En una reveladora entrevista concedida al programa anual de la NRK "Året med kongefamilien" (El año con la Familia Real), la princesa Mette-Marit (51 años), rompió su habitual discreción para hablar sobre los desafíos a los que se ha tenido que enfrentar a lo largo de este 2024, sin duda, uno de los más duros para toda la familia. Acompañada de su esposo, el príncipe Haakon, la futura reina de Noruega mostró su lado más humano e hizo balance de este año a punto de acabar, pero sin pronunciarse sobre la complicada situación que atraviesa el hijo mayor de la princesa, Marius Borg Høiby.
El joven de 27 años ha sido denunciado por varias mujeres por presuntos delitos de abuso sexual, así como por episodios violentos. Desde su arresto, los cargos contra Marius se han ido ampliando. Ha admitido haber cometido algunos delitos bajo la influencia de sustancias, pero niega las acusaciones más graves de agresión sexual. Y, aunque el pasado mes de noviembre fue puesto en libertad provisional, el proceso judicial sigue su curso.
Todo esto ha hecho mella en su madre, pero también ha afectado mucho al resto de la Familia Real. Por ello, en dicho programa, Mette-Marit no ha dudado en reconocer que 2024: “Ha sido duro. No se puede decir otra cosa. Ha sido muy, muy duro para nosotros".
Marius Borg Høiby es el hijo mayor que la princesa heredera de Noruega aportó a su matrimonio con Haakon de Noruega, el 25 de agosto de 2001. Y, aunque no ocupa un lugar en la línea de sucesión al trono ni realiza funciones oficiales dentro de la Casa Real, su vida ha sido objeto de escrutinio mediático desde que su madre, la princesa Mette-Marit se unió a la realeza hace ya 23 años.
Marius siempre ha sido un hijo más para el príncipe Haakon y ha crecido junto a sus dos hermanos de madre, la princesa Ingrid Alexandra (20 años) y el príncipe Sverre Magnus, que acaba de cumplir 19 años, en Skaugum. De hecho, siempre ha mantenido una magnífica relación con toda la Familia Real noruega, incluidos los reyes Sonia y Harald.
Durante la entrevista, el príncipe Haakon mantuvo discreción sobre el tema de su hijastro y solo comentó: "Creo sinceramente que no habría sido correcto ser tan abiertos como algunos hubieran querido en este caso, porque hay muchos intereses que atender". Dejando entrever lo complicado de la situación.
La importancia de la familia
Reflexionando sobre el impacto de los acontecimientos más recientes, Mette-Marit compartió que, si tuviera que resumir el año en una palabra, sería "exigente". "Ha sido un año exigente y un otoño exigente para nosotros. No vamos a ocultarlo", afirmó la princesa de Noruega. Su sinceridad contrarrestó con la discreción que tanto ella como su esposo han mantenido en los últimos tiempos, para no perjudicar a la Corona y demostrar su respecto y lealtad a sus deberes con el pueblo noruego.
Por ello, destacó la importancia de la familia en tiempos complicados y, también señaló, que sin ayuda profesional del sistema sanitario, sin indicar de qué tipo, no lo hubieran conseguido: "No creo que hubiésemos sido capaces de soportar una situación así sin esa ayuda, juntos como familia, y al mismo tiempo mantener nuestras obligaciones para con el pueblo noruego".
2024, un ‘annus horribilis’
Sin duda, 2024 ha sido especialmente complicado para la familia real de Noruega. Y, aunque los problemas de Marius con la justicia, han acaparado todo tipo de titulares, nacionales e internacionales, no ha sido el único miembro de la familia que ha suscitado polémica con sus actuaciones o declaraciones.
Eso sin mencionar el delicado estado de salud tanto del monarca Harald V de Noruega, que ha obligado a su hijo a tomar mayor protagonismo político, o de la propia princesa Mette-Marit, cuya fibrosis pulmonar que padece desde 2018 la ha obligado a reducir su agenda oficial.
Ante este ‘annus horribilis’, solo quedan buenos deseos para 2025 y, de momento, lo empezarán con mejor pie: celebrando el 21 cumpleaños de la princesa heredera Ingrid Alexandra, el próximo 21 de enero