Desde que cumplió la mayoría de edad la princesa Leonor ha multiplicado su presencia institucional de una forma única si se compara su agenda con el resto de herederos de Europa. Tras un año de formación militar, la princesa de Asturias tomó protagonismo durante el décimo aniversario del reinado de su padre y completó su primer viaje al extranjero en solitario, ya se ha comprometido con estar en París para apoyar a los deportistas españoles en los Juegos Olímpicos y tiene fecha para ingresar en la Escuela Naval de Marín. Para la hija de don Felipe y doña Letizia no ha habido año sabático al terminar sus estudios de Bachiller, una opción que sí han escogido Amalia de Holanda, Christian de Dinamarca o Elisabeth de Bélgica. Aunque con diferencias en cuanto a labores y tiempos, el papel del heredero viene determinado en cada marco normativo y, antes o después, se va desarrollando. Sin embargo, aquellos que ocupan una segunda posición en la línea sucesoria no tienen su futuro tan determinado y cada monarquía decide cómo y cuánto se incorporan a la vida oficial y bajo qué perfil. A día de hoy la infanta Sofía ya es un apoyo clave para su hermana y su presencia cada vez mayor en la vida institucional parecen indicar que el futuro tendrá un papel destacado de apoyo en la jefatura del Estado. ¿Cuál es el escenario en el resto de tronos de Europa?
Guillermo de Inglaterra, el futuro es de los Gales
Ninguna monarquía es tan coral como la británica: son muchas personas las que participan en una agenda distribuida según su rango. Sin embargo, así como Carlos III mantiene la presencia que Isabel II le dio al resto de Windsor, Guillermo de Inglaterra prepara un futuro que será exclusivamente de los Gales y no se apoya en nadie que no sea su mujer, Kate Middleton, en este momento retirada por motivos de salud; o sus hijos, siendo el mayor, el príncipe George, el que se prepara como relevo.
En una monarquía con la peculiaridad de que cada uno trabaja por el libre, el príncipe Guillermo está volcado en sentar las bases de su propio reinado sin delegar ningún asunto relacionado con sus patrocinios o sus propios proyectos estrella en materia medioambiental o de vivienda, siendo evidente que las funciones inherentes al príncipe de Gales o al ducado de Cornualles le competen de forma exclusiva. Sin el príncipe Harry ejerciendo del segundo hijo del rey, el príncipe Guillermo no se ha parado a evaluar sus apoyos y demuestra que el futuro es solo suyo. Nada tiene que ver con la generación anterior en la que Isabel II mantenía en escena a cuatro familias: los Gales, los York, los Wessex y la que encabezaba la princesa Ana.
Ingrid de Noruega, un reinado en solitario
Todo apunta a que para Ingrid de Noruega se prepara un camino en solitario, sobre todo por los antecedentes que hay dentro de una institución que lleva dos décadas buscando un lugar para la princesa Marta Luisa de Noruega. La segunda hija del rey Harald ha terminado saliendo de la Casa Real noruega pero sigue sin cumplir con los acuerdos adoptados en cuanto a no usar su título de princesa para actividades no relacionadas con la jefatura del Estado. Así que es muy poco probable que la institución se arriesgue a vivir de nuevo una situación similar y, tanto el rey Harald como el príncipe Haakon, siempre han dibujado para el príncipe Sverre Magnus, el hermano pequeño de Ingrid, un futuro totalmente libre.
En cuanto a los apoyos no oficiales, la princesa Ingrid no tiene problema, ya que todos los nietos de Harald y Sonia son una piña, incluidas las tres hijas de la princesa Marta Luisa. Por otro lado, la heredera del príncipe Haakon, cuenta con una peculiaridad: es la única heredera que tiene un hermano mayor que siempre vela por ella. Marius Borg no tiene ningún papel institucional ni le dará apoyo oficial, sin embargo, la princesa, durante su 18º cumpleaños, reveló que siempre cuenta con el apoyo de sus dos hermanos: "Queridos Marius y Magnus, sois mi red de seguridad. Sé que siempre puedo acudir a vosotros si me pasa algo.Marius, gracias por todo lo que he aprendido de ti y por poder hablar de todo contigo. Gracias por protegerme siempre.Magnus, siempre eres bueno conmigo cuando lo necesito. Gracias por ayudarme cuando tengo un día un poco más difícil. Estoy muy orgullosa de teneros como hermanos".
Amalia de Holanda, la princesa con joyas de reina
Aunque es relativamente temprano para saberlo, todo apunta a que las princesas Alexia y Ariane, como hijas del rey, mantendrán funciones sociales y honoríficas en torno a la reinado de su hermana mayor, la princesa heredera Amalia. Ese es el patrón que siguió la generación anterior, que dotó a los príncipes Friso y Constantin (hermanos de Guillermo de Holanda) de formación relacionada con la historia parlamentaria y el derecho neerlandés, pero les dio libertad para desempeñar después carreras independientes. El príncipe Friso falleció en el año 2013, pero el príncipe Constantin, que sigue formando parte de la Casa Real, trabaja para la Comisión Europea y ocupa un puesto en distintos consejos de supervisión.
