El rey Felipe VI se ha dejado ver por el Madrid más castizo, con una inesperada visita a uno de los restaurantes más emblemáticos de la capital, la Taberna La Cruzada. Este establecimiento, famoso por su cocido madrileño y su historia, que se remonta a 1827, se convirtió en el escenario perfecto para que el monarca disfrutara de una comida tradicional en un ambiente familiar y acogedor.
Felipe VI optó por degustar uno de los platos más representativos de la cocina madrileña y del restaurante: el cocido, una especialidad de La Cruzada, que ha mantenido su receta tradicional a lo largo de los años. La visita de don Felipe se produjo el pasado 13 de febrero, previsiblemente después de acompañar a la familia Alba en la inauguración de la exposición Flamboyant, de la artista portuguesa Joana Vasconcelos en el Palacio de Liria. Fue una auténtica sorpresa, pero el monarca pudo disfrutar de una comida auténtica en un entorno que refleja la esencia del Madrid más castizo.
El cocido que ofrece La Cruzada y que pidió don Felipe se sirve en tres vuelcos: primero la sopa, seguida de los garbanzos y verduras, y finalmente, las carnes. Sin duda, es su plato estrella y se ha convertido en todo un referente en la gastronomía madrileña.
“Siempre presumimos de tener los mejores clientes, pero cuando viene el Rey, presumimos más”, publicaron en la cuenta de Instagram del propio restaurante, que está regentado por la presentadora de Telemadrid, Laura Gómez. Acerca de esta ilustre visita a su establecimiento, la periodista declaró al diario El Español: "Felipe VI disfrutó mucho de nuestro cocido con sus tres vuelcos". También destacó el carácter afable que mostró el monarca en todo momento, pues “fue muy amable, cercano y natural”. De hecho, no dudó en posar muy sonriente con el staff del restaurante y hacerse una foto de familia con todos ellos.
La Taberna La Cruzada es uno de los restaurantes más antiguos y emblemáticos de la capital de España. Fundada en 1827, ha sido testigo de innumerables acontecimientos históricos y ha acogido a personalidades de todo tipo a lo largo de sus casi dos siglos de historia. Curiosamente, ya era frecuentado por el rey Alfonso XII, tatarabuelo de Felipe VI, y otras personalidades de la época.
Su especialidad, el cocido madrileño, se ha mantenido inalterada a lo largo de los años, convirtiéndose en un plato imprescindible para quienes desean conocer la auténtica cocina castiza. En su carta, que respira tradición en todos sus platos, también se pueden degustar raciones clásicas como croquetas, tortillas o ensaladas elaboradas con los mejores productos. Aunque su multipremiado cocido, ya que cuenta con su propia producción de garbanzos cultivados a la antigua, es el plato más solicitado por los comensales que quieren degustar el mejor plato de la gastronomía madrileña.
El establecimiento está situado en la Plaza de Gabriel Miró, muy cerca del Palacio Real, en la zona de Las Vistillas, uno de los barrios más castizos de Madrid, ideal para degustar este plato, todo un referente para los amantes del cocido. Esta no es la primera vez que el local recibe a un miembro de la familia real. De hecho, hace unos meses, María Zurita también cayó rendida al cocido de la Taberna La Cruzada. La prima hermana del Rey visitó el establecimiento el pasado mes de septiembre y describió así la experiencia: "Fue un gran día! @mariazuritaborbon y @lauragomeztelemadrid cocinando juntas en @tabernalacruzada @lacruzada1827 y hablando de historia de España y de Alfonso XII".
Tanto en sus salidas en solitario como cuando acude acompañado de la reina Letizia, a don Felipe le gusta elegir establecimientos situados en el centro de la capital española, donde degustar comida tradicional. Sin duda, la elección de la Taberna La Cruzada cumplió con sus expectativas.