Los príncipes Guillermo y Harry han vuelto a reencontrarse tras un año de distanciamiento y lo han hecho para despedir a una persona muy querido para ellos, su tío Lord Robert Fellowes, cuñado de su madre, la princesa Diana, y secretario privado de la fallecida reina Isabel II de 1990 a 1999, quien murió el pasado 29 de julio a los 82 años por causas que no han sido reveladas.
A pesar de sus diferencias y de su gran distanciamiento, ambos hermanos decidieron ignorar sus problemas por unas horas y desplazarse hasta la iglesia de Santa María en Snettisham, Norfolk, para dar su último adiós a quien para ellos fue alguien muy especial.
Sin embargo, según publica la prensa inglesa, no hubo ningún tipo de acercamientos entre ellos y tanto el príncipe de Gales como el duque de Sussex mantuvieron las distancias. Se sentaron en la parte de atrás del templo, pero separados y no intercambiaron ningún gesto ni palabra.
A pesar de que la presencia de Harry no estaba planeada, debido a la problemática que le genera su falta de seguridad en el Reino Unido, el hijo pequeño de la desaparecida Lady Di hizo un viaje secreto desde Los Ángeles a Inglaterra para acudir al funeral a título personal y una vez finalizado el responso voló de vuelta a Estados Unidos.
Una fuente declaró al tabloide The Sun que no sabían que los dos hermanos estaban allí hasta que vieron a los príncipes después del servicio, y agregó: "Llegaron muy discretamente". "Guillermo y Harry estaban allí, pero nunca los vimos hablar entre sí y mantenían la distancia", agregó otro asistente al funeral.
Otros informantes cercanos a la casa real inglesa revelaron a la revista People que los intentos de Harry de hablar con su hermano (a través de mensajes de texto, llamadas y mensajes) son ignorados. Por lo que la ruptura con el príncipe Guillermo es "muy grave", dijo una fuente de la realeza, pero no es "irreparable".
La última vez que el príncipe de Gales y el duque de Sussex estuvieron juntos fue con motivo de la coronación de su padre, hace más de un año aunque en aquella ocasión también se sentaron por separados y no se les vio mantener ningún tipo de conversación públicamente, por lo que, si no nos falla la memoria, la última vez que se les vio charlando cara a cara fue en el funeral de su abuela, la reina Isabel II, en septiembre de 2022.
¿Juntos en Nueva York?
Pero a este inesperado encuentro, que aunque sea mínimamente ha alimentado la esperanza de una reconciliación, podría seguirle otro próximamente ya que los dos hermanos podrían coincidir durante las mismas fechas en la ciudad de Nueva York.
El duque de Sussex se desplazará hasta la ciudad de los rascacielos en solitario para promover una serie de sus patrocinios e iniciativas filantrópicas durante la celebración de la Semana de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas y la Semana del Clima, que tendrán lugar entre el 22 y el 29 de septiembre.
Según su portavoz, Harry, "participará en compromisos con African Parks, The HALO Trust, The Diana Award y Travalyst" y además, promoverá el trabajo de The Archewell Foundation, la organización sin fines de lucro que cofundó junto a su mujer Meghan Markle.
El príncipe Guillermo, por su parte, también podría estar por estas fechas en la gran Manzana para acudir a la tercera Cumbre anual de Innovación del Premio Earthshot, un concurso medioambiental global impulsado por el propio príncipe de Gales que se llevará a cabo en el hotel Plaza el 24 de septiembre, aunque, de momento, su presencia no ha sido confirmada.
Sin embargo, aunque ambos hermanos coincidieran en tiempo y espacio hay quienes señalan que es muy improbable que se produzca un encuentro pues los puentes siguen rotos entre ellos y no se intuyen signos de deshielo en una relación que no ha hecho más que erosionarse con el paso del tiempo.
Públicamente podríamos situar el inicio de las rencillas en la salida de los Sussex de la casa real y, sobre todo, en la entrevista con Oprah Winfrey, en la que dieron pocos nombres, pero sí se mencionó a Kate Middleton cuando contaron que en una ocasión había hecho llorar a Meghan Markle y no al revés, como la oficina de prensa de los entonces duques de Cambridge había filtrado a la prensa. Todo ello según la versión del príncipe Harry que casi un año más tarde pudo explayarse mucho más en sus memorias.
Fue precisamente en el libro En la sombra donde quedó claro que las diferencias entre ellos comenzaron mucho antes. El duque de Sussex relata una infancia marcada por la jerarquía institucional: el que era llamado a ser Rey y el repuesto. Esta diferencia esencial derivó en competitividad, celos y peleas, algunas de ellas físicas, tal y como cuenta en su biografía. Un complicado caldo de cultivo que convivió durante cierto tiempo con el cariño, el dolor compartido tras la pérdida de su madre, y la complicidad que también surgía entre ellos. Hasta que el equilibrio se rompió.
Después hubo una especie de acercamiento cuando Kate anunció su diagnóstico de cáncer y Harry y Megan contactaron con el príncipe Guillermo y su esposa de forma privada, según reveló en su día el editor de ITV Royal Chris Ship. Una conversación entre las dos parejas que se da por segura aunque sin especificar si se produjo hablando desde sus teléfonos móviles, a través de una videollamada o intercambiando mensajes, pero de la que no nació ningún tipo de encuentro.
Este mes de octubre se lanzará el libro en edición bolsillo, sin embargo, Harry no lo ha reeditado ni ha añadido nada nuevo, por lo que muchos han visto en este gesto un intento de intentar suavizar los conflictos familiares, aunque la fecha del lanzamiento parece no haber sido elegida de manera aleatoria ya que este coincide con el primer viaje oficial de su padre a Australia en pleno proceso de recuperación del cáncer que él mismo hizo público el pasado mes de febrero.