Tras cinco años de amor y muchos obstáculos, la princesa Marta Luisa de Noruega y el chamán de las estrellas de Hollywood, Durek Verrett, ya son marido y mujer. La pareja ha sellado su amor en el bucólico enclave de Geiranger, un impresionante fiordo al oeste del país declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y que los novios eligieron expresamente como una representación de la belleza natural de Noruega. Un 'sí, quiero' de lo más sentimental que provocó que los novios y sus invitados se emocionaran hasta las lágrimas. A continuación te mostramos el vídeo exclusivo con los detalles que no se vieron de una boda de la que ¡HOLA! ha sido testigo de excepción. Desde la preparación de Durek con sus padrinos, hasta la colocación de la tiara de la Princesa, pasando por un coro góspel y los emocionantes votos matrimoniales en los que la pareja, con la voz entrecortada, se juraba amor eterno, el intercambio de anillos y la ovación tras ser declarados marido y mujer, del gran acontecimiento de la temporada.
El enlace ha sido el colofón a varios días de celebraciones que arrancaron este jueves con una fiesta de temática 'sexy' y 'cool' y continuaron el viernes con un paseo en barco y una velada con música de salsa. Los novios han estado rodeados de sus amigos y seres queridos venidos de todos los rincones del planeta y arropados por la Familia Real al completo y otros príncipes como Victoria y Carlos Felipe de Suecia, acompañados de sus respectivas parejas, Daniel y Sofia. Es el primer enlace royal en el país desde que se casaron los príncipes Haakon y Mette-Marit, y se ha convertido en el gran acontecimiento de la realeza que ha dado la vuelta al mundo y al que ¡HOLA! y su publicación hermana, HELLO! han entrado en exclusiva. Además, en HOLA.com te estamos ofreciendo toda la cobertura en directo y el próximo miércoles en la revista ¡HOLA! se publicarán las imágenes exclusivas con todos los detalles, sorpresas y momentos más emocionantes.
Geiranger se ha despertado nublado, pero sin lluvia. Minutos antes de que comenzara la boda eran muchos los curiosos que se han acercado hasta el lugar, rodeado de la máxima expectación. Los autobuses con los primeros invitados han comenzado a llegar minutos antes del mediodía, casi a la vez que se colocaba una alfombra roja desde la entrada del Hotel Union hasta la parte de atrás del establecimiento. Un pequeño recorrido que han hecho todos los invitados hasta la carpa blanca donde ha tenido lugar la ceremonia. Algunos de los asistentes han llevado traje largo y las invitadas noruegas han utilizado en su mayoría el bunad , el traje regional típico . Los caballeros, con esmoquín. Mientras, el novio se preparaba en una de las habitaciones con sus padrinos y la novia hacia lo propio con sus damas de honor, en un ambiente distendido, en el que ¡HOLA! ha podido entrar.
Los últimos que han aparecido en escena han sido los reyes Harald y Sonia, los príncipes Haakon y Mette-Marit y los príncipes Ingrid y Sverre Magnus, este último con su novia, Amalie Giaever Macleod. Todas las damas de la Casa Real han acudido con sus bunads. El monarca y el príncipe heredero con esmoquin, mientras que el príncipe Sverre ha optado por el atuendo regional, un regalo de sus abuelos, los Reyes, que estrenó en su mayoría de edad y también elegido en su graduación de la escuela secundaria . Por su parte, la princesa Astrid, tía de la princesa Marta Luisa, también ha optado por la indumentaria típica noruega, muy sonriente y saludando a la multitud.
Antes de la llegada de la novia se ha visto a dos de sus hijas. Leah Isadora y Emma Tallulah, quienes han elegido dos vestidos en color claro, con la misma tela, pero distinto diseño. Instantes después ha llegado Marta Luisa, del brazo de su hija mayor, Maud Angelica, y se ha desvelado el secreto mejor guardado, su traje de novia, un diseño en blanco de corte clásico, con escote en pico con aplicaciones de flores y de tirantes. . . . . que ha acompañado de un largo velo de tul, que su hija le ha retirado del rostro antes del rito. Ha acompañado su mirada con una tiara y un enorme ramo de rosas en cascada de diferentes tamaños. Se había especulado mucho con la idea de si la Princesa llevaría diadema en su gran día y finalmente se ha decantado por esta joya. Se trata de una pieza que es de su propiedad y que recibió en 1989, el día de su 18 cumpleaños, de manos de su abuelo, el rey Olav, quien murió solo dos años después. Esta tiara con perlas y espigas se la ha visto en muchas cenas de gala y bodas reales.
