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Reyes Felipe y Letizia en la entronización de Naruhito de Japón el 22 de octubre de 2019© GTRES

El desafío de la Casa Imperial japonesa: modernizarse, pero no del todo

La Agencia de la Casa Imperial lanza una nueva página web, mientras Tokio contraataca ante el comité de las Naciones Unidas que lleva años pidiendo la sucesión femenina y otras reformas sobre igualdad de género que no existen en la monarquía japonesa


14 de febrero de 2025 - 7:01 CET

Después de 15 años, los japoneses han amanecido con una novedad que afecta a la cúspide de su establishment: la Agencia de la Casa Imperial han lanzado una nueva página web optimizada para teléfonos móviles con un aspecto más sencillo, útil, atractivo y fácil de navegar. En ella se presentan los perfiles de los miembros de la Familia Imperial, con el emperador Naruhito a la cabeza, y se han añadido curiosidades como la posibilidad de recorrer algunas partes del Palacio Imperial a través de fotografías panorámicas en 360 grados. La primera paradoja es, por tanto, como un país que ha sido históricamente un líder tecnológico espera al 2025 para dar acceso a la web oficial de su monarquía desde dispositivos móviles, lo que bien a reflejar su contraste entre modernización y las estructuras tradicionales que rigen el país. Todo esto ocurre después de que el Gobierno japonés se vengara de la comunidad internacional por recomendarle revisar la Ley que rige la Casa Imperial en lo referente a la sucesión femenina y la igualdad de género. En otras palabras, el trato que reciben las princesas imperiales, quienes, una vez casadas, desaparecen del mundo y de esta nueva web.

Nueva página web de la Casa Imperial de Japón© Kunaicho.go.jp
Nueva página web de la Casa Imperial de Japón

La web que ha lanzado la Casa Imperial tiene una interfaz más simple, nuevas fotografías, es más accesible y cuenta con la novedad de una oficina de relaciones públicas, algo similar a las páginas oficiales de otras monarquías. La página en cuestión ha costado unos sesenta mil euros (9,6 millones de yenes) y se irá completando a lo largo del año. Este es un claro esfuerzo por acercarse a sus ciudadanos y es muestra de un aperturismo que comenzó con el emperador anterior, Akihito, el primero en entender que no era una divinidad destinada a vivir tras los muros del palacio e hizo por cambiar el papel de la monarquía dentro de un sistema reticente a cualquier cambio. 

Los emperadores, Naruhito y Masako, y los príncipes herederos, Akishino y Kiko© Getty Images
Los emperadores, Naruhito y Masako, y los príncipes herederos, Akishino y Kiko

Presiones internacionales de forma cíclica

Japón atraviesa el mismo dilema que muchos vecinos asiáticos y eso, en su caso, se refleja en su Casa Imperial, ocupada por la monarquía hereditaria continúa más antigua del planeta. Por un lado, quieren adaptarse a las necesidades actuales, pero, por otro, quieren mantener tradiciones, costumbres y leyes ancestrales, lo que les ha provocado en los últimos años bastantes problemas a nivel interno (con una monarquía cada día más menguada) y también en el exterior con presiones internacionales que se dan de forma cíclica. 

La Familia Imperial celebrando el 64 cumpleaños de el emperador Naruhio desde el balcón del Palacio Imperial de Tokio© Getty Images
La Familia Imperial celebrando el 64 cumpleaños de el emperador Naruhio desde el balcón del Palacio Imperial de Tokio

El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de las Naciones Unidas lleva años pidiendo la revisión de la Ley de la Casa Imperial para garantizar la igualdad de género, algo que en este momento directamente no existe y que ningún gobierno japonés se ha atrevido a llevar a cabo. Sin embargo, dicho comité, el CEDAW, creado con el fin de revisar las políticas de género en los 189 países que lo firmaron y compuesto por un panel de 23 expertos pertenecientes del mundo entero, solo emite recomendaciones, es decir, sus conclusiones no son jurídicamente vinculantes, aun así, Japón, que lo reconoció en 1985, sí lo ha tenido para modificar aquellas leyes que afectan a la ciudadanía, por ejemplo, con el aumento de la edad legal para casarse de las mujeres, de 16 a 18 años para equipararla con la de los hombres, o la abolición del período de prohibición de volver a casarse impuesto solo a las mujeres. Sin embargo, los distintos gobiernos japoneses nunca han estado dispuestos a discutir nada que afecte a la Casa Imperial y mucho menos en un contexto internacional y público.

