El paso de la Familia Real española por los Juegos Olímpicos de París nos está dejando imágenes para el recuerdo como las que ha protagonizado el rey Felipe la tarde de este lunes. Escasas horas después de su llegada a la capital gala, donde está siendo un auténtico talismán para los representantes de nuestro país, ha formado parte una inesperada cumbre royal durante la prueba de atletismo de 3000 metros obstáculos.
Felipe VI se ha desplazado hasta el estadio de Saint-Denis (fue inaugurado en 1988 durante un partido entre España y Francia) para animar a Daniel Arce, que se ha clasificado para la final. Ha compartido gradas con Amalia de los Países Bajos, el Gran Duque Enrique de Luxemburgo y los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Sucia, cuya historia de amor comenzó hace casi medio siglo con las Olimpiadas de Múnich como telón de fondo.
En la misma fila que Felipe V, a su derecha, estaban los Reyes de Suecia, con los que ha compartido una distendida charla mientras miraban con atención la pista en la que los atletas se jugaban el pase a la final. A la izquierda del monarca estaba la princesa de Orange, de la misma generación que la princesa Leonor y con un pañuelo naranja, haciendo así un guiño estilístico a su país.
La heredera al trono neerlandés, que ya estuvo la semana pasada en París animando a su selección, ha coincidido una segunda vez en el día con Felipe VI ya que ha acudido a la final de baloncesto femenino 3x3 que ha enfrentado a España y Alemania. Un partido que ha tenido como espectador aPau Gasol, que ha anunciado que espera su tercer hijoy participó en los relevos que condujeron la llama olímpica por París horas antes de la apertura de los JJOO.
Delante del jefe del Estado español, que fue abanderado en Barcelona 92, se encontraba el Gran Duque de Luxemburgo, al que ha saludado afectuosamente con la mano y con el que ha hablado de forma animada durante varios minutos. No es el único gesto que refleja la buena relación entre ambas familias. La Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo compartió una foto con la reina Letizia y Matilde de los belgas durante la inauguración de las Olimpiadas.
A pesar de que no han coincidido en el mismo recinto, la duquesa de Edimburgo también ha estado en París. A la cuñada de Carlos III se le ha visto muy emocionada en el velódromo de Saint-Quentin-en-Yvelines, cerca de la capital, donde ha vivido en primera persona la victoria del equipo de Gran Bretaña durante el sprint femenino de ciclismo en pista.
Hasta el momento, Gran Bretaña ha conseguido 41 medallas, Países Bajos ha logrado quince medallas olímpicas, España acumula ocho, Suecia siete y Luxemburgo por ahora no se ha subido a ningún podium.
Antes de este encuentro con otras Casas Reales, Felipe VI ha visitado a los deportistas del equipo español en la Villa Olímpica, donde también ha podido saludar a voluntarios y trabajadores; ha vibrado en la semifinal de baloncesto femenino 3x3 y se ha fotografiado con los aficionados mientras paseaba por la plaza de la Concordia, situada justo al comienzo de los campos Elíseos. Después de presenciar el atletismo, ha estado en los cuartos de final de hockey femenino entre España y Bélgica.
Los Juegos Olímpicos están siendo apoyados por numerosas Casas Reales, pero hasta ahora solo las habíamos visto coincidir en la ceremonia de apertura, que tuvo lugar el 26 de julio; en la recepción previa que ofreció el presidente Emmanuel Macron en el Elíseo; y durante la cena de gala que el Comité Olímpico Internacional (COI) celebró en el emblemático museo Louvre durante la antesala de esta cita deportiva que llega a su fin el 11 de agosto. En la clausura se espera que sea doña Sofía quien represente a la Familia Real española.