Por su parte, Durek, quien a pesar de estar casado con una princesa noruega no formará parte de la Casa Real y no tendrá ningún título, tampoco ejercerá funciones de representación, ha vestido traje oscuro, con corbata y fajín en dorado y en una de las mangas llevaban bordado el monograma de la pareja: una 'M' y una 'D', que ha sido creado para el enlace. El novio ha saludado al rey Harald con un emotivo abrazo cuando se han visto. Igual de efusivo ha sido el reencuentro de Durek con el príncipe Haakon, su ya cuñado, ante la atenta mirada de los príncipes Ingrid y Sverre. La carpa ha estado bellamente engalanada con arreglos florales en rosas y velas.
Los emocionantes votos matrimoniales
La pareja se ha dado el 'sí, quiero' bajo la carpa del hotel Union de Geiranger cerca de las 14:00 horas y precedidos por su cortejo nupcial y damas de honor, todas vestidas de rosa. La boda ha sido oficiada por la reverenda Margit Love Holte siguiendo el rito de la Iglesia Noruega, una denominación evangélica luterana del cristianismo protestante que permite que las mujeres puedan ser ordenadas pudiendo llegar al cargo de obispas. Se escucharon cánticos como Amazing Grace o Abre los ojos de mi corazón, Señor y el príncipe Haakon ha hecho una lectura de la Biblia. Uno de los momentos más emotivos ha sido cuando el ya matrimonio ha intercambiado sus votos matrimoniales. Durek ha dicho a Marta Luisa con la voz entrecortada: "Te prometo que toda mi vida la emplearé en hacerte feliz", a lo que ella respondió: "Te amaré siempre por saber que mis hijas son lo primero". Acto seguido se ha producido el intercambio de alianzas y la reverenda los convirtió en marido y mujer, a lo que siguió una gran ovación. .
Además, Michael Beckwith también ha participado con un saludo. Beckwith es fundador y director espiritual del Nuevo Pensamiento del Centro Espiritual Internacional Agape en Beverly Hills (California), una comunidad transdenominacional, con miembros, practicantes espirituales, ministros y ministerios en todo el mundo. Se trata de una corriente que surgió en el siglo XIX y que bebe de culturas antiguas. Las imágenes en exclusiva del interior del enlace se podrán ver solo en la revista ¡HOLA! que sale el miércoles a la venta en tu quiosco habitual y la primera foto de los recién casados se ha publicado en HOLA.com este mismo sábado por la tarde.
Marta Luisa y su ya marido han podido vivir el emocionante ‘sí, quiero’ acompañados de amigos y familiares, algunos de ellos venidos de los Estados Unidos, lugar de origen de Durek. Además, y aunque esta no ha sido una boda institucional organizada por la Corona noruega, sino por los novios, la Princesa, cuarta en la línea de sucesión al trono, ha contado con la presencia de toda la Familia Real al completo, salvo por Marius Borg, el hijo que la princesa Mette-Marit tuvo de soltera. Durante todos los días que han durado los festejos, el soberano y su familia se han alojado a bordo del barco real Norge, una de las dos únicas embarcaciones de este tipo que quedan en el mundo tras la retirada del Britannia, el yate de Isabel II de Reino Unido. La nave de la Corona ha estado atracada frente al hotel, en las aguas del propio fiordo Geiranger.
La Casa Real noruega mantiene excelentes relaciones con el resto de monarquías europeas y muy especialmente con las escandinavas, a las que les une un pasado histórico común y lazos de sangre y de profunda amistad. Así, no han faltado a la cita los príncipes Victoria y Carlos Felipe de Suecia, acompañados de sus respectivas parejas Daniel y Sofia. La princesa Marta Luisa de Noruega también es muy cercana a la Familia Real de Países Bajos y por eso han acudido el príncipe Constantijn, hermano del rey Guillermo, con su mujer, la princesa Laurentien, quien es una de las madrinas de bautismo de Leah Isadora, hija menor de la novia.
