Don Felipe toma el relevo de doña Letizia en París. El Rey acaba de aterrizar en la Villa Olímpica para saludar a los voluntarios, trabajadores y deportistas del Equipo Olímpico Español, entre ellos Cristina Bucsa, que ha ganado la medalla de bronce en la modalidad de dobles en tenis femenino junto a Sara Sorribes. Esta nueva visita a la capital mundial del deporte se ha producido tras la breve estancia del monarca en Palma, donde le hemos visto disfrutar de una de sus grandes pasiones, la vela, y cenar en compañía de su familia. La pasada noche, el jefe de Estado pasó una agradable velada en el restaurante Mia, en el Portitxol, junto a la Reina, la princesa Leonor, la infanta Sofía, doña Sofía y el matrimonio formado por la princesa Tatiana Radziwill y el doctor Jean Henri Fruchaud.
Con gafas de sol, el uniforme olímpico y su acreditación colgada al cuello, el Rey está preparado para presenciar las distintas competiciones en las que España tiene opciones de conseguir medalla. Según fuentes de la Casa Real, don Felipe permanecerá en París hasta el jueves. Tras su regreso a España, será su madre, doña Sofía, la que se desplace a la capital gala para asistir a las dos últimas jornadas de los Juegos y a la ceremonia de clausura de la olimpiada, que tendrá lugar el 11 de agosto.
El compromiso de la Casa Real con el deporte
La Casa Real española está al lado de los deportistas de nuestra delegación, dándoles apoyo y aliento. La primera vez que el Rey y la Reina tuvieron la oportunidad de transmitirles sus mejores deseos fue en una recepción que tuvo lugar el pasado jueves 25 de julio en la embajada española de París. “Es realmente un orgullo estar aquí. Os admiramos por todo el esfuerzo y dedicación que habéis demostrado. Nuestro mayor deseo es que se cumplan vuestras expectativas y veros triunfar”, declaró el monarca en su discurso.
El jefe de Estado y su esposa también estuvieron presentes en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, una auténtica cumbre de royals a la que también asistieron Federico y Mary de Dinamarca; Alberto y Charlene de Mónaco; Felipe y Matilde Bélgica; y los grandes duques de Luxemburgo, Enrique y María Teresa. Una cita lluviosa que transcurrió a lo largo del río Sena y que estuvo repleta de sorpresas y actuaciones de grandes estrellas como Lady Gaga y Céline Dion.
La princesa Leonor y la infanta Sofía fueron las encargadas de tomar el testigo de sus padres. La heredera al trono y su hermana pequeña hicieron frente a jornadas frenéticas, ya que acudieron a partidos de waterpolo, hockey, bádminton y tenis. Citas deportivas que mostraron la imagen más relajada y divertida de la Princesa y la Infanta, lejos de los formalismos que requieren otro tipo de actos más protocolarios. Las hijas de los Reyes se hicieron numerosos selfies para inmortalizar su presencia en tan histórico evento, e, incluso, en algunos momentos, se dejaron llevar como dos fans más riendo a carcajadas en las gradas.
Durante los días 31 de julio, 1, 2 y 3 de agosto, doña Letizia regresó a París con una agenda repleta de compromisos, porque, entre otros, estuvo en la prueba de 20 kilómetros marcha femenino, donde María Pérez logró una medalla de plata; dos partidos de waterpolo masculino, ambos con victoria del combinado español; el encuentro de cuartos de final de Carlos Alcaraz y Tommy Paul; la final de natación de 200 metros espalda masculino; y el partido de baloncesto 3x3 femenino entre España y Canadá.