No se ha observado nada extraño en la agenda de esta última semana de la familia real danesa, pero no ha sido una semana normal. Aunque no ha habido despedidas públicas y los reyes Federico y Mary han cumplido con sus compromisos como siempre, su hijo mayor y heredero acaba de dar un paso fundamental. El príncipe Christian ya ha comenzado su primera estancia larga en el extranjero. Al tratarse de su año sabático antes de comenzar su formación superior, consideran que este periodo es estrictamente privado por lo que no se darán más detalles sobre su vida allí. Aún así, podemos aventurar que será radicalmente distinta a la que conoce y quizás tenga la oportunidad de descubrir que su vocación pasa por la agricultura, como su tío, Joaquín de Dinamarca. ¿Estaremos ante un nuevo príncipe granjero?
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En África oriental desempeñará labores propias para el mantenimiento de una granja y participará en el funcionamiento diario de dos explotaciones agropecuarias, donde contribuirá con tareas prácticas y administrativas. La Casa Real considera que esta vivencia, que se prolongará hasta diciembre, cuando regresará a Dinamarca, le proporcionará una gran visión sobre la naturaleza local.
No son pocos los Príncipes que han tenido experiencias en el mundo agrícola en algún momento. Su padre, Federico X, sin ir más lejos, trabajó durante un año en una finca vitivinícola en California. Menos habitual es que, como el príncipe Joaquín, decidan orientar su futuro profesional a ese campo desde el principio. El hermano del actual monarca estudio economía agrícola con un objetivo: asumir el control de Schackenborg, donde residía cuando vivía en Dinamarca, administrar sus posesiones agrícolas, recoger grano y cultivar abetos. Comenzó a llevar con orgullo el sobrenombre del príncipe agricultor o príncipe granjero, pero finalmente el destino le llevó fuera de su país y cambió el campo por las labores diplomáticas. Su intención, en principio, era crear una dinastía de agricultores para que cuando él ya no éste sean sus propios hijos los que sigan cuidando de la tierra. Soñaba con ser "un cabellero granjero", pero en una reciente entrevista al Washington Post bromeaba diciendo que finalmente resultó ser mejor como caballero.
Está por ver si Christian de Dinamarca acaba tan enamorado del mundo agrícola como su tío, aunque teniendo en cuenta su condición de heredero, se espera que su futura formación esté mucho más medida. En cualquier caso, comienza una experiencia única para él, y habitual en la familia real danesa, donde existe una larga tradición de que los futuros monarcas hagan estancias prolongadas en el extranjero durante su juventud y tengan la oportunidad de desarrollarse y conocer el mundo. Así, en 1986, el rey Federico participó en una expedición a Mongolia centrada en los nómadas. La reina Margarita, abuela de Christian, también emprendió importantes viajes a América del Sur y del Este en la década de los años 1960.
Además de los royals daneses, también los príncipes Guillermo y Harry vivieron una temporada lejos de palacio en un entorno rural que les fascinó. El actual heredero viajó por Chile, Belice y también algunos países de África antes de comenzar sus estudios universitario en Saint Andrews, donde por cierto conoció a Kate Middleton. El duque de Sussex, por su parte, pasó una temporada en una granja en Australia, donde fue inmensamente feliz, tal y como explicó en sus memorias. También estuvo colaborando en un orfanato en Lesotho, una experiencia que le marcó profundamente y que fue clave para desarrollar el gran amor que siente por África.