Era un asunto histórico que quedaba pendiente desde hace mucho tiempo y, tres décadas después, se ha resuelto por fin. La Familia Real griega recupera la ciudadanía de su país, según recoge el boletín oficial del Estado heleno desde el pasado viernes. Hecho que supone curar una herida profunda para ellos y, por lo tanto, culminar un largo proceso que hasta ahora no habían podido cerrar. Tras la restitución de su nacionalidad, los hijos y nietos del difunto Constantino II han expresado lo que esto significa para ellos a través de un comunicado que reproducimos a continuación:
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Con profunda emoción, después de treinta años, hemos recuperado nuestra ciudadanía griega. La ley de 1994 nos privó de ella, convirtiéndonos en apátridas, con todo lo que ello implica en términos de derechos individuales y gran sufrimiento emocional.
Nuestro padre y familia respetaron plenamente el resultado del referéndum de 1974. Sin embargo, la disposición de la ley de ciudadanía de 1994, resultado del estatus político de la época, no era propia de un ex jefe del Estado griego y de una institución que servía fielmente al país. La muerte de nuestro padre marcó el fin de una era.
El requisito previo para la recuperación de nuestra nacionalidad era declarar un apellido, por lo que elegimos el elegido por nuestro difunto tío, Miguel De Gréce, que era el único que nos resultaba familiar ya que nuestra familia nunca llevó apellido.
Durante los años que estuvimos privados de nuestra ciudadanía, nos impulsó el deber y el honor de servir a nuestro país con lealtad y devoción desde donde estuviéramos y con todos nuestros medios. Los mismos principios seguirán guiando el rumbo de nuestra familia.
Un decreto ministerial les reconoce la ciudadanía griega
Los descendientes del último rey de Grecia, quien fue monarca hasta la proclamación de la república en su país en 1974, recuperan la nacionalidad mediante un decreto del Ministerio del Interior heleno. Una decisión que "no les otorga la ciudadanía” sino que “se la reconoce” acorde a una ley de 1994, según explicó el secretario del Interior, Athanasios Balerbas. Para ello, completaron el pasado jueves el proceso que exigía la ley: reconocer la Constitución, renunciar a cualquier tipo de reclamación y elegir un apellido.
Respecto a esto último, su origen es la forma francesa 'de Grèce' (de Grecia), utilizada por el príncipe Miguel, tío abuelo de la reina Sofía que murió el pasado julio. El que también era primo hermano de Felipe de Edimburgo fue autor de una amplia obra literaria en el idioma galo, recordó Balerbas en declaraciones que recoge Efe.
Constantino de Grecia: así contó ¡HOLA! la vida del rey en el exilio
Con el fallecimiento de su padre, Pablo I, el 6 de marzo de 1964, Constantino ascendió al trono y siete meses después dio el ‘sí, quiero’ a la princesa danesa Ana María. Ambos se convirtieron, con 24 y 18 años respectivamente, en los reyes más jóvenes del mundo. El 10 de julio de 1965 dieron la bienvenida a su primogénita, Alexia; y dos años más tarde llegó Pablo, llamado a ser el heredero.
La felicidad, sin embargo, no duraría mucho. Lo que no se imaginaban los reyes Constantino y Ana María era que estos serían sus dos únicos hijos que nacerían en suelo heleno. En 1967, Grecia estaba sumida en una severa crisis política. El 21 de abril de ese mismo año, los militares liderados por el coronel Georgios Papadópulos dieron un golpe de Estado que suprimió la Constitución y las libertades civiles y políticas, dando comienzo a la conocida como Dictadura de los Coroneles.
Meses después Constantino II decidió liderar sin éxito una contrarrevolución para derrocar el régimen dictatorial. La reina Ana María, que estaba embarazada de su tercer hijo, perdió el bebé que esperaba a causa de la tensión vivida aquellos días. Tras lo sucedido el 13 de diciembre de 1967, se vieron abocados al exilio durante casi medio siglo, primero fijando su residencia en Italia y después en Reino Unido.
En noviembre de 1974, el monarca heleno hablaba esperanzado para ¡HOLA! del referéndum que iba a celebrarse en Grecia y que decidiría el futuro de la monarquía. “Regresaremos definitivamente”, decía por su parte la reina con énfasis. “Yo me siento totalmente griega y mis hijos (entonces ya posaban con Nicolás) son educados según las costumbres griegas y hablan entre ellos en griego”, detallaba. “Los niños me preguntan constantemente cuándo vamos a volver”, añadía.
Sin embargo, aquel tampoco fue el momento. El plebiscito convocado por el nuevo ejecutivo confirmó a Grecia como república con casi un 70% de los votos. Medio siglo después de aquello, su familia ha recuperado lo que tanto anhelaba: la nacionalidad helena. El hermano de la reina Sofía, por su parte, no pudo regresar a su país hasta 2013. Hoy, descansa para siempre en el cementerio de Tatoi tras su fallecimiento en enero de 2023.