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La boda real de Teodora de Grecia y Matthew Kumar nos dejó imágenes únicas en Atenas, homenajes, bonitos reencuentros y momentos familiares irrepetibles.La pareja se encargó de elegir personalmente todos los detalles de este enlace que tanto tiempo llevaban esperando (tuvieron que posponerlo hasta tres veces). Querían tener al fin su celebración soñada, pero también deseaban sorprender a los 250 invitados, a los que entregaron como recuerdo del gran día un regalo lleno de simbolismo.
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La hija menor de los reyes Constantino y Ana María está muy orgullosa de sus raíces, y eso quedó demostrado por partida doble en su enlace. Eligieron Atenas "como reflejo de su amor por Grecia, los fuertes lazos que mantienen con el país y su deseo de compartir con sus invitados la cultura griega, la hospitalidad e identidad griegas". Reforzaron aún más estos lazos mediante el detalle con el que obsequiaron a sus familiares: una pieza artesana que permite tener en sus hogares un bonito recuerdo del país heleno.
El matrimonio entregó a cada uno de los asistentes una pieza decorativa diseñada por Daphne P. con los colores de la bandera griega: azul en el interior y blanco en el exterior, con el monograma de la princesa Teodora y Matthew, creado con motivo de su enlace. Cada uno de estos regalos ha sido fabricado artesanalmente con un tipo de porcelana que imita el mármol. Este material fue desarrollado en torno a 1845 por el fabricante Staffordshire Mintons ( el principal durante la etapa victoriana) y debe su nombre a Paros, la isla griega famosa por su mármol blanco, utilizado desde la antigüedad para la escultura. La imagen de esta zona del país es una de las postales más habituales.
La pareja hizo este encargo tan personal a Yria Ceramics, empresa que crearon en 1977 dos jóvenes ceramistas llamados Stelios Ghikas, natural de Paros, y Monique Mailloux, nacida y criada en Nueva Inglaterra. Desde entonces han producido vajillas, jarrones, cuencos, azulejos, fuentes decorativas... Sus diseños son muy diferentes y para algunas de sus colecciones se inspiran en modelos preclásicos y bizantinos.
Tres días de románticas celebraciones
La celebración principal tuvo lugar el 28 de septiembre en la catedral de la Anunciación de Santa María, a la que Teodora de Grecia llegó del brazo de su hermano mayor, el príncipe Pablo, jefe de la Casa Real helena. Estaba radiante con un vestido diseñado por Celia Kritharioti y dos piezas históricas que han llevado anteriormente otros miembros de la Familia Real: la tiara Khedive de Cartier y el velo de su bisabuela materna, la princesa Margarita de Connaught. Entre los asistentes se encontraban la reina Sofía, las infantas Elena y Cristina y tres de los cuatro hijos de esta última, Juan, Miguel e Irene Urdangarin.
En la víspera del gran día, los contrayentes recibieron a sus allegados en una cena preboda en el Museo Bizantino y Cristiano de Atenas. Además, como broche de oro a un fin de semana de emociones, organizaron un brunch en el hotel One & Only Aesthesis, en la playa de Glyfada. Este espectacular resort situado en una reserva forestal, a menos de 20 kilómetros de Atenas y al borde del mar Egeo, fue también escenario del banquete nupcial, que se alargó hasta bien entrada la noche con música y diversión.