Las tribus maoríes de Nueva Zelanda han nombrado a una mujer de 27 años, Nga wai hono i te po, hija del fallecido rey Kiingi Tuheitia, nueva Reina de los indígenas del país oceánico, convirtiéndose en la segunda mujer en hacerlo. La vistosa ceremonia de coronación, con todas las tradiciones del pueblo, tuvo lugar ante miles de personas en el Turangawaewae Narae, la sede del Movimiento del Rey Maorí y la residencia oficial en la isla norte del país. El consejo indígena del Kiingitanga, el movimiento que desde 1858 representa a las tribus maoríes neozelandesas, eligió a la nueva Reina, ya que es un cargo simbólico y en lugar de ser hereditario es por derecho.
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Nga Wai hono i te po es la segunda mujer que sube al trono. La primera fue su abuela, Te Arikinui Dame Te Atairangikaahu, y es la hija menor del anterior soberano, quien falleció el viernes a los 69 años cuando se estaba recuperando en el hospital de una cirugía cardíaca que no pudo superar. La muerte se produjo días después de que tuviera lugar su 18º aniversario de coronación y ha consternado a la nación.
“Nuestro país está de luto. Era un rey fantástico, con un gran sentido del humor, pero también un hombre muy bueno, con un verdadero interés de unir a los neozelandeses”, ha dicho Chris Hopkins, líder del partido laborista de la oposición neozelandesa. Por su parte, el primer ministro Christopher Luxkon definió al Rey como un líder “cuyo compromiso con los maoríes y todos los neozelandeses se ha sentido en todo el país”.
Trono de madera
Sentada en un trono de madera talla, una vez elegida, fue bendecida con la misma Biblia que se usó para ungir al primer rey maorí en 1858 por los ancianos y religiosos en maorí e inglés. Después, fue ovacionada por cientos de indígenas mientras permanecía sentada frente al ataúd de su padre, luciendo una corona vegetal y la tradicional capa mientras se realizaban oraciones y cánticos antes de enterar al antiguo Rey. Posteriormente, una danza haka acompañó el cortejo fúnebre y una flota de canoas de guerra talladas, también llamadas waka, transportó el féretro del Rey a su lugar de descanso final en el monte sagrado de Taupiri, sitaudo al sur de Auckland.
En algunos sectores se ha visto el nombramiento de la reina Nga Wai hono i te po como un cambio generacional, un gesto de renovación e influencia positiva en los miembros maoríes más jóvenes. La nueva monarca tiene un máster en estudios culturales maoríes y enseña kappa haka, el término local para las artes escénicas.
Tras su nombramiento, la nueva Reina, visiblemente triste por la muerte de su padre, fue recibida por un grupo de hombres, con tatuajes tradicionales en el cuerpo, que realizaron una danza ante ella. El cargo de monarca de los maoríes no tiene autoridad legal ni judicial, pero desempeña un importante papel ceremonial. La comunidad maorí representa casi una quinta parte de lo más de 5 millones de habitantes de Nueva Zelanda y sufre a menudo discriminación que se traduce en abandono escolar, enfermedades y mayores tasas de encarcelamiento.