A pesar de las lluvias que han caído este sábado en Madrid y de tenerse que modificar parte del programa previsto por el aguacero caído, se llevó a cabo el desfile militar por el Día de la Hispanidad. Una vez finalizado, tuvo lugar el tradicional besamanos en el que los Reyes y la Princesa recibieron en el Salón del Trono a unas 1.300 personas, desde la más alta representación institucional del país a miembros de diversos sectores de la sociedad civil. Posteriormente, comenzó el cóctel que se sirvió en el Palacio Real y en el que los invitados pudieron degustar un vino español y diferentes canapés, como gazpacho, croquetas de jamón y de queso, ensaladilla rusa y pinchos de tortilla. Como no podía ser de otra forma, también hubo jamón ibérico. En cuanto al postre, sirvieron trufas de chocolate, bombones de diferentes sabores y una gran variedad de pasteles.
Durante la recepción, se formaron los típicos corrillos, que son pequeños grupos de invitados que se crean en el Palacio Real el Día de la Hispanidad, donde se charla de manera distendida durante el cóctel y del que participan los Reyes y su primogénita de una manera natural, cercana y alejada de protocolos. La gran protagonista fue la princesa Leonor, ya que todos los asistentes querían conversar con ella y realizarse un 'selfie' juntos. Además, la heredera al trono charló con los presentes y bromeó al comparar el frío y el característico clima de Galicia a lo que se ha sentido este sábado en la capital.