La reina Matilde de Bélgica, en su calidad de presidenta honoraria de UNICEF, inició esta semana un viaje de tres días a Costa Rica para promover los derechos de la infancia y conocer los proyectos de la organización humanitaria en el país caribeño. Sin embargo, su llegada estuvo marcada por un incidente inesperado que puso en riesgo su seguridad y la de los pasajeros a bordo. Afortunadamente, todo quedó en un susto, del que no se han pronunciado al respecto la casa real belga. Solo la tripulación supo lo qué ocurrió en el avión y tanto la reina como el resto de personas que iban el Boeing 787-9 se enteraron a posteriori del suceso.
El pasado 9 de febrero de 2025, la reina Matilde, de 52 años, tomaba un vuelo regular de la aerolínea KLM en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam (Holanda) hasta el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, al oeste de San José (capital de Costa Rica). Se trataba de un vuelo comercial, operado por la compañía ubicada en Países Bajos, y no un avión de Defensa como es lo habitual cuando viaja con su marido, el rey Felipe de Bélgica.
El viaje, de unas once horas de duración, tuvo un final inesperado. Al parecer, poco antes del aterrizaje apareció una grieta en el parabrisas de la cabina del avión Boeing 787-9 Dreamliner de KLM Royal Dutch Airlines, que obligó al piloto a solicitar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de la capital costarricense, según recogen The Independent o el Daily Mail.
El peligroso suceso acabó sin problemas gracias a la pericia del piloto, quien logró aterrizar el Boeing de KLM de manera segura, evitando cualquier incidente grave, casi un cuarto de hora antes de lo previsto. En el mismo vuelo donde viajaba la reina Matilde, también lo hacía un periodista que sigue a la Familia Real belga, Wim Dehandschutter, que a través de su cuenta de X (antes Twitter), contó lo sucedido de primera mano: "El avión con la reina belga Matilde aterrizó en Costa Rica con el parabrisas roto, según este relato y los medios locales”, explicó en su red social. “Yo estaba en ese vuelo. Como pasajeros, no notamos nada y no recibimos ninguna notificación durante el vuelo ni al aterrizar", continúo el periodista, que, reveló cómo se enteró del suceso: "Nuestro vuelo de KLM salió de Schiphol con 20 minutos de retraso, hubo turbulencias -como en muchos vuelos- y el aterrizaje fue bastante duro, pero nada parecía ser alarmante. Así que me sorprendí un poco cuando leí informes en los medios locales y en X sobre el "aterrizaje de emergencia".
En la misma red social, el cronista belga, retuiteó un post de FL360aero, una página especializada en aviación, que aportó más detalles del incidente: " Un avión Boeing 787-9 Dreamliner (PH-BHD) de KLM Royal Dutch Airlines con el parabrisas del lado izquierdo agrietado llegó al Aeropuerto Internacional Juan Santamaría de San José (SJO) con prioridad de aterrizaje en la pista 07 después de un vuelo de 10:43 horas, el domingo (09 de febrero) por la tarde. El avión B787, construido en 2016, llegó desde Ámsterdam (AMS), Holanda, en el vuelo KL759 sobre el océano Atlántico y realizó un aterrizaje seguro 15 minutos antes de lo previsto".
Tras este susto inicial, Matilde los belgas piso suelo costarricense e inició su apretada agenda en el país, como presidenta de honor de UNICEF, que incluía visitar diversos proyectos sociales y comunitarios. Antes de todo esto, se reunió con el presidente del país, Rodrigo Chaves y su esposa, Signe Zeikate, en el Palacio Presidencial. Las conversaciones se centraron en fortalecer la colaboración entre UNICEF Bélgica y UNICEF Costa Rica.
Después de esta fructífera reunión, la reina pudo iniciar todos los actos que tenía programados. Entre ellos, acudió a una guardería pública, donde fue recibida por niños emocionados que ondeaban la bandera de Costa Rica y la bandera de UNICEF. En Tirrases, la reina Matilde de Bélgica visitó el Centro de Cuidado y Desarrollo Infantil (CECUDI) y el Centro de Desarrollo Humano La Comenta, según recoge en sus redes sociales UNICEF Costa Rica. Posteriormente, acudió a la Fundación Lloverá, que apoya y orienta a personas en situación de calle en Costa Rica y visitó una plantación de café que apoya a los hijos de los trabajadores temporeros y un programa comunitario para niños vulnerables.
Uno de los momentos más emotivos de la visita se produjo cuando un niño le preguntó a la reina: "¿Eres la Reina?". Matilde respondió con una sonrisa: "Sí, sí. Ven, ¿cómo te llamas?". Este gesto mostró la cercanía y el cariño de la reina hacia los más pequeños y desfavorecidos.
El viaje de Matilde de Bélgica tuvo como objetivo resaltar los esfuerzos de UNICEF para abordar la obesidad infantil en Costa Rica, una condición que afecta a uno de cada cinco niños en el país. La reina, madre de cuatro hijos, lleva mucho tiempo involucrada en iniciativas humanitarias y colabora estrechamente con UNICEF Bélgica y la Organización Mundial de la Salud. Además, es la fundadora del Fondo Reina Matilde, que aboga por el bienestar de las poblaciones vulnerables.