,type=downsize)
Es el año de las primeras veces de Federico y Mary como Reyes. Como sucesores de una reina Margarita con altísimas cotas de popularidad, cada paso es una especie de prueba y error para dar con la tecla que les permita mantener el listón y consolidar su nueva posición en todo el país. En este proceso parece que la apuesta que mejor les funciona no es otra que la continuidad y buena prueba de ello ha sido la gira de verano que acaban de culminar con enorme éxito. Analizamos la estrategia con la que han triunfado.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Los cruceros de verano a bordo del Danneborg de la reina Margarita eran toda una institución, y una tradición. Y como tal, se esperaba que los nuevos reyes siguiesen con ella. Ha resultado todo un acierto no prescindir de este viaje en el que recorren aquellos rincones del país a menudo relegados por ser más remotos o porque albergan menor actividad institucional. Hay vida más allá de Copenhague y en este tour veraniego se presentan así como los Reyes de toda Dinamarca, también de la más olvidada. El experto real e historiador Lars Hovbakke, ha insistido en este aspecto en declaraciones al medio BT: "Visitan algunas islas para demostrar que no son sólo el rey y la reina de Copenhague y el norte de Zelanda. Y, por supuesto, esta vez es especialmente importante, porque son una nueva pareja real".
Esta gira no solamente implica estar presente en lugares como Bornholm, Aero, Assens o Vejle, sino interesarse por su industria, sus tradiciones, los cambios y la evolución de estos territorios. No es tan importante que lleguen allí a bordo del buque real, como que simplemente estén allí y lo hagan con curiosidad, cercanía y demostrando que ya no son los príncipes herederos enfocados en determinadas áreas o causas que les preocupan, ahora aspiran a simbolizar la unión de todos los daneses. Por eso, Sebastian Olden, también experto en realeza e historiador, cree que lo fundamental es no prescindir de estas expediciones reales, aunque en un momento dado decidan cambiar algunos elementos.
El recibimiento que les han dado en cada una de las localidades que han visitado avala esta teoría. Los querían allí, cerca, sonriendo, saludando a la gente, mostrándose cercanos y también regalando imágenes en las que se les ve relajados, cariñosos y todo ello con sus paisajes como escenario. "Las giras de verano siempre han sido populares entre la población; es la forma de permitir que la presencia real viaje por todo el país. Es simplemente parte del trabajo y de lo que la gente espera", sostiene Olden.
Cuando la estrategia era otra
Puede parecer una obviedad que el secreto del éxito sea dejar las cosas como están, pero también implica su riesgo y lo cierto es que su apuesta no siempre ha sido esa. Al fin y al cabo, cada reinado se anuncia como una nueva era, e implantar su sello es también importante. Lo difícil está en equilibrar esta cuestión con honrar el legado de su predecesora. El propio Federico X explicaba algunos de los cambios que introduciría en el libro autobiográfico Palabras de un Rey. En sus páginas habla de la importancia de tomarse "descansos" con cierta asiduidad con el objetivo de recargar energía para una agenda más intensa de lo que acostumbraba."Vamos a hacer las cosas de manera diferente a mi madre, tanto en lo que respecta a la organización y administración de la casa real, como en la manera en la que alternamos el trabajo y el tiempo libre como familia".
Sin embargo, estos descansos no fueron bien vistos por buena parte de los ciudadanos que no entendían que cuando el reinado acaba de echar a andar, el monarca necesitase un respiro. La razón podía resumirse en esto: Margarita no lo hizo. Las comparaciones son odiosas, pero inevitables y parece que los nuevos Reyes han tomado buena nota de lo que se espera de ellos. Federico y Mary empiezan el curso habiendo hecho sus deberes en verano, ahora tienen por delante el reto de mantener las buenas notas y seguir acertando con esa tecla que les proyecta como unos Reyes de hoy, de todos y, sobre todo, dedicados, como lo fue la reina Margarita