Aiko de Japón, la única hija de los emperadores, en una imagen tomada en el año 2006© Getty Images
Aiko de Japón, la única hija de los emperadores, en una imagen tomada en el año 2006

Según el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de las Naciones Unidas, la ley actual que rige la Casa Imperial es discriminatoria

El último informe del CEDAW (emitido el pasado octubre) repitió lo que ya sabemos: que la ley actual que rige la Casa Imperial es discriminatoria, ya que solo permite que los descendientes varones de la rama paterna de la Familia Imperial se conviertan en emperadores. Sin olvidar que las princesas de la familia que se casan con plebeyos son despojadas de los títulos, obligaciones y privilegios con los que nacieron, un agravio por el que reciben una especie de indemnización por parte del gobierno, pero no sucede lo mismo a la inversa. 

Aiko de Japón durante un funeral en el año 2024© GTRES
Aiko de Japón durante un funeral en el año 2024
Hisahito, Kako y Aiko de Japón en el funeral de la princesa Mikasa en Tokio en noviembre del 2024
Hisahito, Kako y Aiko de Japón en el funeral de la princesa Mikasa en Tokio en noviembre del 2024
Aiko de Japón es la única hija del actual emperador Naruhito© GTRES
Hay que recordar que Aiko de Japón perdió cualquier posibilidad de protagonizar la gran reforma y acceder al trono cuando nació su primo hermano, el único varón de su generación, el príncipe Hisahito

'La sucesión al trono imperial es un asunto que afecta a los cimientos de la nación, y es inapropiado que el comité aborde la Ley de la Casa Imperial'

A Japón estas críticas de las Naciones Unidas  no le sentaron bien y solicitó al comité que retirara esa recomendación argumentando que "la sucesión al trono imperial es un asunto que afecta a los cimientos de la nación, y es inapropiado que el comité aborde la Ley de la Casa Imperial". La recomendación no fue revocada, Tokio espero pacientemente el contraataque y al llegar enero ejecutó. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Toshihiro Kitamura, dio una conferencia de prensa para avisar que el Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer quedaba excluido de la lista de beneficiarios de los fondos del gobierno japonés. No hay que olvidar que buena parte de la financiación de dichos comités viene precisamente de contribuciones voluntarias de los propios países que la impulsaron. 

La reina Camilla con Masako de Japón © Getty

Veinte años buscando una solución

El gobierno japonés no ha vinculado explícitamente el recorte de fondos al informe, pero en el país muchos lo observan como una represalia por las críticas internacionales a un asunto que prefieren tratar de puertas para adentro. Aunque a decir verdad llevan veinte años buscando la solución que no llega: ya en  el 2004 se creó un consejo de expertos en la Ley de la Casa Imperial para debatir el futuro sucesorio al Trono del Crisantemo. Ese consejo deliberó durante un año y presentó una serie de opciones para frenar la extinción de la monarquía. Una posibilidad era permitir que las mujeres accedieron al trono, pero apostaron por soluciones a medio camino, como que con el fin de que sus hijos varones tuvieran derecho al trono. Habría sido un avance reconocer el linaje materno, algo a lo que se oponían los conservadores, que proponen que sean los hombres de la familia los que adopten niños varones descendientes de alguna rama lejana de la Familia Imperial. Desde entonces hasta ahora, no se ha reformado nada. 

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