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Ian Farquhar, amigo muy cercano del rey Carlos III, murió de manera inesperada el pasado mes de marzo a los 78 años en su casa cerca de Chippenham, Wiltshire. Tal y como ha revelado la investigación que se inició al tratarse de un fallecimiento en circunstancias extrañas y desconocidas, el militar retirado perdió la vida asfixiado, puesto que se quedó atrapado entre la cama y la pared.
© Getty ImagesEn este mismo informe, que ha sido realizado por la Corte Forense de Salisbury, también se ha detallado que en el cuerpo de Ian Farquhar se registraban niveles de alcohol en sangre 4,5 veces superiores al límite de conducción permitido. Cabe destacar que en su vivienda se habían encontrado dos botellas de vino vacías, otra de ginebra Gordon y una de whisky a medias de terminar.
© Getty ImagesLa causa de la muerte, según ha determinado el patólogo y posteriormente ha ratificado el médico forense, es “la asfixia postural, la inversión del cuerpo y la toxicidad del alcohol”. De la misma manera, el médico forense baraja la teoría de que el fallecimiento se produjo porque, probablemente, Ian estaba intentando levantarse de la cama cuando perdió el control de su cuerpo.
Así era Ian Farquhar
Ian Farquhar siempre ha estado muy ligado a los Windsor. Formó parte del regimiento de Húsares (militares de caballería) de la reina Madre y forjó un estrecho vínculo con la siempre recordada Isabel II y el rey Carlos III. Además, su hija, Rose, mantuvo un breve noviazgo con el príncipe Guillermo en el año 2000. Quién también estaba especialmente unido a Ian era Andrew Parker-Bowles, el primer marido de la reina Camilla. “Un verdadero compatriota, un buen oficial y un gran jugador de polo”, fueron las cariñosas palabras de despedida con las que definió a su camarada.
© Getty ImagesEntre las aficiones de Ian destacaban los caballos y la caza. A raíz de este último hobby empezaron sus problemas con el alcohol, ya que tras las monterías los grupos que habían participado en ellas solían organizar grandes cenas con todo tipo de bebidas, tal y como ha confesado su hija Rose al diario británico The Mirror. “Bebía más de lo aconsejable”. En esta misma entrevista, Rose también ha declarado que en un principio no le dieron mayor importancia a estos hábitos poco saludables, pero su entorno más cercano empezó a preocuparse cuando Ian comenzó a sufrir algunas caídas allá por 2022. “Los médicos le dijeron que tenía que empezar a cuidarse”.
