El pasado 31 de enero, dio comienzo una nueva etapa histórica en Malasia. Ibrahim Iskandar, millonario de 65 años de origen británico, ascendió al trono cogiendo así el relevo de Tengkly Abdullah, sultán de Pahang. El decimoséptimo rey de Malasia, conocido como su majestad Yang di-Pertuan Agong, asumirá esta función hasta 2029. Seis meses después de tomar el cargo, tal y como marca la tradición, se ha producido su ceremonia de coronación en el Palacio Real de Kuala Lumpur.
Se trata de un acto en el que se combinan elementos oficiales, militares y religiosos con el fin de formalizar y santificar el cargo del soberano. El monarca y su esposa y madre de sus seis hijos, la escritora Raja Zarith Sofiah, han sido recibidos a primera hora de la mañana en el salón del trono con el himno nacional interpretado por el destacamento musical del Ejército y una salva de cañón.
En esta jornada histórica Ibrahin Iskandar ha lucido el muskat, vestimenta ceremonial bordada en negro y dorado; junto al tenkolok, tocado decorado con la media luna del islam y una estrella de 14 puntas que representan cada territorio del Estado; y una daga corta en señal de poder. La reina Raja Zarith Sofiah, por su parte, se ha enfundado en un kurung de hilos de oro. En su cabeza ha portado la tiara Gandik Diraja, confeccionada por la casa londinense Garrad en 1957 a base de platino y diamantes. Una pieza reservada exclusivamente para las reinas de Malasia.
El gran chambelán Datuk Azuan Effendy Zairakithnaini (mano derecha y persona de confianza del Rey) ha hecho entrega al jefe de Estado de varias insignias que simbolizan la autoridad real, como una copia del Corán, la Constitución y un cetro; así como la carta de proclamación. Posteriormente, el primer ministro, Anwar Ibrahim, ha leído la carta oficial que asciende al soberano.
A continuación, el jefe de Estado ha pronunciado unas palabras con las que ha reafirmado el compromiso adquirido con su país. “Si Dios quiere, cumpliré con mis deberes con lealtad, honestidad y gobernaré con justicia”. Los festejos por la proclamación de Ibrahim Iskandar como nuevo monarca concluirán en la noche de este sábado 20 de julio con un banquete real. A lo largo de esta semana, ha habido otros homenajes, como, por ejemplo, sermones en las mezquitas en los que se ha resaltado el valor e importancia de la institución monárquica.
Tal y como ha apuntado la prensa local de Malasia, más de 700 personas han acudido a esta cita. Un numeroso grupo que ha incluido a invitados royals como el sultán de Brunéi y su mujer, la reina Saleha, y el rey de Baréin. Hay que recordar que Malasia es la única monarquía rotativa del mundo. Cada cinco años, período que no admite prórrogas, se elige a un nuevo jefe de Estado procedente de los nueve sultanatos que conforman el país (estos sí que son hereditarios)
Así es el nuevo Rey de Malasia
El nuevo monarca es hijo del recordado sultán Mahmud Iskandar, que reinó en Malasia de 1984 a 1989. Tiene una fortuna estimada en 750 millones de euros. Posee una flota de coches de lujo compuesta por 300 vehículos; una colección de jets privados; y el 25% de la empresa de teléfono móvil U Mobile, una de las más importantes en su país. También ha invertido en explotaciones mineras, en el sector del ladrillo y en equipos de fútbol. En lo referido a lo personal, está casado con Raja Zarith Sofiah, escritora, filántropa y actual rectora de la Universidad Tecnológica de Malasia, con quién tiene seis hijos (cinco hombres y una mujer nacidos entre 1984 y 2001).