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Aunque son españolas, Arrieta, Ana María y Amelia, las hijas de la princesa Alexia y el arquitecto canario Carlos Morales, son los miembros más desconocidos de la Familia Real griega. Sin embargo, sus escasas apariciones públicas, siempre en grandes acontecimientos, causan sensación y provocan un gran interés. Así ocurrió en la reciente boda de su tía, la princesa Teodora, donde deslumbraron en Atenas por su belleza, saber estar, elegancia y estilo, que les otorga un halo de misterio y magnetismo de lo más cautivador. Siempre discretas y alejadas de los focos, cuando se las ve acaparan todos los focos y en nuestro país su sola presencia provoca un gran interés.
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A diferencia de sus mediáticos primos, los cinco hijos de los príncipes Pablo y Marie-Chantal de Grecia, los actuales jefes de la Casa Real, las hijas de la princesa Alexia no tienen públicos sus perfiles sociales y llevan una vida de lo más normal en Lanzarote, alejada de alfombras rojas y eventos del mundo de la moda.
Las tres, igual que su hermano Carlos, nacieron en Barcelona. Su madre se mudó a la Ciudad Condal en la década de los años noventa, donde también vivía la infanta Cristina, una hermana más que una prima para Alexia de Grecia. Para poder disfrutar de su vida familiar, alejados de la mirada pública, la hija mayor de los reyes Constantino y Ana María, y su marido se instalaron en Lanzarote, donde encontraron su refugio para disfrutar de su gran familia numerosa con tranquilidad.
Despuntaron en la boda de Philippos de Grecia
Arrieta, de 22 años, Ana María, de 21, Carlos, de 19, y Amelia, quien cumplirá los 17 en unos días, no se han perdido ninguna de las bodas de sus tíos griegos, pero hacía muchos años que no se les veía. Empezaron a suscitar un gran interés hace tres años, en la boda de Philippos de Grecia, donde debutaron con su estilo adolescente y un gran porte. Poco quedaba ya de esos niños vestidos de blanco que en 2012 fueron a la isla griega de Spetses con motivo de la boda de otro de sus tíos, el príncipe Nicolás, con Tatiana Blatnik.
Hace tres años, el mundo entero se fijó en Arrieta, una impactante belleza morena con vestido turquesa con bordados, y en sus hermanas, las perfectas damas de honor, colocando el vestido de novia a Nina Flohr en su boda. La siguiente ocasión fue también en suelo griego, pero por otro motivo más triste, el funeral de su abuelo, el recordado rey Constantino II, hermano de la reina Sofía. A pesar de la distancia, todos los miembros de la Familia Real helena están muy unidos y la pérdida del patriarca fue un gran mazazo para todos ellos. Con gran entereza, el rostro serio y la mirada al suelo, las hijas de Alexia de Grecia acudieron completamente de negro al funeral por el último monarca que han tenido los helenos.
Hace solo unos días, Arrietta, Ana María y Amelia volvían a causar furor en la boda de Teodora de Grecia y Matthew Kumar. La hermana mayor estaba perfecta en su papel de dama de honor de su tía con un vestido satinado en color malva. Posó junto a su prima, la conocida como princesa de la Moda, Olympia de Grecia, y demostró tener muchas tablas, un gran dominio de la escena y mucha soltura. Arrieta es ahijada de la princesa Teodora y de la infanta Cristina, la gran confidente de su madre.
Ana María y Amelia llegaron a la boda de su tía con sus padres y su hermano y levantaron tanta o más fascinación que su hermana mayor. Posaron para la prensa, no pararon de sonreír y fueron vitoreadas por los atenienses que aguardaban a las puertas de la Catedral Metropolitana de la capital. Las dos llevaron vestidos de su madre, demostrando que el estilo nunca pasa nada y permanece a lo largo de las décadas. Ana María se decantó por un diseño que llevó Alexia de Grecia hace 25 años en la recepción previa a su boda. Amelia optó por el look que lució en la boda de Haakon y Mette-Marit de Noruega el 25 de agosto de 2001.
Estas tres nietas de la reina Ana María despiertan la misma atracción que hace años despertaba su madre, la más española de los miembros de la Familia Real griega. Era común ver a la infanta Cristina y Alexia disfrutar de muchos planes juntas y aunque ahora la distancia hace que se vean menos, su relación sigue siendo igual o más estrecha si cabe. El pasado mes de febrero, el matrimonio Morales se reencontró con la hermana de don Felipe en Las Palmas de Gran Canaria, donde disfrutaron del carnaval. Así que no es de extrañar que, tiempo después, sus hijas levanten pasiones.
El cariño entre la hija y la sobrina de doña Sofía es tal que la princesa Alexia es madrina de bautismo de Pablo Urdangarin y ha sido un pilar fundamental tras su divorcio. Por su parte, doña Cristina ha sido un gran apoyo para Alexia de Grecia tras la muerte del rey Constantino, a quien todos tuvieron muy presente en la boda de la princesa Teodora.