La Familia Real de Países Bajos ha participado en el Día del Príncipe, en el que miembros del Senado y de la Cámara de Representantes se unen para asistir a una Asamblea de los Estados Generales donde el rey Guillermo pronuncia un discurso desde el trono. Se trata del gran acto institucional del año y por eso, además del monarca y la reina Máxima, sus hijas, las princesas Amalia y Alexia, también se les han unido convirtiéndose en las estrellas de la jornada a bordo de espectaculares carrozas.
La jornada se ha convertido en toda una fiesta en La Haya. Desde las 11.30 horas, los diputados han salido de la sede parlamentaria y se han ido dirigiendo hacia el Teatro Real para presenciar esta solemne sesión. A su llegada les ha recibido una formación de la guardia de honor militar. De los últimos en llegar han sido los integrantes de la comisión entrante y saliente, el vicepresidente del Consejo de Estado, el presidente del Senado y el presidente de la Cámara de Representantes. Tras ellos, el presidente de la Asamblea.
Con todos los parlamentarios en el Teatro Real, ha sido el momento de la salida de la procesión real desde el Palacio Noordeinde, uno de las cuatro residencias oficiales que tiene la Familia Real neerlandesa. El trayecto se ha convertido en un espectacular desfile de carruajes cargado de ceremonial, en el que los Reyes y sus hijas han estado acompañados por miembros de la Corte, Policía a caballo, bandas de música y varios regimientos.
El paseo en carroza ha transcurrido por las calles del centro como Noordeinde, Heulstraat, Kneuterdijk, Lange Voorhout y Tournooiveld hasta Korte Voorhout. El casco histórico ha estado lleno de curiosos y se ha desplegado un fuerte dispositivo de seguridad y emergencia. El cortejo lo ha encabezado el regimiento de granaderos y la Real Policía Militar. Después, en un primer carruaje con dos caballos frisones de nombre Ysir e Yvan y un segundo tirado por Tiebe y Ziert. Tras ellos la berlina de Gala, con los ejemplares Zelman, Welmer, Arnoud y Xerox que han transportado a la princesa Alexia y a los príncipes Constantino, hermano del Rey, y la princesa Laurentien.
La marcha la ha cerrado la gran carroza de cristal tirada por ocho caballos originados en la provincia holandesa de Güeldres de nombre Vitus, Nigel, Yasha, Rocco, Ynsen, Vernon, Bienco y Windsor. En su interior, los reyes Guillermo y Máxima y su primogénita, la princesa Amalia. En este acto solo se ha echado en falta a la princesa Ariane, la hija menor del soberano de 17 años, que se encuentra interna en el colegio UWC Adriatic College de Italia, que pertenece a la misma institución educativa en el que actualmente estudia la infanta Sofía en Gales.
Para esta cita, la reina Máxima se ha decantado por un vestido largo de manga francesa con gran lazo en la altura del hombro y guantes de color hielo. Su hija mayor, como ya es habitual en este día, ha elegido el verde con un diseño con original escote y en lugar de tocado ha llevado una diadema. Mientras, la princesa Alexia ha optado por prescindir de accesorio para la cabeza y ha rescatado un vestido de organza de seda rojo que usó su madre en 2002. Todas ellas han lucido la banda de la Orden y la estrella de la Gran Cruz de la Orden del León de los Países Bajos
El discurso del Rey
Una vez en el interior, el Rey ha pronunciado su discurso desde el trono en el que el Gobierno traza las líneas maestras para el próximo año político. En realidad es el primer ministro el que lo escribe tras su aprobación por el Consejo de Ministros y previa consulta con el Rey y se suele acabar de perfilar en la víspera de este importante día. El monarca ha comenzado su intervención recordando los Juegos Olímpicos. "Había mucho que disfrutar por parte de todos los millones de aficionados al deporte en los Países Bajos, incluida mi propia familia, y había mucho de lo que enorgullecerse", ha resaltado para después abordar otros temas económicos y sociales que afectan a la nación.
Ya por último, sobre las 14: 00 horas, los miembros de la Familia Real neerlandesa han regresado al Palacio Noordeinde donde han salido a saludar a los vecinos y curiosos desde el balcón bellamente engalanado con adornos florales.
Este es el segundo acto de la semana que tiene la princesa Amalia, quien a sus 20 años está cobrando cada vez más protagonismo en la agenda oficial de su país. Este lunes acudió en solitario a un acto oficial. Visitó el hipódromo de Duindigt para conocer, precisamente, a los caballos y jinetes que han participado en el desfile de este martes. Además, a la princesa de Orange la hemos visto animar en París a los deportistas de la delegación neerlandesa que han competido en los Juegos Olímpicos y disfrutar de una final junto al rey Felipe VI.
La heredera al trono holandés decidió hace unos meses que a partir del 1 de enero de 2025 comenzará a usar la asignación de 1,5 millones de euros anuales que le corresponden desde que cumplió la mayoría de edad, pero que hasta ahora no ha utilizado y que reembolsaba al Gobierno. Esta asignación pública servirá para sufragar los gastos derivados de su actividad institucional que contempla una secretaría y un fondo para poder vivir y trabajar de forma independiente. Es la primera princesa europea que ha pedido este dinero, ya que el resto aún tienen actos oficiales testimoniales y están centrados en su formación académica o militar.
Por su parte, la princesa Alexia, hija mediana de los Reyes, repite en este acto en el que debutó el año pasado. Tras tomarse un año sabático, la Princesa estudiará la licenciatura de Ciencias e Ingeniería para el Cambio Social en la Facultad de Ingeniería de la University College de Londres. El pasado agosto, Alexia deslumbró en el Gran Premio de Fórmula 1 de los Países Bajos, donde derrochó estilo y belleza.