De momento la princesa Alexia, que estudió en el mismo internado en Gales que la princesa Leonor y la infanta Sofía, ha debutado ya en las grandes celebraciones del Día del Príncipe, siguiendo los pasos de su hermana mayor. En ese sentido, la princesa Amalia es de las herederas de Europa la que más ha participado en actos de gala y ha debutado en cenas de Estado, por lo que es ya casi habitual verla con las grandes joyas de la casa, sin embargo, no ha tenido una agenda en solitario, ya que todos sus apariciones, ya sea durante viajes oficiales o en el consejo de Estado, son en compañía de sus padres. Eso sin olvidar que fue con su abuela, la reina Beatriz, a la coronación de Carlos III, un viaje que también realizó como heredera Elisabeth de Bélgica.
Elisabeth de Bélgica, siempre una imagen de unión
Elisabeth de Bélgica es la mayor de las princesas de la generación de Leonor y es el espejo en el que se fijan otras casas de cara a una nueva era. La duquesa de Brabante, que tras terminar sus estudios en la prestigiosa universidad de Oxford (Reino Unido) se marcha dos años a Estados Unidos para cursar un máster en la Universidad de Harvard, siempre ha estado muy presente en la vida oficial, ya que sus padres, los reyes Felipe y Matilde, hicieron que sus cuatro hijos estuvieran en primera fila de la institución desde el principio.
Ahora que Elisabeth como heredera ha dado un paso al frente en la institución, estando presente incluso en recibimientos a otros jefes de Estado o mandatarios extranjeros, el resto de apariciones públicas sigue la línea marcada y se presenta como un equipo junto a sus hermanos, la princesa Eléonore y los príncipes Gabriel y Emmanuel. De ellos es el príncipe Gabriel, el segundo en la línea sucesoria, el que ya ha ingresado en la Real Academia de Bélgica, cursará estudios de Ciencias Sociales y Militares y se perfila como un claro apoyo.
Christian de Dinamarca, su casa es un enigma
En la Casa Real danesa todavía se están sentando las bases del reinado que “estrenó” el rey Federico el pasado enero y, en ese escenario, el príncipe heredero, Christian, todavía no ejerce como tal. Recientemente dejó claro que necesitaba un tiempo para meditar sobre su formación y la institución está dispuesta a dárselo teniendo en cuenta que su futuro ya está claro, algún día ser Christian XI. La duda está sobre el papel que tendrán sus hermanos, la princesa Isabella y los mellizos Vincent y Josephine, ya que los movimientos que sacudieron a la casa en el año 2022 pueden volver.
Hay que recordar que en una medida sin precedentes, la reina Margarita decidió retirar el título y el tratamiento de Alteza Real a cuatro de sus ocho nietos, los hijos del príncipe Joaquín, el “segundo de a bordo”. Entonces, ante el relevo que se generó, la reina Margarita aclaró que eran cambios necesarios y a la pregunta de quién recibiría derechos y obligaciones el futuro contestó que solo el príncipe Christian. Mary de Dinamarca también dejó caer cuando le pusieron un micrófono delante que estos cambios podrían no ser los únicos y que en el futuro volverían a revisar el tema de los títulos con respecto a sus propios hijos. Es un tema que se deslizó y quedó en el aire, aunque esas declaraciones se hicieron en el reinado anterior. A día de hoy teniendo en cuenta que el príncipe Christian todavía no ejerce de heredero, es lógico que sus hermanos tampoco estén presentes más que en los actos familiares.
Guillermo de Luxemburgo, un reinado padre e hijo
El caso de Luxemburgo es peculiar ya que el próximo otoño se abre una nueva etapa que mantendrá al padre y al hijo al frente. El gran duque Enrique de Luxemburgo acaba de anunciar su intención de traspasar sus poderes a su hijo mayor, el príncipe Guillermo de Luxemburgo, y lo hará el 8 de octubre, coincidiendo con su fecha de ascenso al trono. Sin embargo, este relevo en el trono no implica una abdicación, es una delegación que puede ser temporal o permanente y por la cual el príncipe Guillermo asumirá un papel lugarteniente-representante. Es decir, el primero en el línea sucesoria, de algún modo, sigue ocupando un lugar secundario.
Enrique de Luxemburgo no perderá su título en este proceso ya que el teniente representante es el representante del gran duque, lo que significa obviamente que el gran duque sigue siendo el gran duque, pero puede delegar algunas tareas. Con lo respecta al resto de sus hijos no se han anunciado cambios, por lo que es previsible que continúen con sus carreras independientes y limiten su presencia a actos oficiales de carácter familiar, sobre todo si tenemos en cuenta que el príncipe Guillermo ya tiene formada una familia.
Jacques de Mónaco, un principado abierto y familiar
Son todavía muy pequeños, así que no ha habido distinción para los mellizos Jacques y Gabriella de Mónaco, primero y segunda en la línea sucesoria. Sin embargo, Mónaco es quizá el ejemplo más flexible y cambiante de todos, ya que el príncipe Alberto ha encontrado la forma de que todos sus sobrinos tengan una función en la que se sientan cómodos y representados. Es más, el príncipe ha abierto los límites de la familia Grimaldi dando también un lugar a las parejas de sus sobrinos y a los hermanos de la princesa Charlene.
Con estos antecedentes y teniendo en cuenta el papel crucial de primera dama que ejerció Carolina de Mónaco, primero con su padre y luego con su hermano, durante los años que asumió la jefatura del Estado siendo un hombre soltero, nadie duda de que en el futuro el papel de la princesa Gabriella pueda ser tan grande como ella quiera.