Poco a poco, Kate Middleton (42 años) va dando pasos que la acercan a la rutina. Tras anunciar que había puesto punto final a su tratamiento contra el cáncer, la princesa de Gales ya ha retomado su agenda de compromisos, e, incluso, a principios de este mes de octubre reapareció en un acto oficial junto al príncipe Guillermo. Concretamente, el matrimonio hizo una visita a la localidad de Southport, donde este verano tres menores perdieron la vida y varias personas resultaron heridas tras un brutal ataque con cuchillo.
La próxima gran cita de la princesa de Gales nada tiene que ver con el calendario real, sino que se trata de una reunión privada y de carácter familiar: el sexto cumpleaños de su sobrino Arthur Matthews, nacido de la unión de su hermana Pippa con el administrador de fondos de cobertura James Matthews. El matrimonio y sus tres hijos, Arthur (5 años), Grace (3 años) y Rose (2 años), viven en una extensa finca en la campiña de Berkshire, una casa situada a escasos kilómetros de Adelaide Cottage, la residencia oficial de los príncipes de Gales en Windsor.
Una jornada de lo más divertida que es probable que tampoco se pierdan Carole y Michael Middleton, los padres de la princesa de Gales; así como su hermano James Middleton y la esposa de este Alizee Thevenet, que en octubre de 2023 se convirtieron en padres por primera vez dando la bienvenida a su hogar al pequeño Inigo.
Hay que recordar que los Middleton han sido uno de los pilares fundamentales de Kate durante su enfermedad. El pasado mes de enero, después de la operación abdominal a la que princesa de Gales se sometió en la Clínica de Londres, Carole se trasladó a Adelaide Cottage para cuidar de su hija y sus nietos, los príncipes George (11), Charlotte (9) y Louis (6). “Es una abuela muy implicada. Estoy segura de que está al frente de la familia”, explicó la experta en realeza Ingrid Seward a HELLO! Buena muestra de esta fuerte unión es que Carole y Michael aparecían jugando con los pequeños en el vídeo con el que Kate contó que había finalizado la quimio. Una estampa familiar jamás antes vista.
Un apoyo que también supieron transmitir al príncipe Guillermo, que desde su época universitaria ha sido uno más en el núcleo de los Middleton. Sus suegros estuvieron a su lado en las populares carreras de caballos de Royal Ascot. Este es uno de los grandes actos de los Windsor porque, desde la muerte de Isabel II, siempre están en las grandes fechas de la monarquía. Carole y James estuvieron hablando de manera animada con todos los miembros de la Familia Real allí presentes, una actitud distendida que muchos entendieron como una señal de normalidad y de que todo estaba evolucionando según lo previsto.
La segunda gran aparición de Kate Middleton tuvo lugar en la final de Wimbledon, ya que ella es patrona de la All England Lawn Tennis and Croquet Club y gran aficionada a esta disciplina deportiva. Un partido en el que la princesa de Gales, con permiso de los tenistas Carlos Alcaraz y Novak Djokovic, se convirtió en el centro de todas las miradas. Pero Kate no estuvo sola, a su lado, y dedicándole numerosos gestos de atención, se encontraba su hija Charlotte, y, por supuesto, su hermana Pippa.
James Middleton siempre ha presumido de la buena relación que mantiene con sus hermanas, que fueron su principal sostén cuando tuvo que hacer frente a una dura depresión. Si bien es cierto que siempre se mantiene en un discreto segundo plano, no ha parado de enviar cariñosos mensajes a la princesa de Gales en sus perfiles públicos. “Orgulloso de ti”, expresó tras la buena noticia de que Kate había terminado con la quimioterapia.