En esta jornada tan importante para la Princesa, sus tres hijas, fruto de su matrimonio con el malogrado escritor y artista Ari Behn, han estado a su lado. Maud Angelica, de 21 años, Leah Isadora, de 19, y Emma Tullulah, de 15, han sido las otras protagonistas y testigos de la historia de su madre con el líder espiritual con el que tienen una relación excepcional. En total, 350 invitados. Las dos hermanas mayores han estado acompañadas. Maud Angelica, por Helena Stalnacke, con la que ha escrito el libro De repente: historias sobre el dolor de los jóvenes. En él narra cómo han llevado las repentinas pérdidas de su padre, en el caso de Maud, y de su madre, en el caso de Helena. Por su parte, Leah Isadora, quien destaca por su faceta de influencer, se ha presentado con su novio Elliot Beer Wilsz.
Antes de la cena de gala, la pareja ha posado para prensa apostada en los aledaños del hotel Union y ha saludado al público congregado que les ha deseado sus mejores deseos en esta nueva etapa. "Me siento en la cima del mundo por poder casarme con esta mujer después de tantos años de espera. Estoy muy contento", ha dicho Durek antes de besar a su esposa. Por su parte, Marta Luisa ha dicho sobre la ceremonia que "fue muy conmovedor, muy agradable. Fue una experiencia absolutamente fantástica". Ha sido entonces cuando los protagonistas han contado algún detalle como que el novio ha llorado durante la ceremonia y la Princesa ha enseñado una insignia que llevaba prendida en la cola de su vestido y que era el 'algo azul' de su estilismo. También han contado que estaban deseando bailar juntos su primer vals como matrimonio. El banquete nupcial ha tenido lugar la cena de gala en el salón Geiranger, el más grande y polivalente del Hotel Union con una altura de 5,5 metros y una ventana panorámica con espectaculares vistas al paisaje del fiordo.
La estancia del banquete nupcial ha estado dispuesta con una mesa en forma de 'U' en cuyo centro había mesas redondas, todas ellas decoradas con centros florales rosas y naranjas, un juego con la iluminación, también en rosa. Los manteles, oscuros y los cubiertos en dorado. Ya por noche, los recién casados cortan la tarta nupcial para dar paso a uno de los momentos más emotivos: su primer baile como matrimonio, que fue, siguiendo la tradición, un vals como se hace en las bodas reales noruegas y que se verás en exclusiva en ¡HOLA! Acto seguido comenzaba la fiesta que incluía una recena y durará hasta la madrugada.
El domingo, en su primer día como casados, Marta Luisa de Noruega y Durek Verrett despedirán a sus familiares y seres queridos con un brunch en el mismo hotel de su boda que consistirá en platos fríos y calientes que pondrá el colofón a tres días de intensas. . . . . celebraciones.
Su entrevista más íntima
La historia de amor del matrimonio arrancó en la primavera de 2019 cuando una amiga en común se empeñó en que estaban hechos el uno para el otro. Su amor trascendió en mayo de ese mismo año y revolucionó a la opinión pública noruega. Pronto comenzaron a recibir críticas e incluso amenazas racistas, pero no estaban dispuestos a renunciar a su felicidad. En junio de 2022 anunciaron su compromiso y en septiembre de 2023 la Casa Real anunció que la fecha del enlace sería el 31 de agosto de 2024.
Días antes de casarse, la pareja concedió a ¡HOLA! su entrevista más íntima y reveladora. “Me siento increíble al casarme con Durek, y estoy muy contenta de que el día esté a punto de llegar. El lugar donde nos casaremos es precioso, uno de los sitios más bonitos que conozco. Aunque quirieran algunos fallos, siempre podremos seguir contemplando el impresionante paisaje”, dijo. Para el líder espiritual su paso por el altar “es hacer saber al mundo que esta es la persona a la que amo, mediante una declaración ante la familia, los amigos y Dios