La impresionante inauguración de los JJOO de París, una cumbre royal y deportiva sin precedentes

Jefes de Estado, líderes mundiales y personalidades llegadas de todas partes del mundo disfrutan de la ceremonia desde la plaza de Trocadero, donde llegan las delegaciones tras un recorrido por el Sena

26 de julio de 2024 - 20:08 CEST26 jul 2024 - 20:08 CEST

El 26 de julio de 2024 está ya marcado para siempre en la historia del deporte por ser el día en el que han comenzado los Juegos Olímpicos de París 2024. El arranque de la competición, que se extenderá hasta el 11 de agosto y en la que participarán 32 disciplinas diferentes, marca un punto de inflexión porque por primera vez se lleva a cabo fuera de un estadio. El río Sena se ha convertido en el gran protagonista de este emocionante acto que ha supuesto una auténtica cumbre royal al congregar a jefes de Estado y líderes mundiales, un grupo del que forman parte los reyes Felipe y Letizia.

Las Casas Reales de España, Bélgica, Mónaco, Luxemburgo, Dinamarca, Países Bajos, Bután y Catar, así como dignatarios internacionales, no han querido faltar a este acontecimiento que se celebra cada cuatro años y supone el mayor espectáculo deportivo del planeta. Las autoridades presentes, que minutos antes han tenido una recepción con los Macron en el Elíseo, están colocadas en la última parte del recorrido, la plaza de Trocadero, con impresionantes vistas a uno de los emblemas de la capital gala, la Torre Eiffel, adornada para la ocasión con los aros olímpicos.

Desde este punto hemos visto a Felipe VI y doña Letizia levantándose para animar con fervor al paso de la embarcación con el equipo español. También han seguido con emoción una ceremonia creada para romper códigos y llena de guiños tanto a la cultura francesa como a la diversidad y al empoderamiento. Mediante pantallas XL, y sentados en unas gradas azules colocadas a ambos lados de Trocadero observan cada detalle del recorrido de seis kilómetros en el que participan 10.500 deportistas. Los chubascos que llevan todo el día cayendo en París no han conseguido deslucir el espectáculo y tampoco restar ni un ápice de entusiasmo, pero sí han obligado a muchos asistentes a cubrirse con chubasqueros transparentes.

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El deporte es uno de los ejes de las agendas de la realeza europea, y esa pasión ha quedado reflejada en los gestos que han hecho en esta ceremonia sin precedentes cuyo alma son los atletas. Los reyes Felipe y Letizia, Guillermo y Máxima de los Países Bajos, Federico y Mary de Dinamarca así como Alberto y Charlene de Mónaco, que han querido compartir esta experiencia con sus hijos, Jacques y Gabriella, se han mostrado entusiasmados.

Cabe recordar además que para la mayoría de ellos, los Juegos Olímpicos tienen un papel clave en su vida. Mientras que los Reyes daneses y la pareja principesca de Mónaco se conocieron en este marco (la princesa Charlene era nadadora profesional), nuestro Rey fue abanderado en las Olimpiadas de Barcelona 92 al ser miembro del equipo olímpico de vela, deporte que actualmente sigue practicando y cada verano compite en Mallorca.

Las gradas de Trocadero las ocupan también personalidades de diferentes ámbitos como Pau Gasol, que ha llegado con Catherine McDonnell y su hija Ellie tras ser este mismo viernes uno de los últimos relevistas de la antorcha olímpica; la tenista Serena Williams; la esquiadora Lindsey Vonn, que es premio Princesa de Asturias de los deportes y ha ido con su pareja, el español Diego Osorio; el exjugador de bádminton Lin Dan; el atleta Carl Lewis; la esquiadora acrobática Eileen Gu...

