un decreto real perdonando la vida a miles de prisioneros de sus condenas y fue presentada al pueblo y a los medios de comunicación. Mohamed VI, hombre de simbolismos, invitó a capturar ese momento y transmitirlo a los hogares marroquíes como un homenaje a los valores familiares del reino. Un espectáculo de fuegos artificiales clausuró las festividades por su llegada al mundo.
Las primeras imágenes de Lalla Khadija muestran a un bebé rodeado de amor que tuvo la suerte de ser criado en un ambiente de dulzura, ternura, sencillez, cuidado y cariño. Para procurarle una infancia lo más tranquila y normalizada, su padre la ofreció una casa familiar tranquila en lugar de la pompa de Palacio. Allí tuvo una infancia felizy serena, donde pudo crecer de manera libre. Aun así, queda documentado para la posteridad su primer día de colegio que se hizo a la manera de las Familias Reales europeas. Sus padres la acompañaron a pie, en un gesto sin precedentes, de gran cercanía que conmovió al país alauí.
De niña se la vio en cumpleaños, bodas reales marroquíes y en algunas recepciones y actos oficiales. Así, con solo seis años inauguró junto a su madre la Casa de la Vida para los Niños de Casablanca, con diez años conoció al matrimonio Macron y participó en 2019, cuando tenía 12 años, en el recibimiento a los reyes Felipe y Letizia en Rabat. Ese mismo año inauguró el jardín zoológico nacional de la capital, su primer compromiso oficial en solitario, y ya dio muestras de un gran dominio de la escena y de su amor por los animales, pasión compartida por su padre, gran amante de los perros y los caballos. Un año antes, fue portada de una revista femenina marroquí.
Lalla Khadija es una princesa políglota que domina el árabe, el francés, el inglés y el español
El gran cambio de su vida: la separación de sus padres
Con once años, en 2018, se enfrentó a un importante cambio en su vida: la separación de sus padres. Un momento complicado en la vida de todo niño, pero del que logró sobreponerse gracias a una gran resiliencia y el apoyo de su hermano, con el que se lleva cuatro años. A pesar de la separación, su progenitora, Lalla Salma, sigue muy presente en su vida y en la de su hermano de manera privada. El verano pasado, los tres juntos disfrutaron de unas vacaciones en Grecia.
Tras estas contadas apariciones públicas en su niñez, la adolescencia marcó un impasse y estuvo alejada de la escena pública para dedicarse a sus estudios hasta que en julio de 2023 fue vista en el asiento trasero del coche en Tetuán. Aunque su aparición fue fugaz, acaparó todas las miradas, vestida con un caftán azul marino e importantes joyas de diamantes para conmemorar el 24º aniversario de la entronización de su padre. Pese a lo impactante que fue verla convertida en toda una adolescente de gran belleza, se mantuvo en un segundo plano.
Estudia en el Colegio Real de Rabat, una institución educativa que se creó para formar a los príncipes y princesas de la dinastía alauí
El redescubrimiento de una Princesa marroquí
A Lalla Khadija la redescubrimos hace tan solo unos meses. En octubre acudió junto a su padre, su hermano y sus tíos a los actos de mayor relevancia de la visita oficial que Emmanuel y Brigitte Macron hicieron a Marruecos. Fue la forma de cerrar, de alguna manera, el círculo reencontrándose con la pareja presidencial a la que conoció, siendo tan solo una niña.
La escapada a París en familia
Unas semanas después, Mohamed VI con sus dos hijos fueron vistos dando un paseo por las calles de París, donde se les vio haciéndose selfies por el distrito VII de la capital francesa, el barrio que alberga la Torre Eiffel y la mayoría de referentes culturales de la ciudad. Estas imágenes sirvieron para poner normalidad a un tiempo de rumores que se disparó tras la última aparición del monarca apoyado en un bastón durante la visita, precisamente, del presidente galo.
En cuanto a su formación, Lalla Khadija es estudiante del Colegio Real de Rabat, una institución docente creada en 1942 que se encuentra dentro del recinto de Palacio y que se creó con el objetivo de enseñar a los miembros de la dinastía alauí. Allí recibe una educación refinada, la misma que su hermano, donde se conjuga el rigor académico y la apertura cultural al mundo. Lalla Khadija es una princesa políglota que domina el árabe, el francés, el inglés y el español, que la hacen moverse con invitados internacionales a las mil maravillas, a lo que ayuda su estilo exquisito y el acceso joyas impresionantes, como su aderezo de pendientes y collar de grandes esmeraldas. Con la mayoría de edad, todo parece indicar que tendrá una posición importante en la monarquía alauí. Su vida como adulta acaba de arrancar.