Del mundo del espectáculo hemos visto al cantante Pharrell Williams; la editora de moda Anna Wintour y el cineasta Baz Luhrmann; el matrimonio formado por el cantante John Legend y la modelo Chrissy Teigen; el actor Vincent Cassel con la modelo Narah Baptista; el extenista Boris Becker; la actriz Cynthia Erivo y la cantante Ariana Grande; la actriz Nina Dobrev acompañada del deportista Shaun Whit, que es medallista olímpico; la cantante Kelly Clarkson; la influencer Emma Chamberlain; el cantante y actor Patrick Bruel;

Rafa Nadal, que desde que aterrizó en París ha causado sensación y todos se quieren fotografiar a su lado, ha disfrutado de la ceremonia de apertura desde uno de los edificios situados a orillas del río. El tenista manacorí, que jugará en dobles con Carlos Alcaraz y posee dos oros olímpicos, ha compartido la experiencia con su familia: sus padres, Sebastián y Ana María; su mujer Mery Perelló, que ha hecho varias fotos con su móvil; y su hijo Rafael, que a punto de cumplir dos años estaba encantado y haciendo divertidos gestos mientras pasaban las embarcaciones.

Un recorrido de seis kilómetros con 10.500 atletas y shows de altura

La ruta, de este a oeste, ha comenzado en el puente de Austerlitz, donde se ha creado una 'puerta' mediante humo con los colores de la bandera de Francia. Las delegaciones se han colocado en barcos y para navegar se han prganizado por orden alfabético (el alfabeto francés), excepto los dos primeros: Grecia y un barco de deportistas refugiados procedentes de Etiopía, Sudán del Sur, Siria y República Democrática del Congo. La embarcación española cuenta con 382 deportistas (192 mujeres y 190 hombres) encabezados por el piragüista Marcus Cooper y la regatista Támara Echegoyen, elegidos en esta ocasión como abanderados, tomando así el testigo de Mireia Belmonte y Saúl Craviotto, quien también competirá en esta edición.

Los deportistas españoles, a los que los Reyes desearon suerte en un encuentro que tuvieron la víspera en la embajada de nuestro país en París, han lucido los uniformes oficiales que ha creado Joma para la ocasión, inspirados en los claveles: americana roja, camisa o polo blanco, pantalón beige y falda midi con pliegues y los colores de la bandera degradados. Nuestro vestuario de gala es una interpretación del traje de verano, solo que se remata con zapatillas blancas, en lugar de zapatos de vestir más formales.

A lo largo del camino, las delegaciones y los 10.500 atletas pasan por algunos de los escenarios que acogerán las competiciones, como la Explanada de los Inválidos y el Grand Palais. Desde una posición privilegiada, también ven lugares tan icónicos como la catedral de Notre-Dame y el museo Louvre. A la vez, la llama olímpica iba avanzando por diferentes escenarios de la ciudad para encenderse como broche de oro y dar comienzo oficialmente a la XXXIII Olimpiada.

La ceremonia, dirigida por Thomas Jolly, destaca desde el inicio por su dinamismo y originalidad. Mientras los deportistas avanzaban por el Sena se han celebrado actuaciones y espectáculos de luces y sonido en la ribera del río para amenizar el acto. Para ello se han creado 3.000 piezas de vestuario a base de material reciclado. La primera ha sido Lady Gaga, que ha interpretado Mon Truc en Plume Par durante un aplaudido show de inspiración cabaretera con plumas rosas. De este color también eran los uniformes de las 80 bailarinas del Moulin Rouge, que han hecho un show de cancán. También hemos escuchado la voz de la cantante lírica Marina Viotti y ha emocionado el baile que artistas ataviados con trajes de construcción han hecho en los andamios de Notre Dame, que reabrirá el 8 de diciembre después de cinco años de labores de restauración a causa de un devastador incendio.

A orillas del Sena se han instalado gradas y las entradas para un asiento oscilaban entre 900 y 3.000 euros. Los parisinos, y todos los que han viajado estos días a la ciudad, han podido seguir en directo cada movimiento gracias a las 80 pantallas gigantes instaladas por toda la urbe, donde también se han puesto food trucks para poder cenar.

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